Pobre crecimiento

La economía colombiana creció 1,1 por ciento en el primer trimestre de 2017 frente a igual periodo de 2016, un dato que no sorprende, pues refleja el periodo de desaceleración observado desde el año pasado. Los analistas esperaban una variación para este arranque del año, entre 0,9 y 1,3 por ciento. Durante el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, esta es la cifra más pobre para un primer trimestre. El año pasado, entre enero y marzo, el producto interno bruto (PIB) había aumentado 2,7 por ciento. La rama con mayor crecimiento en el primer trimestre de 2017 fue agricultura con 7,7 por ciento. Por su parte, el sector minero-energético presentó una caída de 9,4 por ciento, explicado, fundamentalmente, por el comportamiento del petróleo. La industria manufacturera solo creció 0,3 por ciento, mientras la construcción descendió 1,4 por ciento. La menor confianza de los consumidores se reflejó en el comercio, que presentó una baja en su crecimiento del 0,5 por ciento. En su última sesión, la Junta Directiva del Banco de la República había señalado que los indicadores de la actividad económica como las ventas al por menor,  la producción industrial y la confianza del consumidor mostraban un debilitamiento de la economía en el primer trimestre del año, más pronunciado de lo previsto. Con esto, el equipo técnico del Emisor redujo el pronóstico de crecimiento para 2017 de 2 por ciento a 1,8 por ciento. Por su parte, el Departamento de Investigaciones Económicas de Bancolombia señala que a medida que transcurra el año la economía ganará tracción paulatinamente y, en este sentido, proyectó un crecimiento para todo 2017 de 2 por ciento.

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El cartel de los tubos

La semana pasada se conocieron los resultados de una nueva investigación sobre carteles empresariales. Esta vez la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) indagó las empresas American Pipe, Manufacturas de Cemento Titán y Tubox, que habrían fijado los precios de los tubos de concreto para alcantarillado entre 2004 y 2014, para repartirse los potenciales clientes. El superintendente Pablo Felipe Robledo señaló que la investigación se inició a partir de informaciones suministradas por una de esas industrias, la cual ingresó al programa de beneficios por colaboración como empresa delatora. La Superindustria formuló pliego de cargos contra siete altos directivos y exdirectivos por presuntamente haber colaborado, facilitado, autorizado y ejecutado esas conductas anticompetitivas. Entre las pruebas hay declaraciones, correos electrónicos, citaciones a reuniones y archivos digitales que darían cuenta de los lugares (clubes sociales) en donde se reunían para estructurar y ejecutar el acuerdo anticompetitivo. Y mostrarían la forma como los altos ejecutivos habrían pactado eliminar el rastro de su conducta al dejar de usar los correos electrónicos institucionales y pasarse a servicios de mensajería instantánea no convencionales. Las tres empresas habrían vendido tubos de concreto para alcantarillado por un valor superior a 250.000 millones de pesos durante el periodo investigado.

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Por fin la esperanza

Comenzó a operar el proyecto de transmisión de energía Nueva Esperanza, que beneficia a más de 12 millones de colombianos de 21 municipios de Cundinamarca, Guaviare, Meta y Tolima. La obra, ejecutada por Empresas Públicas de Medellín (EPM), incluye cinco líneas de transmisión a 230.000 voltios, una más a 500.000 voltios, la ampliación de las subestaciones El Guavio y Bacatá y la construcción de una nueva en Soacha, que entrega la energía al sistema de distribución a través de Codensa.