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El grupo de Carlos Slim será un ‘monstruo’ y tendrá el dominio de casi todos los mercados. Esto obligará a sus competidores a ponerse las pilas y buscar alianzas o consolidaciones empresariales

TELECOMUNICACIONES

En manos de Slim

El empresario mexicano conformó un supergrupo en materia de telecomunicaciones. El sector está movido y todavía no se sabe si los usuarios se verán perjudicados o beneficiados.

27 de febrero de 2010

Carlos Slim, el tercer hombre más rico del mundo, acaba de anunciar la conformación en Colombia de un grupo empresarial de nueve compañías, encabezadas por Comcel y Telmex, y con casi nueve billones de pesos en ingresos anuales. La noticia es de gran trascendencia en el mundo de las telecomunicaciones porque muestra que el poderoso empresario mexicano está decidido a conquistar y posicionarse como el rey de este negocio, que en Colombia mueve cerca de 10.000 millones de dólares al año.

Esta movida forma parte del proceso de consolidación internacional que emprendieron las tres empresas que tiene el magnate en el mercado mexicano: Telmex, Telmex Internacional y América Móvil. De acuerdo con la revista Forbes, 250 millones de clientes a lo largo de Latinoamérica hacen parte de la red que Slim tiene en los negocios de Internet, telefonía celular, telefonía fija y televisión por cable.

Hasta el momento, las empresas operaban y consolidaban sus balances de manera separada. Ahora, el negocio fusionado le permitirá a Slim unificar redes, sistemas de facturación y fuerza comercial para generar enormes economías de escala, gracias a la reducción de costos. La meta final es ganar mercado y seguir expandiéndose.

La estrategia del hombre fuerte de las telecomunicaciones en América Latina ha puesto al sector con los pelos de punta. Varios empresarios ya han planteado ante el Ministerio de Telecomunicaciones y la Comisión de Regulación en Comunicaciones su preocupación por lo que se pueda venir. El primer temor tiene que ver con la competencia, pues el Grupo Slim va a ser un monstruo que domina en casi todos los mercados donde está.

La otra preocupación está relacionada con los efectos para los usuarios, pues se pueden dar posiciones dominantes que afecten sus derechos.

Expertos del sector señalan que Slim sabe bien lo que hace y está en la jugada del futuro de las telecomunicaciones, donde el diagnóstico es claro: cada vez más personas están usando teléfono celular, la mayoría de los consumidores tiene una conexión a televisión por suscripción y es creciente el uso de Internet.

Actualmente, la mayor parte del negocio es la transmisión de voz vía celular, pues representa el 40 por ciento de los ingresos de las compañías. Pese a las inmensas posibilidades que ofrece hoy la tecnología celular, los colombianos usan estos aparatos básicamente para conversar. En otras palabras, se están desaprovechando opciones como el envío de datos, la navegación por Internet o la recepción de televisión a través de dispositivos móviles. Estas son las opciones más rentables para el negocio.

Los empresarios saben perfectamente dónde está lo más 'pulpo' del negocio y por eso se han propuesto 'atacar' el mercado de los servicios, diferentes al de transmisión de voz.

Sin duda se trata de una revolución desde el punto de vista del consumo. Las empresas quieren más clientes sofisticados y no sólo aquellos que compran tarjetas prepago cada mes para recargar su teléfono celular. La fórmula es sencilla: empaquetarles esos servicios en un único portafolio, lo que significaría tarifas más económicas y, por supuesto, mayor facturación para las empresas por más volumen.

A eso le apunta Slim. A tener más clientes que estén en todo el espectro del negocio de telecomunicaciones.

¿Podrá alguien seguirle los pasos? En Colombia, el único es la multinacional española Telefónica, que actualmente tiene todo para ofrecer "cuádruple play": es decir, un paquete de servicios en telefonía celular, acceso a Internet, telefonía fija y televisión por suscripción a un bajo precio.

Sin embargo, Telefónica tiene todavía grandes desafíos. Es el segundo operador de celular, pero muy lejos de Comcel. Su oferta de televisión todavía no es representativa en el mercado y tiene un reto para consolidar la operación de Telecom, que no ha mostrado resultados muy favorables.

Por eso, actores aparentemente secundarios van a empezar a ser protagonistas en los próximos meses. ETB está buscando socio. Telefónica, Telmex y otras dos empresas han mostrado interés, pues pagaron 300 millones de pesos sólo para mirar los balances de la compañía. La pelea por esa operación se va a poner como para alquilar balcón, pues está en juego el mercado de Bogotá, que es el más grande de Colombia.

Otra compañía con la que podría haber una sorpresa es Tigo, cuya participación mayoritaria es de Millicom, una multinacional de Luxemburgo. Tigo tiene un rol estratégico en cualquier movida que se dé.

Telecom también está en la cancha y cómo jugará es un interrogante. El gobierno tendrá que definir este año qué hace con el 48 por ciento que todavía posee en esta firma. Entre los jugadores importantes también está UNE-EPM, que quiere ser un tercero en disputa en el mercado, y Emcali que también está buscando socio estratégico.

Es evidente que el partido se va a seguir moviendo de manera importante en los próximos meses y muy probablemente al terminar 2010, el panorama empresarial de las telecomunicaciones será muy diferente del que ahora vemos.



¿Y el usuario?

En una guerra por el mercado, los usuarios suelen salir ganando pues las tarifas comienzan a bajar. ¿Pero ocurrirá en este caso lo mismo?

No es seguro. Si el proceso de consolidación se da de manera muy agresiva, el país podría correr el riesgo de llegar a un monopolio o a un duopolio, una situación en la que el mercado es manejado por solo uno o dos actores. En ese caso, no hay certeza de que las tarifas se reduzcan.

En el mercado de las telecomunicaciones hay razones objetivas para plantear esta posibilidad. El año pasado Comcel, la compañía estrella de Slim en Colombia, fue declarada como un competidor con posición dominante en telefonía celular y fue obligada a reducir sus tarifas.

De igual forma, la otra joya de la corona para Slim, Telmex, fue sancionada por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) en primera instancia por una integración no reportada ante las autoridades. La medida está pendiente de un recurso de reposición; además, antes de un mes deberá salir otro fallo por parte de la Superintendencia relacionado con la integración de sus cableras.

Para la abogada Adriana Durán, de la firma Adalid, especializada en temas de telecomunicaciones, el verdadero asunto desde el punto de vista del consumidor y la competencia es: ¿qué van a hacer las autoridades si algún actor obtiene posición dominante en uno o varios mercados?

La responsabilidad está en manos de la SIC, que tiene que mirar no sólo los temas de integración empresarial, sino todo lo relacionado con prácticas restrictivas de la competencia. Según el superintendente Gustavo Valbuena, las telecomunicaciones forman parte de las prioridades de vigilancia de la SIC.

El proceso de consolidación en este sector seguirá dando de qué hablar en los próximos meses. Y si bien la oferta de servicios va a aumentar, todavía está por verse si esto redundará en beneficio para los usuarios. Lo ideal sería que bajen las tarifas y que el consumidor resulte ganando. n