Telecomunicaciones
El negocio del año
La ETB y EPM se unieron para participar en la licitación del PCS. De obtener la licencia le cambiarán la cara a las telecomunicaciones en el país en 2003.
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Todo el mundo estaba a la expectativa en la sede del Ministerio de Comunicaciones el pasado martes 3 de diciembre a las 4 de la tarde. A esa hora estaba programada la audiencia pública para la entrega de las propuestas de las empresas interesadas en participar en la licitación del PCS, el sistema de comunicaciones que el año entrante entrará a competir con la telefonía celular.
En los puestos reservados para los proponentes se sentaron, lado a lado, Paulo Orozco, presidente de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), e Iván Correa, presidente de las Empresas Públicas de Medellín (EPM), ambos sonrientes y rodeados de sus equipos de asesores. Lo más notorio de la escena, sin embargo, fue la ausencia de representantes de empresas extranjeras. No llegó la gente de Telefónica de España, Telecom Italia, ni ninguna de las compañías que, se especulaba, estarían interesadas en el PCS.
La ausencia de los extranjeros bastó para que el público presente entendiera cómo sería el negocio. Todo el mundo sabía que ni EPM ni ETB tenían el músculo financiero para prestar, por sí solas, el servicio de PCS en todo el territorio nacional. Descartada la opción de las alianzas internacionales, a ETB y EPM sólo les quedaban dos caminos para entrar al negocio. O se dividían el país para operar cada una en una región distinta o se aliaban para prestar conjuntamente el servicio en todo el territorio nacional.
Minutos más tarde quedó claro que habían optado por el camino de la alianza, pues presentaron entre las dos una sola propuesta, a nombre de una empresa que se llamará Colombia Móvil S.A., de la cual serán socias ETB y EPM. Los presidentes de éstas se abstuvieron de dar detalles sobre la alianza hasta tanto no les adjudiquen la licencia para operar el PCS. Lo cierto es que tras un noviazgo secreto ambas compañías se unieron en este matrimonio por conveniencia y, de obtener la licencia, entrarán pisando fuerte en el mercado de telefonía móvil.
Largo parto?
La entrega de las propuestas pone fin a un proceso que empezó hace más de cuatro años, cuando se empezó a hablar de la necesidad de introducir en el país el sistema de comunicación personal, conocido como PCS por sus siglas en inglés. Los celulares habían empezado a operar en 1994 y el gobierno les había garantizado la exclusividad hasta 1999. A partir de ese momento la idea es que tuvieran la competencia el PCS.
La entrada de estos, sin embargo, estuvo plagada de obstáculos. En 2000 se aprobó la ley 555 para reglamentar la entrada del nuevo servicio. Pero en ésta apareció una especie de mico que dificultó las cosas. El temor frente a posibles demandas de las empresas de celulares frenó el proceso casi dos años, un tiempo precioso para que éstas pudieran actualizarse tecnológicamente y prepararse para la competencia. Los gobiernos de Andrés Pastrana y Alvaro Uribe tuvieron que tomar todas las precauciones legales y blindarse jurídicamente para poder seguir adelante con la licitación.
El pasado martes se depositó en una urna, en un sobre cerrado, la propuesta económica del único interesado en el PCS: Colombia Móvil. Esta contiene el precio que ofrece pagar la empresa por las licencias para operar el servicio en las tres zonas en que se dividió el país (Centro, Occidente y Costa Atlántica).
Al cierre de esta edición el gobierno trabajaba para fijar el precio mínimo de las licencias, con base en un sofisticado modelo financiero. Se esperaba que este valor se publicara a más tardar este lunes 9 de diciembre. Si el precio ofrecido por Colombia Móvil resulta por encima del mínimo que fije el gobierno ganará la licencia. Si el ofrecimiento está hasta un 10 por ciento por debajo la empresa tiene la oportunidad de mejorar su oferta hasta alcanzar el valor mínimo de la licencia. Si se niega a hacerlo, o su ofrecimiento inicial es demasiado bajo, queda descalificada.
Ha habido mucha especulación sobre el precio que ofrecerán pagar ETB y EPM. En este punto las opiniones de los expertos difieren. La única referencia que hay sobre el precio es lo que pagaron las mismas compañías de celulares por sus licencias.
En 1993 éstas voluntariamente ofrecieron pagar un dineral por operar el servicio hasta 2003, con exclusividad garantizada hasta 1999. Después obtuvieron unas nuevas licencias para prestar el servicio entre 2003 y 2013 en condiciones de competencia. Por éstas cada empresa pagó cerca de 65 millones de dólares, por todo el territorio nacional. Como este último período coincide con el que tendrá el PCS, es previsible que la licencia del nuevo servicio cueste algo parecido a esos 65 millones de dólares, si no menos, por la mayor ventaja que ya han tomado los celulares en el mercado.
Meganegocio
El de los PCS será el negocio más grande en el país en mucho tiempo. Implicará una inversión que superará los 500 millones de dólares, de los cuales la mayoría se iría en infraestructura y equipos.
