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CUESTION DE ESTILO

10 de febrero de 1997

Cuando la estrambótica cantante Madonna fue vista en una tienda Gucci los ejecutivos de la firma se dieron cuenta de una cosa: había funcionado la estrategia de volver a la firma más una compañía de prendas modernas que una de 'clásicos'. La decisión, que fue tomada por el gerente Domenico De Sole y puesta en marcha por el diseñador norteamericano Tom Ford, fue una de las fórmulas sagradas para sacar a Gucci del caos en que se encontraba en 1993, cuando mostraba pérdidas por 21,2 millones de dólares y fue comprada por Investcorp. Y es que la tercera generación de la familia había decidido sobreexpandir la compañía, además de rebajar su calidad con productos como maletas de plástico. Eso fue lo que quiso acabar De Sole, y parece que le ha dado resultados, pues la firma tuvo ganancias por cerca de 200 millones de dólares en 1996.