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El auto fantástico

El sector automotor espera enfrentar el futuro con innovación. Desde carros eléctricos, autónomos o dotados de copiloto personal, hasta el automóvil volador y los sistemas digitales de movilidad urbana forman parte de sus estrategias.

30 de septiembre de 2017

La industria automotriz vive la más profunda transformación de su historia y enfrenta los más grandes desafíos. La congestión de las ciudades, el cambio climático y la revolución digital le han marcado nuevos derroteros a uno de los sectores económicos más poderosos de los últimos 100 años. En Alemania, donde cada dos años se realiza la principal feria automotriz del planeta –el AutoShow de Fráncfort–, fabricantes de carros, proveedores y desarrolladores de tecnología mostraron que el sector está listo para responder a los inmensos retos del futuro.

Las poderosas empresas alemanas, francesas, estadounidenses, coreanas, japonesas y chinas, entre otras, lanzaron los nuevos modelos y conceptos con los cuales buscan cautivar a un mercado cada vez más exigente. También exhibieron las soluciones de movilidad urbana con las que esperan contribuir a mejorar las condiciones de transporte de las grandes metrópolis.

La conclusión de este encuentro con la industria automotriz no admite debate. Los fabricantes de autos no creen que ya todo está inventado y que no hay nada nuevo bajo el sol. Ni dejarán de apostarle a este negocio, pese a que los objetivos de reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) –que comprometen a la mayoría de los países europeos– han puesto al sector en una posición desafiante ante políticos y ambientalistas. El exceso de este gas es considerado el principal causante del calentamiento de la atmósfera por el efecto invernadero.

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Precisamente este año, la feria de Fráncfort se llevó a cabo en medio del acalorado debate en el Viejo Continente sobre el uso del combustible diésel, que impide alcanzar los ambiciosos objetivos de CO2. A las afueras del recinto ferial de la capital financiera de Alemania, manifestantes de Greenpeace pedían terminar de una buena vez con la era de los vehículos de gasolina.

Lo cierto es que pocas industrias tienen tanta resiliencia como esta. Para enfrentar los retos ambientales, en Fráncfort el sector mostró que el vehículo eléctrico llegó para quedarse. Todas las marcas lanzaron sus carros híbridos (combinan un motor a gasolina y uno o varios eléctricos) y los ciento por ciento eléctricos. Aunque existen desde hace algún tiempo, los nuevos modelos logran cada vez mayor autonomía. Se conectan como un celular en los puntos de recarga que, a futuro, deben extenderse masivamente como las actuales estaciones de gasolina.

Precisamente, la construcción de la infraestructura de electrolineras es el mayor reto que enfrenta el carro eléctrico. El precio y las baterías constituyen otros dos desafíos por vencer para lograr ventas masivas. Sin embargo, los productores creen que será cuestión de tiempo para superar esos aspectos.

Para Alexander W. Wehr, presidente y CEO de BMW para América Latina, la expansión de la gama de modelos que incluyen vehículos accionados por electricidad constituye el pilar central de la estrategia corporativa de este grupo alemán. Pero si todos los fabricantes van en la misma dirección, ¿llegó el final de los carros a gasolina o diésel? La respuesta es no. Según los industriales del sector, estos vehículos permanecerán en la agenda, pero optimizados. Lo cual, como anota un experto asistente a la feria de Fráncfort, no quiere decir que se estén aferrando a los “buenos viejos tiempos. Todo lo contrario, para nosotros, aprender de los propios errores significa avanzar en los temas para el futuro”, dijo.

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En otras palabras, los vehículos a gasolina seguirán transitando. Mientras la legendaria compañía sueca Volvo –que hoy pertenece a la china Geely– anunció hace poco que dejará de fabricar automóviles movidos por motores a combustión interna a partir de 2019, Peter Schwarzenbauer, miembro del consejo del fabricante alemán BMW y encargado de la relación con los consumidores, es enfático en señalar que no es posible ponerle fecha al final de los autos de gasolina o diésel. “No sabemos el año correcto para ello. Es muy temprano para decirlo”, sostiene.

Muchos paradigmas están cambiando en la industria automotriz. Si el carro eléctrico se ha vuelto tendencia, la digitalización y sus grandes ventajas es la megatendencia. Los fabricantes exhibieron los avances logrados para mejorar la seguridad vial y reducir considerablemente los accidentes. Gracias a la tecnología, es posible tener carros dotados con copiloto personal que ayudan a conducir. Cuando estos nuevos sistemas del vehículo identifican un cambio en el límite de velocidad en la vía, le sugieren al conductor acomodarse a este nuevo valor. Si este acepta y confirma la velocidad sugerida, pulsando un botón, el vehículo adapta automáticamente su nueva velocidad. También, al activar la función de control de crucero, el carro puede sostener automáticamente una distancia determinada con el vehículo delantero. Si se trata de una vía congestionada, para reducir el nivel de estrés un control de dirección y carril puede conducir el auto casi de manera autónoma, a una velocidad determinada.

También, gracias a la revolución digital es posible minimizar la búsqueda de un espacio de estacionamiento en las ciudades y mejorar considerablemente el flujo de tráfico. El carro que se estaciona solo no es un sueño. Ya es realidad.

En materia de movilidad, los dos grandes fabricantes alemanes sí que han puesto a rodar la imaginación. DriveNow, empresa del grupo BMW, y Car2go, filial de la alemana Daimler AG (responsable de la marca Mercedes-Benz), compiten en el llamado servicio de uso temporal de vehículos, que funciona en varias ciudades de Europa y Estados Unidos.

Este concepto consiste en alquilar autos eléctricos por minutos. Un aplicativo, que se baja en los teléfonos inteligentes, ubica el vehículo más cercano disponible para usarlo mediante una especie de alquiler por distancias cortas, es decir, en los centros urbanos.

Para los fabricantes de autos, la digitalización ofrece excelentes oportunidades para dominar los retos de movilidad en las ciudades, lo que a su vez está asociado con menores emisiones contaminantes de CO2 y menos consumo de combustible. Se estima que para 2020, la industria automotriz alemana invertirá cerca de 18.000 millones de euros (casi 21.000 millones de dólares) en la conducción conectada y automatizada.

Ahora bien, esta feria, enmarcada dentro del concepto “El futuro ahora”, sirvió para que nuevos fabricantes mostraran sus versiones del auto volador. Pal-V Liberty exhibió su revolucionario vehículo que aspira a solucionar el tráfico de las carreteras. Para sus voceros, el gran secreto de este auto está en la forma fácil y segura de conducirlo.

La compañía Aeromobil, de Eslovaquia, presentó también su modelo. Según Juraj Vaculik, fundador de la empresa, tiene todo lo que un carro y un avión pueden ofrecer. Debido a su flexibilidad, el conductor tiene la opción de ir por carretera o por aire. “Hemos unido el mundo aeroespacial y automovilístico como nadie antes”, dice. El carro que la firma ya está comercializando, producto del trabajo de más de 25 años, dispone de cuatro asientos y contará con un sistema de conducción automática.

Por ahora, el precio de estos autos todavía es muy elevado y solo alcanzable para personas con altos ingresos, pues algunos hablan de 600 millones de pesos aproximadamente. Pero lo cierto es que se trata de un sueño hecho realidad.

Como puede verse, la industria automotriz dirige su atención al largo camino que tiene por delante. Los profundos desafíos que el sector enfrenta parecen impulsarlo para pasar otro siglo más, moviendo la economía del planeta.