Para ETB y EPM el PCS es cuestión de supervivencia a largo plazo. Ambas empresas están bien posicionadas en el mercado de telefonía local y de larga distancia (con el 07 y 05 respectivamente), pero están ausentes de las comunicaciones móviles. De ahí el interés que tienen en el PCS.
La única diferencia que hay entre los actuales celulares y el PCS es que operan en bandas distintas: los primeros en la de 800 Hhz., y los segundos en la de 1.900 Mhz. Para el usuario, hoy en día, son casi la misma cosa, ya que prestan los mismos servicios. De hecho, hay países donde ni siquiera tienen nombres distintos, pues celulares y PCS se agrupan bajo el nombre genérico de teléfonos móviles o portátiles.
La entrada de este nuevo operador volverá mucho más intensa la competencia en el mercado de telefonía móvil, pues se romperá el duopolio. En los demás países donde ha entrado un tercero a competir se observa un patrón muy claro. Bajan las tarifas y se amplía la oferta de servicios.
Esto se puede dar de muchas maneras. En México, por ejemplo, entró Pegaso, un nuevo operador, y ofreció cobrar las llamadas por segundo, y no por minutos enteros, como se hace actualmente en Colombia. En 1998 en Chile ingresó Entel PCS, y a base de reducciones agresivas en las tarifas logró convertirse en el líder del mercado en sólo dos años. Otro ejemplo es el de Perú, donde entró Telecom Italia Mobile y les ofreció a los clientes eliminar el contrato, de manera que se pudieran ir cuando quisieran. También es cierto que les quedaba fácil hacerlo, pues los teléfonos de PCS no suelen ser compatibles con las redes de los celulares, de manera que para cambiarse de operador hay que comprar teléfono nuevo.
Este detalle tecnológico será muy importante en Colombia. En telefonía celular existen dos estándares, que son algo así como Windows y Mac en el mundo de los computadores. Uno es el estándar europeo, llamado GSM, que tiene el mayor número de usuarios en el mundo, y el otro es el estadounidense, que se llama Cdma en su versión más moderna.
Comcel acaba de anunciar que adoptará el estándar europeo GSM. BellSouth, por su parte, planea migrar al estadounidense Cdma. En ambos casos esto implicará que los clientes tarde o temprano tendrán que cambiar de teléfono. Se espera, sin embargo, que haya un período de transición en el que van a coexistir las redes viejas -con los teléfonos actuales-, y las nuevas para aquellos clientes que hayan adquirido aparatos nuevos. También es previsible que las empresas incentiven a los usuarios por la vía de promociones y subsidios, a cambiar de teléfonos.
El problema es que un nuevo terminal de BellSouth no podrá operar en la red de Comcel, y viceversa. Los clientes de las diferentes empresas podrán hablar entre sí, naturalmente, pero no se podrán cambiar de operador sin cambiar de teléfono. Aún no es claro con qué tecnología entrará a operar la nueva empresa de PCS, pero es probable que elija GSM, la misma de Comcel. Aún así, los teléfonos no serían fácilmente intercambiables, porque los PCS y los celulares operan en frecuencias distintas.
El lado positivo de estas tecnologías es que permiten mejores servicios y mayores velocidades. En la actualidad los celulares operan con tecnología de segunda generación. Después de la actualización, Comcel, BellSouth, y también Colombia Móvil, tendrán tecnologías de generación 2.5, aunque los proveedores de equipos suelen confundir deliberadamente al público diciendo que son de tercera generación.
Además de la competencia en precio la otra cosa que tiende a ocurrir cuando entra un tercer operador es que aumenta la oferta de servicios. Esto está empezando a verse en el país aun antes de la entrada del PCS. BellSouth, por ejemplo, acaba de lanzar su servicio de Internet Móvil, que ofrece cosas novedosas, como la transcripción de mensajes de voz a texto, para su posterior envío por correo electrónico. Comcel también había innovado con el Wireless Application Protocol (Internet Inalámbrico). Son muchas las cosas que se pueden hacer con los celulares, desde transacciones bancarias hasta leer el horóscopo. Con las nuevas tecnologías y la competencia de el PCS se multiplicará la oferta de estos servicios.
En los últimos dos años se ha duplicado el número de usuarios de celulares en Colombia. Esto se debe en buena medida a la mayor agresividad de las estrategias comerciales de las compañías, que han ganado terreno y se han preparado para la competencia que se les viene. Aun así, hay mucho espacio para crecer. Al cierre de este año se calcula que cerca del 10 por ciento de la población colombiana tendrá el servicio, cuando en países como Chile este porcentaje alcanza 38 por ciento y en Venezuela 27 por ciento.
Ya están hechas las apuestas para el PCS. Si el precio que ofrecieron ETB y EPM por las licencias resulta ser demasiado bajo, quedarán por fuera de la licitación y será un fracaso para el gobierno. En cambio, si Colombia Móvil obtiene la licencia del PCS, ETB y EPM darán un salto histórico adelante y le cambiarán la cara al sector de las telecomunicaciones en el país.