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| Foto: Colfecar

CARGA

Cinco líos sin resolver del transporte

Los altos precios de la gasolina, las demoras en la chatarrización, y otros, son los problemas que llevan años sin solución. ¿Qué hacer?

28 de febrero de 2015

Uno de los temas más recurrentes en el país son los paros de los transportadores. Cada año se presentan una o dos protestas que causan traumatismos a la economía y a los viajeros.

Este año no es la excepción. En los últimos días la Asociación Colombiana de Camioneros (ACC) y la Asociación de Transportadores de Carga (ATC) anunciaron la inmovilización de vehículos, mientras que la Federación Colombiana de Transportadores de Carga (Colfecar) reconoció que la situación es crítica.

La verdad es que el sector afronta múltiples problemas. Los transportadores se quejan de los elevados costos operativos, de los precios de la gasolina, del mal estado de las vías y de los precios de los peajes. Juan Carlos Rodríguez, presidente de Colfecar, dice que no se pueden dar más largas a los cuellos de botella porque el transporte de carga mueve más del 70 por ciento del comercio internacional y genera alrededor de 500.000 empleos directos. El dirigente gremial alertó sobre cinco grandes males.

1. Costos elevados

El principal problema son los elevados costos operativos del sector, que aumentaron 35 por ciento entre el 2008 y 2015, el doble de la inflación. El de mayor peso, con 32 por ciento, son los combustibles. El galón de ACPM está en 7.709 pesos, con un descenso de 8 por ciento en 12 meses, que es mínimo frente al desplome de más del 50 por ciento en las cotizaciones del petróleo. Los transportadores piden cambiar la fórmula del precio de los combustibles, reducir los impuestos y que las tarifas se fijen por periodos mayores, cada tres o cuatro meses, con el fin de hacer una mejor proyección de costos e ingresos.

Otra variable con alto impacto es la devaluación del peso que encarece la compra de vehículos importados, los repuestos, llantas, filtros y lubricantes, entre otros, y que pesan el 23 por ciento en los costos del sector.

El tercer factor negativo son los peajes. Colombia es, después de Brasil y Chile, el país con las tarifas más altas de América Latina. Una tractomula de cinco ejes (llantas) debe pagar por un viaje de ida y vuelta de Bogotá a Buenaventura cerca de 600.000 pesos en peajes.

2. Sobreoferta


Otro de los líos es la sobreoferta de carrotanques. Durante el auge petrolero varias empresas transportadoras adquirieron carrotanques nuevos para atender la alta demanda de las compañías. Pero ante la caída en los precios del petróleo, la menor producción y la construcción de oleoductos, muchos de estos camiones están parqueados o son utilizados para transportar otra clase de mercancías, ejerciendo una mayor competencia a las tractomulas. Se calcula que en el mercado hay una sobreoferta de 7.000 camiones sisterna.

3. Chatarrización

Actualmente hay cerca de 285.000 vehículos de carga por carretera entre camiones, tractomulas y carrotanques. De ese número el 41 por ciento tiene más de 20 años –alrededor de 117.000-, pero todavía no se ha establecido cuándo deben salir del mercado. Los transportadores piden que los años de vida útil se fijen con criterios técnicos y que se agilice el proceso de destrucción para renovar rápidamente el parque automotor.

En la última década se han chatarrizado solo 19.341 vehículos. Además, el sector propone que los recursos del fondo de reposición de vehículos, que ascienden a un billón de pesos, no los maneje el Ministerio de Hacienda, sino que pase a una fiducia para agilizar los pagos a los transportadores, muchos de los cuales no han recibido todavía los recursos – a cada propietario se le gira entre 17 y 70 millones de pesos por vehículo destruido-.

4. Fletes elevados


Los elevados costos de los fletes –la tarifa que cobra la empresa transportadora por movilizar las mercancías-, se ha convertido en uno de los mayores frenos en la competitividad del país. Según el Consejo Privado de Competitividad, están entre los más altos en América Latina –. Un análisis de la Andi señala que enviar un contenedor de Bogotá a Cartagena, es tres veces más costoso que enviarlo desde este puerto a Sanghai.

Pero los transportadores dicen que los fletes no compensan los altos costos. El gobierno eliminó en 2011 la tabla de fletes y pasó a un sistema de libertad vigilada en el que el valor de los fletes debe reflejar los costos operativos, según mediciones del Dane y de Mintransporte.

5. Competencia


A los transportadores también les preocupa la competencia con otros sistemas de transporte, como el río Magdalena, cuya navegabilidad permitirá movilizar la carga, con precios más bajos. Colfecar es partidario de que en lugar de poner a competir los diversos modos de transporte (vías- ferrocarril, río) se promueva que estos sistemas se complementen para que no se desate una guerra de precios. El gremio ve con preocupación cómo algunos operadores fluviales imponen tarifas muy bajas para el sector. El otro problema es el gran atraso en el pago de facturas por parte de las empresas, que van desde 3 hasta seis meses, lo que afecta el flujo de caja del sector transporte. Juan Carlos Rodríguez, presidente de Colfecar, dice que mientras el dueño de una tractomula debe pagarle al conductor en los primeros cinco días de cada mes, debe esperar meses para que el empresario le pague por un servicio que ha hizo.