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Carlos Enrique Piedrahíta estará en la presidencia del Grupo Nutresa hasta marzo, cuando se realizará la asamblea de accionistas. | Foto: Luis Benavides

ENTREVISTA

“El dinero fácil es flor de un día”: Carlos Piedrahíta

Uno de los grandes empresarios del país, deja su cargo en el Grupo Nutresa y cuenta las lecciones de su vida profesional.

1 de febrero de 2014

SEMANA: Usted se retira después de 14 años en la presidencia del Grupo Nutresa. ¿Cree que la rotación en la alta dirección debe ser una norma para no perpetuarse en los cargos?

CARLOS ENRIQUE PIEDRAHÍTA:
Creo que hay que tener unos plazos establecidos para rotar en la alta dirección. En el caso del Grupo Nutresa, se fijó como fecha máxima de retiro para el presidente los 65 años. En mi caso personal lo hago a los 60, por mi plan de vida. Pero me parece muy importante que se dé la rotación.

SEMANA: En la época en que todos vendían sus empresas, ustedes en Antioquia, por el contrario, decidieron conservarlas. Esa estrategia hoy muestra que fue una decisión inteligente. ¿No fue fácil, verdad?

C. E. P.:
Era un desafío muy grande. Todo partió de una visión tras el hecho de que Colombia se abría al mundo. Eso le ofrecía a las compañías oportunidades. En nuestro caso, por ejemplo, teníamos grandes capacidades aprovechables más allá de las fronteras colombianas. Sabíamos que había factores muy valiosos para permanecer con las compañías, como un gran equipo humano, unas marcas potentes y un conocimiento sobre la distribución de alimentos muy eficaz que podríamos llevar a otras fronteras. Todo nos dio resultados positivos.

SEMANA: Usted hace parte de una generación de empresarios en Antioquia que impulsó la internacionalización de las compañías, después de ser eminentemente locales y cerradas. Nutresa es un buen ejemplo ¿Cómo se produjo este salto?

C. E. P.:
Hicimos unos estudios para identificar en qué mercados éramos competitivos y con qué productos. De ahí nos dedicamos a conformar un equipo idóneo, multicultural, muy preparado para explorar las oportunidades internacionales. A eso nos dedicamos con mucha decisión. Trabajamos con paciencia y con visión clara de a dónde queríamos ir y lo fuimos ejecutando. Dimos pasos pequeños, inicialmente más cercanos como a Venezuela, Ecuador y luego Centroamérica. Fuimos ampliando el círculo geográfico a México, Perú, Estados Unidos y en la actualidad estamos más lejos, en el sudeste asiático, donde ya tenemos operación en Malasia y queremos ampliarla.

SEMANA: Hay quienes dicen que usted, entre otros, es hechura de Nicanor Restrepo. ¿Qué le aportó como empresario?

C. E. P.:
Yo reconozco encantado la influencia y la formación que recibí de Nicanor Restrepo. Fue él quien me hizo la primera y única entrevista de trabajo que he tenido en 33 años. Entré como profesional de entrenamiento en Suramericana y después he seguido en todas estas empresas de Antioquia. De Nicanor y mis superiores recibí una excelente formación en cosas muy importantes y básicas del comportamiento profesional, como es la ética bien arraigada y sin grises. Aprendí el respeto por las personas y el entendimiento de que cualquier actividad se hace entre seres humanos. Esos principios me han acompañado en todas mis actuaciones. En el Grupo Nutresa con el equipo directivo construimos un modelo autóctono propio; un modelo que ha sido muy eficaz y que ha producido grandes resultados, pero en el cual claramente las bases del respeto están ahí.

SEMANA: ¿Cómo ve el nuevo talento ejecutivo que viene detrás y que tomará las riendas de las empresas?

C. E. P.:
Lo miro con una gran confianza y enorme admiración. Son personas cada vez más capacitadas, competentes, audaces, con visión global y ganas de hacer grandes cosas.

SEMANA: ¿Usted cree que la cultura del dinero, fácil que tanto daño nos ha hecho como sociedad, se ha superado o persiste en nuestros jóvenes?

C. E. P.:
En algo se ha superado, pero hay que reconocer que todavía ese mal corroe a la sociedad. Le corresponde a las empresas, los empresarios y los directivos en general liderar con el ejemplo. Mostrar que el dinero fácil no paga, que las cosas sólidas de la vida se hacen con ética, rectitud y respeto. Ese comportamiento es el que perdura. El dinero fácil está comprobado que es flor de un día.

SEMANA: ¿Es difícil ser empresario en Colombia?

C. E. P.:
Yo creo que no es fácil. Hay un entorno a veces difícil, hay muchas regulaciones y trabas que hay que superar cada día. Pero cuando uno desafía y se desafía permanentemente, encuentra la manera de superar y hacer que las cosas tengan éxito.

SEMANA: ¿Será que el manejo de las grandes empresas asentadas en Antioquia está reservado solo para los paisas?

C. E. P.:
Las empresas en su expansión y como multilatinas han ido incorporando en sus equipos directivos a personas de otras regiones y países. Tenemos representación, de alto nivel, de profesionales de Chile, Perú, México, Estados Unidos y Centroamérica. Las empresas gradualmente han ido abriendo espacio a cuadros directivos y en las juntas directivas a personas de otras latitudes para que haya representación de esos mercados.

SEMANA: Usted deja Nutresa en un punto muy alto. ¿Qué debe hacer su sucesor?

C. E. P.:
Este grupo tiene un gran equipo directivo y eso es garantía de que la dirección y la orientación seguirán. El relevo en la presidencia no llevará grandes cambios en la orientación. A quien llegue le corresponderá trabajar con ese equipo en la ejecución de la visión colectiva que está muy arraigada.

SEMANA: Viendo las negociaciones que adelanta este gobierno con las Farc, ¿ve cerca la paz en Colombia?

C. E. P.:
Creo que este es el momento en que Colombia ha estado más cerca de la paz. Y debe ser el empeño más grande de los colombianos. Ese sería el logro mayor de nuestro país.

SEMANA: Finalmente, ¿a qué se dedicará?

C. E. P.
Me retiro cuando todavía tengo energías y salud, pero no para dedicarme a actividades profesionales. No quiero ser parte de juntas directivas, ni ocupar cargos, no voy a hacer ninguna asesoría de negocios. A lo que me quiero dedicar, buscando el equilibrio de vida, es a estudiar y a enseñar. Voy a dar clases. Ya he convenido con el rector de una universidad en Medellín y tengo conversaciones con otras para enseñar lo que tengo para compartir. Pero también quiero navegar a vela, que es lo que me gusta. Ir al campo, ver más la naturaleza.