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Compre en ciudades intermedias

La finca raíz en las regiones tiene buenas perspectivas para este año. El TLC con Estados Unidos y la construcción de nuevas carreteras son los impulsores.

27 de enero de 2007

Si usted está decidido a invertir en finca raíz, lo primero que debe hacer es olvidarse de los lugares comunes. Nada de apartamentos en Bogotá, Medellín o Cali. Comprar vivienda nueva en estas ciudades ya no es negocio, al menos en el caso de los inmuebles estrato 6, que están demasiado costosos, con precios por metro cuadrado de hasta cinco millones de pesos, como el caso de la capital colombiana.

Tampoco es el momento para comprar apartamento en Miami. Desde mediados de 2005, se reventó la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos. Sólo el año pasado, las demanda por finca raíz en ese país cayó 8,4 por ciento, el mayor desplome de los últimos 24 años, según un informe de la National Association of Realtors.

Por eso todos los ojos están puestos en las ciudades intermedias del país, muchas de ellas con buenas perspectivas de convertirse en importantes polos de desarrollo.

No es cualquier ciudad intermedia. Algunas como Cartagena, por ejemplo, ya presentan precios bastante altos. De hecho, el metro cuadrado en la ciudad antigua de Cartagena es hoy en día el más caro de Colombia. Es posible que se den ulteriores valorizaciones, dado que el Corralito de Piedra todavía tiene espacio para progresar en turismo de alto nivel, especialmente ahora que el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos traerá más visitantes del país del norte. Pero si usted lo que quiere es invertir en finca raíz como negocio, nunca puede olvidar una premisa básica: comprar barato para vender caro.

Otra historia es la de Santa Marta, ciudad que también se verá beneficiada con el flujo de inmigrantes y potenciales empresarios que traerá el TLC, por ser uno de los principales puertos del país. La ola de construcciones recién empieza en esta ciudad, que se caracteriza por tener algunas de las mejores playas de Colombia. Eso es algo que valoran mucho los turistas extranjeros. Eso sí tenga mucho cuidado, pues algunos terrenos que son del Estado, como Pozos Colorados, están siendo comercializados por terceros que dicen ser los dueños.

Otro puerto, Buenaventura, también está dentro de las posibilidades interesantes gracias al TLC. El desarrollo de la finca raíz allí todavía es incipiente, pero sin duda tarde o temprano empezará a crecer, especialmente si el gobierno le mete la mano al puerto y decide acelerar la construcción de la famosa doble calzada a Cali.

También se esperan valorizaciones muy importantes este año en ciudades como Cúcuta, Bucaramanga, Ibagué, Neiva, Pereira y en general el Eje Cafetero. Las dos primeras están teniendo un gran desarrollo por estar cerca de la frontera con Venezuela, país en el que en este momento la plata circula a chorros. Las otras porque se están convirtiendo en destinos turísticos muy importantes a los cuales el gobierno les está metiendo plata en materia tanto de seguridad como de vías. En Pereira, por ejemplo, se está construyendo un sistema de transporte masivo parecido al TransMilenio, lo cual hará valorizar de forma importante las viviendas aledañas a éste. En Ibagué se están empezando a construir proyectos después de muchos años de inactividad, gracias, entre otras cosas, a la doble calzada que sale desde Bogotá y termina allá.

Si definitivamente comprar apartamento o finca en tierra caliente no es lo suyo, entonces piense en adquirir segundazos en cualquiera de las tres principales capitales del país. El precio de la vivienda usada en Bogotá, Cali o Medellín, todavía está barato y tiene posibilidades de valorización.

Otra opción interesante es comprar bodegas. Tras cinco años de estancamiento y con precios de venta y arrendamiento por el suelo, la demanda por estos inmuebles empezó a subir desde el año pasado, gracias a las expectativas generadas por el TLC con Estados Unidos. Hace cinco años el arriendo de una bodega en Bogotá costaba alrededor de 3.000 pesos mensuales el metro cuadrado. Ahora esa cifra se ha quintuplicado.

En consecuencia, hay oportunidades de negocio en finca raíz. Lo importante es que mire bien y con calma y se olvide -literalmente- de los lugares comunes.