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La francesa Christine Lagarde, nueva directora gerente del FMI | Foto: AP

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Christine Lagarde es la nueva directora del FMI

Los 24 miembros del consejo del FMI votaron a favor de la ministra de Finanzas de Francia. Estados Unidos, Europa, Brasil, China y Rusia, entre los que apoyaron su candidatura.

28 de junio de 2011

La ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, fue elegida este martes nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), en una decisión ampliamente esperada que prolonga el monopolio de Europa al frente del organismo.

"El consejo ejecutivo del FMI seleccionó a Christine Lagarde para servir como directora gerente del Fondo para un mandato de cinco años que comenzará el 5 de julio", indicó el organismo en un comunicado.

Lagarde sustituye al también francés Dominique Strauss-Kahn, quien dimitió el mes pasado y permanece a la espera de un juicio tras ser acusado de intentar violar a una empleada de un hotel en Nueva York.

La ministra francesa será la primera mujer en dirigir el organismo multilateral y asume las riendas en un momento difícil para las finanzas mundiales ante el deterioro de la situación en Grecia, que plantea interrogantes sobre el futuro del euro.
 
Lagarde consideró  "un honor" haber sido elegida nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y aseguró haber recibido con alegría esa noticia, que prolonga el monopolio de Europa al frente el organismo.

"Los resultados han salido. Es un honor y estoy encantada de que el consejo ejecutivo del FMI me haya confiado el cargo", señaló en su cuenta de Twitter.

La titular de Economía francesa, quien este martes recibió el apoyo explícito de EE.UU., Brasil y Rusia, competía por el puesto con el gobernador del banco central mexicano, Agustín Carstens, quien pese al respaldo de última hora de países como Canadá y Australia no logró el apoyo necesario para vencer a su rival.

El consejo ejecutivo, integrado por 24 miembros que representan a los 187 países de la entidad, señaló que los dos estaban "bien cualificados" y que el objetivo era seleccionar a uno "por consenso".

Tras considerar toda la "información relevante" sobre las candidaturas, el consejo ejecutivo eligió a Lagarde "por consenso".

Lagarde prometió la semana pasada en su discurso de intenciones ante el consejo ejecutivo del FMI que no evitará ni la sinceridad ni la mano dura, de ser necesario, en sus discusiones con los líderes europeos.

La carrera por la dirección del FMI, que se desató el 19 de mayo con la dimisión de Strauss-Kahn, ha sido la más peleada en las más de seis décadas de historia de la institución.

La vacante en la cúpula del Fondo llevó a los países emergentes a cuestionar con fuerza el pacto no escrito alcanzado tras el final de la II Guerra Mundial en virtud del cual un europeo lidera siempre el FMI y un estadounidense el Banco Mundial (BM).

Esa presión llevó al consejo ejecutivo del Fondo a prometer un proceso "abierto, transparente y basado en méritos".

El hecho de que Europa, que posee más de una tercera parte del poder del voto en el Fondo, respaldara a Lagarde, permitió a la ministra francesa partir con ventaja en la carrera.

Los grandes países emergentes (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que en un primer momento criticaron una tradición que tildaron de "obsoleta" y señalaron que el elegir a un nuevo líder en función de su nacionalidad mermaba la legitimidad del Fondo, no cerraron filas frente a un candidato de consenso.
 
¿Quién es Christine Lagarde?
 
La francesa Christine Lagarde se alzó con apoyos dentro y fuera de su país por su sólida carrera profesional y su solvencia en el G20 y en la gestión de la crisis del euro. 

En su discurso de intenciones ante el Consejo Ejecutivo del FMI en Washington, la ministra francesa de Economía y Finanzas había asegurado que de ser elegida directora gerente no será benévola con Europa y ejercerá mano dura en las discusiones con sus líderes.

"No evitaré la sinceridad y la mano dura en mis discusiones con los líderes europeos; todo lo contrario", dijo Lagarde, quien defendió los duros "pero necesarios" ajustes que debe poner en marcha Grecia para restaurar la viabilidad de sus finanzas públicas y recuperar su competitividad.

Lagarde comenzó a trabajar en 1981 en la delegación parisina de Baker&McKenzie como abogada asociada, para pasar después como miembro del comité ejecutivo mundial en 1995 y cuatro años más tarde como presidenta del mismo.

En 2004 se alzó al frente del comité estratégico mundial y abandonó esa labor un año después para entrar en el Gobierno del entonces presidente francés, Jacques Chirac, como ministra delegada de Comercio Exterior.

"Dejé hace seis años y medio mi feliz vida profesional estadounidense para ponerme al servicio del país", declaró a mediados del pasado mayo para dejar claras sus motivaciones a la hora de incorporarse a la vida política.

Con esa declaración buscaba también alejarse de un asunto que amenaza con manchar su currículum, el supuesto abuso de autoridad cometido en la indemnización al empresario Bernard Tapie por la venta de Adidas en 1992, y sobre el que la Justicia gala decidirá el próximo día 8 si abre contra ella una investigación judicial.

La sombra de esa controversia se ha incrementado después de que la Fiscalía de París decidiera este miércoles la apertura de una investigación preliminar sobre el papel de altos funcionarios que cerraron el arbitraje favorable al empresario, aunque en la misma ella no está implicada.

Con 55 años, abogada de profesión y madre de dos hijos, se convertiría en la primera mujer en acceder a la dirección del FMI, de la misma manera en que en su día fue la primera ministra de Economía y Finanzas de un Estado miembro del Grupo de los Siete países más industrializados (G7).

A ese puesto llegó en junio de 2007 tras un breve paso como ministra de Agricultura y Pesca a principios del mandato del presidente Nicolas Sarkozy. Sus defensores subrayan su longevidad en un departamento, el de Finanzas, que en los siete años precedentes vio pasar varios titulares.

De ella se alaba también su perfecto dominio del inglés y su trabajo en la gestión de la crisis económica y financiera iniciada en 2008, pero dentro de Francia en las últimas semanas ha visto como el Partido Socialista, principal fuerza de la oposición, le ha retirado su apoyo, al igual que otras formaciones de la oposición.

Su suerte se decidirá el 30 de junio, dos días después de que los miembros del consejo ejecutivo del FMI inicien su reunión.

Nadie podrá quitarle ya, no obstante, haber ocupado en 2009 el puesto 17 en la lista de las mujeres más poderosas del planeta elaborada por la revista "Forbes", el quinto de entre las mujeres de negocio europeas realizada por el "Wall Street Journal", y ese mismo año, el título de mejor ministra de Finanzas de la UE concedido por el "Financial Times". 
 
EFE