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“Me gusta que el mercado funcione, pero si veo que se necesita intervención DEL ESTADO no me tiembla la mano para intervenir” | Foto: JUAN CARLOS SIERRA/SEMANA

ENTREVISTA

"Con paz creceríamos hasta dos puntos más"

El nuevo ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santa María, afirma que la reforma a la salud es más urgente que la pensional. Frente a la tributaria piensa que puede hacerse de a poquitos y dice que no ve enfermedad holandesa en el país.

1 de septiembre de 2012

SEMANA: Comencemos por el tema que concentra por estos días la atención del país: la paz. ¿Cuánto más podría crecer la economía en un escenario de fin del conflicto?

MAURICIO CARDENAS SANTA MARÍA:
Ese es un tema que se ha estudiado mucho a través de los años porque Colombia gasta mucho en materia de seguridad, no solo el sector público sino las empresas. Si uno puede convertir esa inversión en activos productivos, necesariamente la economía crecerá más. Siempre se ha hablado de que con la paz Colombia podría crecer entre 1 y 2 puntos porcentuales adicionales por año. Yo mismo he hecho estudios sobre eso y según estos el dividendo económico por la paz es de ese orden de magnitud.

SEMANA: ¿Eso sería pasar a crecer cuánto?

M.C.SM.:
Del 5 al 6 por ciento o más. Un escenario de paz genera dos efectos muy importantes sobre la economía.

SEMANA: ¿Cuáles?

M.C.SM.:
Imagínese lo que significa que en vez de comprar equipo militar se adquiera maquinaria. Ese cambio en sí mismo le generá más crecimiento a la economía. Lo segundo es eficiencia o productividad. Los activos rinden más porque hay mejores condiciones, las empresas pierden menos tiempo atendiendo la problemática de la seguridad y se pueden concentrar en sus actividades productivas.

SEMANA: Pasando a otro tema, la economía global sigue mal y en algunos países emergentes ya hay desaceleración. ¿Cómo vamos a enfrentar en Colombia estos riesgos?

M.C.SM.:
Tenemos dos herramientas básicas para protegernos: Un nivel adecuado de reservas internacionales que es el principal dique de contención, y no tener grandes necesidades de financiamiento externo. Colombia no las tiene y por el contrario, se ha convertido en un país que está ahorrando.

SEMANA: ¿Cuánto más se va a enfriar la economía?

M.C.SM.:
No tengo las cifras exactas. Pero creo que se puede mantener el ritmo que ha tenido, no veo que estemos abocados a una desaceleración profunda. Los fundamentales están correctos y lo más importante en una economía es la confianza, y todavía tenemos unos niveles altos entre los empresarios y los consumidores.

SEMANA: Usted que viene del sector minero, el motor de la economía, ¿cree que hay signos de enfermedad holandesa, como lo afirman algunos analistas?

M.C.SM.:
Honestamente, yo no creo que haya enfermedad holandesa en Colombia. Somos conscientes de que hay riesgos y que hay que neutralizarlos. En Colombia hemos estudiado por décadas el fenómeno de la enfermedad holandesa y conocemos como nadie cuáles son los antídotos.

SEMANA: ¿Y cuáles son? ¿los estamos usando?

M.C.SM.:
Por ejemplo, sabemos que en una economía en la que crecen tanto los sectores minero-energéticos hay que ahorrar y eso estamos haciendo a través del Fondo de Estabilización Petrolera. Tenemos una política de aumento de las reservas internacionales que nos permite evitar una sobrevaluación cambiaria. Hay un elemento importante y es añadir una política industrial más activa -algo que ya lo he venido planteando- para que encadene más con el sector minero-energético.

SEMANA: ¿La revaluación cómo se atacará?

M.C.SM.:
Evitar la revaluación es un objetivo nacional. No es buena pues afecta la capacidad productiva en la industria y la agricultura. El Banco de la República está haciendo su parte acumulando reservas y bajando las tasas, y el gobierno también está ayudando. No solo es la tasa de cambio, sino una política que permita hacer más competitiva la economía como lo que acabamos de hacer con el costo del gas, que permita bajar los precios. El combate de la revaluación también es por la vía de reducir lo costos de producción.

SEMANA: Usted asume este nuevo Ministerio para los dos últimos años del gobierno, cuando el capital político está diezmado, se aproximan elecciones parlamentarias y la posible reelección presidencial. ¿Usted cree posible sacar una reforma tributaria?

