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DULCE UNION

LA META COLOMBIANA ES SER LIDER EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE, TRATARA DE LOGRALO MEDIANTE LAS ALIANZAS ESTRATEGICAS

27 de mayo de 1996

A muchos empresarios Colombia se les quedó chiquita. De ahí que quieran unirse con extranjeros para conquistar otros mercados y ampliar así sus ganancias. Es el caso de Colombina, la tradicional compañía caleña de dulces, que el año pasado concretó una alianza estratégica con Philip Morris y tiene dos más pendientes, la primera con Pilsburg, una firma británica fabricante de alimentos con sede en Estados Unidos, y la segunda con la norteamericana Keebler. Y como si eso fuera poco, decidió comprar la venezolana Fiesta, que produce dulces, pasteles y chocolates, con una inversión de 9,5 millones de dólares.Todas las negociaciones conducen a un solo propósito de la compañía: "Ser líderes en el Grupo Andino, Centro América y el Caribe de aquí al año 2000", según le dijo a SEMANA su presidente, Ariosto Manrique Herrera. Esa es su mayor meta, junto con la de ser fuerte en snacks, un negocio al que se metió hace poco y en el que invirtió 2,5 millones de dólares en 1995 para construir una nueva planta que le permita ganar mercado. La idea es expandirse, no sólo en Colombia, sino incluso montar plantas en Ecuador, Perú y algún país de Centro América. "En esta parte del continente están las mejores posibilidades. América del Sur tiene un desarrollo firme pero lento", agrega. Ese gusto por los vecinos explica también el hecho de que la compañía dulcera quiera especializarse en cuanto a sus exportaciones. Eso significa que en lugar de venderle a 130 países, como hasta ahora, se concentre en los vecinos, aunque sin dejar a un lado mercados como Estados Unidos o Japón, donde los resultados han sido buenos. Para Colombina, los mercados extranjeros son sin duda una preocupación de respeto, pues a ellos destina el 38 por ciento de su producción. El año pasado, por ejemplo, vendió 27,8 millones de dólares, con un incremento del 41 por ciento, que no resulta nada despreciable. Donde tuvo mayor éxito fue en Venezuela y de ahí que una de sus mayores preocupaciones actuales sea lo que va a ocurrir con la economía de ese país, por la crisis que desde hace dos años atraviesa y por las medidas de emergencia tomadas por el presidente Rafael Caldera en los últimos días.Pero como si por allá llueve por aquí no escampa, la compañía también tiene sus dudas sobre lo que va a ser este año para la economía nacional, pues "ya se sienten los síntomas de una recesión", según Manrique, y así, hay que encontrar la mejor forma para sobrevivir. "No hay una demanda ágil. Por el alto costo del dinero, los almacenes están bajando sus inventarios, y eso implica para nosotros asumir mayores costos en la distribución porque tenemos que abastecerlos con una mayor frecuencia", agrega. Pero además de eso, si el costo de vida sube por encima de los sueldos, una de las primeras cosas que recortan las familias es el gasto en dulces, lo que amargaría no sólo las sonrisas de muchos niños sino los resultados de una empresa como Colombina, y ese riesgo lo sabe su presidente.Aún con dificultades, la idea para este año es lanzar agresivamente por lo menos 16 productos nuevos, así como conseguir la representación y comercialización de dos marcas importadas. Con eso, es probable que una empresa que hoy en día tiene el 60 por ciento del mercado de los dulces en el país y el 30 por ciento del de los waffles muerda un pedazo más grande de una de las tortas más dulces y tradicionales de la economía nacional.