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El inicio del ajuste en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en Estados Unidos será el evento económico más importante del año y la variable de mayor relevancia para anticipar la dinámica de los mercados. | Foto: A.F.P.

TASAS

El rumbo de los mercados

Dado el nivel de incertidumbre mundial, es difícil predecir qué pasará en los mercados financieros el próximo año. Lo más certero es que comience el ajuste en las tasas de interés en Estados Unidos.

Julián Cárdenas Fonseca, analista económico de Protección
29 de noviembre de 2014

Hay algo en lo que va a ser difícil equivocarse el próximo año. Se trata del inicio del ajuste en las tasas de interés en los Estados Unidos, después de nueve años sin incrementos y seis en un nivel mínimo histórico (0,25 por ciento). Este será el evento económico más importante del año y la variable de mayor relevancia para anticipar la dinámica del dólar, la renta fija y la renta variable (acciones).

Hace un año los agentes del mercado anticipaban una reducción en el programa de compra de activos (QE) de la Reserva Federal y se meditaba acerca de un eventual inicio del proceso de normalización en las tasas de interés. Lo primero se cumplió y se le puso fin en octubre, y lo segundo, está por verse posiblemente a mediados de 2015 o antes.

Sin embargo, el ritmo de incrementos será paquidérmico y posiblemente por encima de 1 por ciento para el cierre de 2015. Lo anterior lo aseveró el mercado en 2014, al ver pasar las tasas de los títulos de deuda a diez años a niveles inclusive inferiores al 2 por ciento (algo que no se esperaba). Para 2015, estas pueden quedarse por debajo de 3 por ciento y el índice de referencia de las acciones (S&P 500) sin variación o ligeramente negativo.

Aunque es lógico que ante mejores datos macroeconómicos el dólar y las acciones se fortalezcan, la confirmación del incremento en las tasas de interés marcará un nuevo capítulo de la política monetaria y de la recuperación en Estados Unidos. En 2014, el mercado anticipó gran parte de la recuperación de la economía a través de fortaleza de la moneda y repunte de los mercados accionarios. En 2015, ambas variables podrían rezagarse a la espera de la decisión de política monetaria.

Es relevante mencionar que lo que se registró en 2014 en Estados Unidos, se dio en medio de un buen crecimiento de la economía, una fuerte creación de empleo y tras el fin del QE. En 2015, esta buena dinámica no garantizará que las tasas de los títulos de deuda suban con rapidez. La crisis en Europa y el posible refuerzo en sus planes de respaldo mantendrán apetito por los bonos estadounidenses y ofrecerá oportunidades en renta variable en el viejo continente. Además, las tasas de interés del mercado serán mínimas porque los grandes bancos centrales del mundo operarán con tasas de política monetaria históricamente bajas.

En lo que se refiere a Colombia, si el entorno internacional se deteriora, no se debe descartar un recorte en la tasa de intervención del Banco de la República. El impacto de la devaluación del peso en la inflación es rezagado y no representa un riesgo en 2015, con precios a nivel internacional en mínimos históricos y un fenómeno del Niño que no se materializó.

La inversión en el país estará firme por los proyectos de infraestructura de 4G y el cierre de gobiernos locales y regionales. También, el posible repunte en la tasa de cambio (2.250 pesos para el cierre del año) ayudará a la industria, a las exportaciones y puede moderar el déficit de cuenta corriente. El resurgimiento de China, favorecida por bajos precios de bienes básicos abrirá oportunidades a la renta variable emergente como la colombiana. El mercado local no tendrá un inicio de año fácil. No obstante, es probable que en el año la rentabilidad para el conjunto de las acciones en Colombia ronde entre el 8 o 10 por ciento.

Desde tiempos ancestrales, el hombre ha observado el cielo para guiar su actividad económica. Existe evidencia de que los movimientos de los cuerpos celestes pueden explicar el movimiento en algunos activos financieros. En 2015, la sugerencia es permanecer dentro de los métodos modernos con portafolios diversificados, no realizar cambios con frecuencia ni movimientos muy radicales para perseguir rentabilidades. Es imposible predecir con exactitud las variables económicas y las del mercado, pero con una buena asesoría se pueden aprovechar movimientos puntuales que seguramente no faltarán en 2015.