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Después de la tormenta

La turbulencia de los mercados financieros en Colombia durante los dos últimos meses pasó. ¿Qué puede esperarse para el segundo semestre de 2004?

13 de junio de 2004

Los tesoreros de los bancos y los corredores de bolsa han vuelto a dormir tranquilos. Después de las malas noches que pasaron en abril y mayo, cuando la caída en el precio de los títulos de deuda del gobierno (TES) los puso a perder plata, han recuperado la calma, que también ha llegado a los mercados.

En las últimas dos semanas los TES recobraron el atractivo de hace unos meses. Esto quiere decir que inversionistas como bancos o fondos de pensiones ven otra vez la posibilidad de que el precio de estos papeles suba o, lo que es lo mismo, que las tasas de interés bajen. En el peor día de la crisis de mayo las tasas alcanzaron a estar en 14,8 por ciento. Han bajado hasta ubicarse alrededor de 14 por ciento, lo que en plata blanca significa para un inversionista haberse 'embolsillado' casi 38 millones de pesos por cada 1.000 millones invertidos en TES, en el caso del papel que vence en abril de 2012. ¿Qué hay detrás de esta recuperación?

Los mercados suelen reaccionar más de la cuenta ante las malas noticias. Recientemente, el encargado de amargarles el rato a los inversionistas colombianos fue Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, que desató una ola de nerviosismo en todo el mundo cuando a comienzos de mayo insinuó que su intención era subir las tasas de interés en su país. Volvió a hablar la semana pasada, y ahora en un tono más enérgico confirmó el alza, prevista para junio, pero advirtió que el ajuste sería gradual.

La preocupación de los inversionistas locales es que si en Estados Unidos los rendimientos suben la plata se vaya para allá y papeles como los TES pierdan atractivo. Sin embargo, aceptaron la noticia y la tormenta, al menos por ahora, terminó.

En el frente interno, en cambio, las noticias han sido positivas. El crecimiento de la economía colombiana en el primer trimestre de 2004 fue de 3,82 por ciento, menor que lo esperado pero en todo caso un buen resultado. Con el dato de mayo, la inflación parece estar bajo control al ubicarse en 5,37 por ciento anual. Todo esto ha alentado a los inversionistas a comprar papeles del gobierno, que por tanto se han valorizado.

Los vaivenes en la cotización de los TES se ven reflejados en el precio del dólar. Cuando la primera sube el segundo baja. Eso es justamente lo que ha ocurrido en las últimas semanas, debido a que bancos y fondos de pensiones han vendido dólares para comprar TES. En mayo la tasa de cambio aumentó 78 pesos, llegando a 2.725 pesos por dólar. Desde entonces ha venido bajando, en un mercado volátil que impide a los analistas arriesgarse con pronósticos de corto plazo. Para final de año, sin embargo, las proyecciones indican que el dólar no tendrá grandes saltos. Se espera que se ubique entre 2.760 y 2.790 pesos por dólar, lo que equivale a una variación mínima con respecto al precio de comienzos de 2004 (2.778 pesos).

La explicación que dan los analistas a este comportamiento es que no faltarán dólares en el mercado. Los altos precios de productos colombianos de exportación como el petróleo y el carbón, más el repunte en las ventas a Venezuela, han impulsado la llegada de divisas al país. Y aunque las importaciones también están creciendo, se espera que al cierre de 2004 Colombia termine con superávit comercial.

El segundo semestre de 2004 pinta bien. Seguramente habrá sobresaltos, más por lo que pueda ocurrir en los mercados internacionales que por sorpresas en el frente interno. Qué tan fuerte sea el efecto del alza en las tasas de interés en Estados Unidos, es la pregunta que queda por resolver.