M.C.SM.:
Estoy en la fase de recibir la cartera y debemos tomar una decisión muy pronto sobre la reforma tributaria. Espero que en cuestión de ocho días pueda decidir qué es lo que más conviene en esta materia. La decisión estará basada en un criterio de cuál es el impacto que puede tener sobre los objetivos de crecimiento y equidad. Si vemos que el impacto es favorable avanzamos en la presentación en el Congreso. El problema no es político.

SEMANA: ¿Pero le suena una gran reforma tributaria o prefiere algo menos ambicioso pero que le permita aumentar recaudo?

M.C.SM.:
Ese es el análisis que tenemos que hacer. No hay las afugias que llevaron a muchos ministros de Hacienda en el pasado a presentar una reforma tributaria porque no tenían opción, pues necesitaban los recursos. En este momento no es así, pero si puede ser una oportunidad para corregir problemas. Tampoco creo que se puedan corregir todos en una sola reforma. Eso sería ingenuo. Hay que ir trabajándolos poco a poco porque en un debate de reformas tributarias -y he visto muchos- es cuando se despiertan todos los anticuerpos en este país. Hay que hacer un proceso de reforma más que la gran reforma.

SEMANA:¿Qué más hay en la agenda de reformas?

M.C.SM.:
Una muy importante que veré con el nuevo ministro del área, y es la reforma estatutaria a la salud para enderezar el rumbo en esta materia. También debemos trabajar el tema de pensiones. No estoy diciendo cuándo pero serán prioridad en el Ministerio de Hacienda.

SEMANA: ¿En pensiones ve realmente una oportunidad para hacer una reforma o puede esperar?

M.C.SM.:
Yo la pondría en la categoría de las reformas importantes, pero acá es un tema de prioridades y en este momento yo pienso que la salud es más urgente.

SEMANA: El ministro Juan Carlos Echeverry se quejaba de que los otros ministros no gastaban. Usted llega de un ministerio del gasto, ¿cómo hará para que sus colegas ejecuten más rápidamente?

M.C.SM.:
Yo vengo de un ministerio del gasto, pero he sido un buen ejecutor. Vamos a ser exigentes en materia de ejecución. El criterio que uno puede exigir es que ningún ministro puede pedir más recursos si no demuestra buenos resultados en materia de ejecución.

SEMANA: Este es su cuarto ministerio después de desarrollo, transporte y minas -también fue director del DNP-. ¿Cuál es su objetivo central ahora en Hacienda?

M.C.SM.:
Lo importante es hacer crecer la economía. En esto uno debe concentrar la mayor parte del tiempo, de ahí es de donde se desprende el bienestar de 46 millones de colombianos. Es lo fundamental. Buen crecimiento y baja inflación. Hay también que abonar el terreno para que la economía mantenga buenas perspectivas.

SEMANA: La locomotora de minas seguirá dando buenos resultados. ¿Por qué hay preocupación de que comience a bajar el ritmo?

M.C.SM.:
Esta locomotora va marchando muy bien y me voy con mucha tranquilidad y con gran satisfacción por el ritmo de crecimiento. Pero no está libre de amenazas, tiene grandes retos y hay obstáculos. El crecimiento de este sector requiere que se cumplan muchas condiciones: los trámites ambientales de manera fluida; condiciones de seguridad; que las empresas que invierten encuentren condiciones de estabilidad jurídica. Tenemos que cuidar esta locomotora porque es la que más prosperidad nos está dando. Colombia no podría estar ofreciendo programas sociales si no tuviera el sector minero-energético. El crecimiento tributario está asociado al minero energético.

SEMANA: ¿Dónde se ubica usted como economista, más hacia el libre mercado o más hacia el papel de intervención del Estado?

M.C.SM.:
Los economistas colombianos tenemos una característica y es que ha habido menos dogmatismo que en otras partes. Yo me considero un economista empírico. Ante un problema, veo los datos, analizo y en función de todo eso digo: esto hay que hacer. Trato de llegar a los problemas sin mucha carga\ ideológica. En este debate entre neoliberalismo versus intervencionismo yo diría que me gusta que el mercado funcione, pero veo hasta dónde pueden funcionar. Si veo que se necesita intervención no me tiembla la mano para intervenir. Como el caso de la política industrial si hay que darle empujón a la industria no tengo problemas en darle estímulos. Eso no lo hace a uno tan neoliberal. El presidente Santos lo pone en términos muy buenos cuando se autodefine: el mercado hasta donde sea posible. El Estado hasta donde sea necesario.