EL PRECIO DEL DEBER

Pocos le creyeron al Ministro de Economía de Argentina, Domingo Cavallo, cuando anunció en días pasados que la economía austral crecería 5 por ciento el presente año. Cavallo ha sido ampliamente reconocido por propios y extraños como el principal responsable del reordenamiento de la economía del país después del caos macroeconómico de los 80. Entre sus principales logros se cuenta el haber reducido la inflación a un nivel anual de apenas 2 por ciento en 1995, cuando cinco años atrás era superior a 1.000 por ciento. Sin embargo la dicha nunca es completa: el costo de tan flamante evolución de los precios fue una caída del Producto Interno Bruto _PIB_ argentino de 4,4 por ciento el año anterior. Semejante resultado explica el crecimiento del desempleo, que ha alcanzado niveles superiores al 16 por ciento. Con estos antecedentes, no resulta difícil entender la incredulidad de los argentinos ante las proyecciones oficiales. Son los gajes de apretarse el cinturón.