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el inversionista equilibrado

Con paso lento pero seguro

Distribuir la apuesta entre el efectivo y las acciones colombianas es la alternativa para aquellos inversionistas más moderados. <br><br> Podrían ser un poco más agresivos en la <br><br> segunda mitad del año y lanzarse a otras inversiones como el agro.

26 de enero de 2008

Hay quienes prefieren balancear sus inversiones. Un poco de riesgo no hace daño, pero al final del día lo que quieren es recuperar su dinero con algo de ganancia.

Estas son personas que no hace mucho tiempo están incursionando en el mercado de valores y muy probablemente les apostaron a las acciones de Ecopetrol o a las de alguna otra compañía que haya emitido títulos recientemente.

Poco a poco se han ido saliendo de los típicos Certificados de Depósito a Término (CDT) y las cuentas de ahorro en busca de otras alternativas más rentables, pero ante todo seguras. Alguien que, por ejemplo, pasó de los fondos de cesantías y pensiones voluntarias, al amplio mundo de la bolsa.

Son personas que han entendido las inversiones como una manera de fortalecer su patrimonio familiar y de garantizar para el futuro recursos con los que, por ejemplo, puedan financiar la universidad de los hijos o aspirar a un retiro en la vejez con buenos ingresos. Estas personas, obviamente quieren tener utilidades, tienen mente abierta para nuevas opciones; pero sin tirar la casa por la ventana.

En esta coyuntura de mercados volátiles es mejor que sigan las recomendaciones del inversionista cauteloso. Es decir, que destinen por lo menos la mitad del portafolio a inversiones a la vista (de corto plazo) y en pesos, para protegerse de potenciales pérdidas, y siempre buscando aprovechar las atractivas tasas de interés de corto plazo de la economía colombiana.

Si hoy tienen acciones en su portafolio, es preferible que las mantengan, para no materializar la pérdida que ya se produjo este año. A no ser que necesiten urgentemente el dinero.

Precisamente, para quienes están metidos en acciones, Camila Pérez, gerente de Investigaciones Económicas de Valores Bancolombia, recomienda recomponer su portafolio aumentando la inversión en mercados emergentes (muy moderadamente) y una menor cantidad en acciones de Colombia. "También sería bueno salir un poco de las acciones de Estados Unidos y dirigirse hacia Nasdaq (las acciones de empresas tecnológicas) por las buenas perspectivas del sector tecnológico en 2008".

Julián Cárdenas, analista sénior de la firma Corredores Asociados, piensa que estos inversionistas también podrían atreverse a meter algo en fondos vinculados a activos como metales y los commodities. "En el primer semestre podrían ser más moderados, pero al final del año, podrían asumir un poco más de riesgo, incluso con acciones de mercados emergentes como Asia, no en un porcentaje muy grande, pero sin duda ahí se debe estar presente".

En todo caso, frente a las alternativas en el exterior hay que tener en cuenta, además de la rentabilidad de la inversión en ese país, la tasa de cambio frente al peso. Y en ese sentido hay que estar atentos al comportamiento del dólar frente al resto de monedas del mundo.

En el primer semestre de este año, entre inversiones en dólares y pesos, definitivamente la alternativa más fiable son los pesos. Pero pensando en la segunda mitad, las inversiones en dólares podrían ser una opción, pero no arriesgando demasiado.

Para estos inversionistas moderados, el agro tampoco es una mala opción. Las posibilidades para hacer inversiones en el sector agropecuario son más grandes hoy. La Bolsa Nacional Agropecuaria (BNA) ofrece mecanismos de inversión al alcance de cualquier persona. Diana Carranza, la representante legal de la firma Agronegocios, explica que en la BNA hay distintas clases de inversiones de corto plazo que ofrecen rentabilidades superiores al 13 por ciento.

Están los contratos a término para porcicultura, avicultura y ganadería. Estos títulos tienen como respaldo productos agrícolas, pecuarios y ganaderos. Estas inversiones tienen varias ventajas: son de tasa fija, lo que blinda contra las volatilidades que son típicas en otros mercados como el accionario, son confiables, pues cuentan con el seguro por parte de Finagro, y muy líquidas, pues hay un mercado secundario en permanente movimiento.

Por ejemplo, un productor cuenta con 100 animales para comercializar y necesita financiación; acude a la BNA, emite un título y luego lo negocia en esta bolsa. Al término de la inversión, de máximo un año, según el activo, el productor devuelve los recursos con los intereses prometidos.