Home

Economía

Artículo

EL PECADO DE LA CARNE

La situación de orden público acentúa la crisis del sector ganadero.

30 de octubre de 1989


En un país donde todo sube es un acontecimiento que el precio de un bien de primera necesidad disminuya. Pero eso exactamente es lo que le está pasando a la carne de res que se ha descolgado en las últimas semanas, ahondando así una crisis que cumple por lo menos dos años. Porque ya se sabía que los ganaderos estarán --valga la expresión--en época de vacas flacas. No obstante, la situación de orden público empeoró mucho más una coyuntura que era definitivamente mala. Indagaciones del gobierno han demostrado que la oferta de reses para sacrificio aumentó sustancialmente en respuesta a las medidas de orden público que incluyen el decomiso de semovientes de aquellas fincas asociadas al narcotráfico. Para nadie es un misterio que la compra de tierras y ganado era una actividad favorita de ciertos capos y ante la ofensiva del Estado muchos salieron a vender a lo que les ofrecieran.

Tal circunstancia se ha notado en mercados formalmente establecidos, tal como la Feria Ganadera de Medellín. Mientras el 9 de agosto, por ejemplo, el kilo de macho cebado en pie se cotizaba a 295 pesos, a mediados de septiembre este se pagaba a unos 285, un precio similar al registrado en junio de 1987. Otros reportes sostienen que en poblaciones como La Dorada--en el Magdalena Medio--la caída en precios es sustancialmente mayor.

Toda esa situación coloca en serios aprietos a los ganaderos tradicionales, quienes han visto reducidos sus márgenes de utilidad. Eso ha llevado a que para obtener liquidez muchos hayan sacrificado reses hembras, aumentando así la duración y fortaleza del ciclo recesivo.

Para colmo de males, esa reducción en precios no se le ha transmitido al consumidor, para quien la carne sigue aumentando. Como consecuencia, el consumo de carnes rojas en Colombia ha venido disminuyendo desde comienzos de esta década. A lo anterior se le suma que otros mecanismos para regular la oferta--como las exportaciones-- no han resultado, debido, entre otras razones, a la epidemia de fiebre aftosa. La única venta importante al exterior este año ha sido la de unas seis mil toneladas de carne al Perú.

En consecuencia, el Ministerio de Agricultura ha adoptado un "plan cárnicos de corto plazo", que incluye aspectos como el crédito, la tecnología, el mercadeo (40 puntos de ventas a través del IDEMA en 15 ciudades) y la adecuación de praderas. Aunque por ahora se sabe que se está atravesando por circunstancias muy particulares, también se espera que una vez se normalice la situación de orden público, la calma retorne al mercado ganadero. Si eso es así es probable que dentro de unos meses el sector recobre el apetito para conseguir que, una vez más, se vuelva a hablar de un período de vacas gordas en la cria de vacunos.--