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La torre de control de ElDorado está en el centro de la polémica. | Foto: SEMANA.

INVESTIGACIÓN

El lío entre la Aerocivil y la Contraloría

La construcción de la torre del control de El Dorado enfrenta a ambas entidades.

21 de enero de 2013

Por considerar que en la construcción de la nueva torre de control del aeropuerto Eldorado hay un sobrecosto por 23.362 millones de pesos la contralora General de la Nación, Sandra Morelli, anunció que abrió juicio de responsabilidad fiscal contra la entidad aérea.

Una auditoria realizada por la Contraloría detectó que la Aeronáutica Civil recibió dos propuestas para hacer la nueva torre de control con similares características, pero con precios muy distintos.

Una de las propuestas era del Concesionario Opaín, el mismo que viene realizando desde hace varios años la construcción del nuevo terminal aéreo. Opaín propuso construir una torre de control de 88 metros de altura y un diámetro de 50 metros por 20.123 millones de pesos.

Por su parte, la empresa Ineco ofreció construir una torre menos elevada, de 80 metros de altura y de un diámetro inferior (30 metros) con un costo mayor de 44.925 millones de pesos.

Según el organismo de control, tanto la propuesta de Opaín como la de Ineco representan la construcción de torres de control con las mismas funcionalidades y un sistema estructural igual en los diseños.

Por eso determinó abrir juicio de responsabilidad fiscal por un detrimentro patrimonial contra el erario público y advirtió que como la Aerocivil escogió la propuesta más onerosa los costos futuros del mantenimiento de la nueva torre serán mayores.

La funcionaria señaló que se abstendrá de entrar en controversias con el director de la Aerocivil, Santiago Castro, por fuera del proceso que se sigue sobre el tema.

Castro ha insistido en que las dos propuestas son muy diferentes y que mientras el presupuesto de Opaín era preliminar el de Ineco era un presupuesto de detalle. Además este último presentó un diseño ajustado a lo que pedía la Aerocivil y era que la torre fuera como un poporo Muisca, lo que subía el valor de la obra. La entidad insiste en que el proceso se hizo con total transparencia y ajustado a los precios de mercado.

Más allá de la investigación quedó abierto un enfrentamiento entre las dos entidades. En uno de los párrafos se señala: “El director de la Aerocivil debe decirle la verdad al país, sin tergiversar la realidad de los hechos”.