EEUU: Crece la confianza del consumidor en mayo

La confianza del consumidor mejoró considerablemente en mayo, aumentando a su mayor nivel desde septiembre, mientras más estadounidenses sienten que ya ha pasado la peor parte de la recesión económica.

El grupo de investigación privado sin fines de lucro The Conference Board, con sede en Nueva York, dijo el martes que su índice sobre la confianza del consumidor, que había aumentado en gran medida en abril, superó los pronósticos de los economistas al llegar a 54,9 en comparación al 40,8 ajustado, de abril.

Los economistas entrevistados por Thomson Reuters habían previsto un ascenso a 42,3 unidades.

El índice supera la tendencia de los últimos ocho meses, cuando el nivel estaba en 61,4. El resultado de mayo también está dentro del margen del nivel de hace un año, en 58,1.

El índice de la situación actual, que mide cómo se siente actualmente la ciudadanía sobre la economía, subió a 28,9 del 25,5 del mes pasado, pero el índice de expectativa, que mide el panorama percibido por los compradores en los próximos seis meses, se disparó al 72,3 con respecto al 51,0 de abril.

"Los consumidores se sienten menos pesimistas sobre el futuro con respecto al estado de ánimo que prevalecía a principios de año. Las expectativas se basan en que las condiciones laborales, el mercado laboral y los ingresos mejorarán en los próximos meses", destacó Lynn Franco, directora del centro de investigación sobre los consumidores del Conference Board, en una declaración.

"Mientras la confianza sigue débil según los niveles históricos, en lo que respecta a los consumidores, lo peor ya ha pasado", agregó.

El índice constituye una noticia positiva para los comerciantes que esperaban que los estadounidenses recuperaran su espíritu para consumir, después de que la confianza había caído a su peor nivel en meses recientes.

Sin embargo, a los economistas les preocupa que el ascenso del mercado bursátil no se mantenga, debido a que la economía estadounidense aún debe superar una serie de desafíos, como el mercado de la vivienda aún debilitado y el sombrío panorama laboral.