ÁNGEL PÉREZ MARTÍNEZ

Egan Bernal: bachiller, bilingüe y buen comunicador

Como la mayoría de los colombianos durante las últimas semanas conozco cada vez más sobre Egan Bernal, hoy famoso por ganar el Tour de Francia. Me ha descrestado su personalidad, sus objetivos de vida que expresa de manera sencilla y puntual: “hacer bien mi trabajo”, su relación con su familia y su rápido ascenso, hasta convertirse en el líder mundial del ciclismo de ruta.

Ángel Pérez, Ángel Pérez
7 de agosto de 2019

También encontré que Egan Bernal ya empezó a asumir responsabilidades propias de un líder: él animó con su presencia a los niños y adolescentes a participar del programa Bicicar de la Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR) entidad que tiene una excepcional propuesta educativa ambiental “para mitigar los efectos del cambio climático en los municipios priorizados en su jurisdicción, utilizando la bicicleta como elemento didáctico para que la comunidad lidere acciones coherentes en la preservación, conservación y uso adecuado de los elementos naturales de cada territorio”.

Egan contó con una familia de bajos recursos, pero ejemplar. La versión de un amigo de la familia de Egan, clarifica que él es hijo de un celador y una trabajadora del sector de las Flores; una familia normal donde los padres trabajan, educan a sus hijos en colegios oficiales y luchan para que ellos terminen la secundaria, con el sueño de que algún día vayan a la universidad. Por fortuna, Egan no perteneció a los niños que observan cómo sus padres, familiares, vecinos y amigos se reúnen en torno al alcohol y los excesos. Egan tuvo un padre deportista, exciclista, que los domingos salía con amigos y su hijo a montar bicicleta por las carreteras de Cundinamarca. 

Lo anterior explica, de alguna manera, por qué Egan desde niño fue un deportista excepcional: antes de los 16 años ya había acumulado títulos en el ciclomontañismo; también, con la ayuda y orientación de su familia, Egan terminó su educación secundaria y alcanzó a estar durante un semestre en la universidad donde estudió comunicación social. Cuántos adolescentes colombianos consiguen un trabajo informal y sus padres apoyan que se retiren del colegio por un exiguo salario que no significará una oportunidad para tener una vida mejor; recordemos que cerca del 30% de los jóvenes en Colombia no termina la educación media. Quienes saben de ciclismo reconocen que, para poder resistir semanas enteras de competición, se requiere contar con un cuerpo privilegiado, preparación de largo plazo, alimentación especial; así como fortaleza mental para planear la carrera, saber ubicarse en el lote y aguantar el sufrimiento.

Álvaro Restrepo cita a Nicholas Krystof quien sostiene que: “El talento es universal. Las oportunidades no”. Restrepo, quien trabaja en Cartagena como director del Colegio del Cuerpo, una academia de danza contemporánea que ha formado a más de 8.500 niños y jóvenes de bajos recursos, sostiene que “trabaja con muchos Eganes: niños, adolescentes y jóvenes con inmenso talento, la mayoría de los cuales se pierden por falta de oportunidades”. La familia de Egan ayudó a construir oportunidades de vida para el joven deportista.

En los colegios oficiales y privados también existen miles de niños con talentos especiales que en muchos casos perdemos porque sus padres de familia son irresponsables o mal ejemplo para ellos, algunos de estos padres tienen ingresos medios o altos y educación, pero no ayudan a formar a sus hijos, al contrario, son un obstáculo para las intenciones de un buen maestro o del colegio.  

Jorge Hernán Cárdenas, quien conoce de educación, en su cuenta de Twitter propuso que el Presidente Duque nombre a los grandes Nairo, Rigo, y Egan como embajadores educativos, con capacidad de ir a las Instituciones Educativas y hablar de la importancia de los deportes, la disciplina, el trabajo en equipo y ahora de la necesidad del bilingüismo.

La propuesta de Cárdenas puede ayudar a responder la pregunta sobre ¿cómo ayudar a los estudiantes a construir proyectos de vida? cuando estos no tienen entornos familiares y sociales proclives a la disciplina, al esfuerzo, al trabajo en equipo y a la importancia del estudio. Los deportistas de élite de Colombia pueden ser un modelo de vida para los estudiantes, al igual que muchos artistas, escritores, académicos, empresarios, e incluso algunos políticos, cuya vida basada en el esfuerzo, la superación y el compromiso con los demás son un ejemplo, un posible camino a seguir y sobretodo una alternativa para que niños y adolescentes encuentren oportunidades que quizás soñaron, pero que siempre pensaron desde niños que eran imposibles de lograr. Gracias Egan, pero de manera especial a su familia y amigos, nadie más debe abrogarse sus triunfos.