En la era de los TLC

Colombia le puso el acelerador a la agenda comercial y en particular a los Tratados de Libre Comercio (TLC). En este sentido, el país está siguiendo la misma estrategia que han adoptado otras economías que encontraron en los TLC una palanca para el desarrollo y para la atracción de la inversión extranjera.

Ante el fracaso de la llamada Ronda de Doha, dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que buscaba avanzar hacia una mayor integración del comercio mundial, muchos países comenzaron a adoptar relaciones bilaterales en busca de oportunidades. Los países de América Latina que más se han destacado en esta política de integración comercial son México y Chile, naciones que ostentan el mayor número de tratados en la región.

Desde hace varios años, Colombia se propuso generar un mayor número de TLC y en 2011 esta política mostró grandes avances.

El gran logro fue la aprobación del TLC con Estados Unidos, que durante cinco años estuvo congelado en la Casa Blanca. Se trata de un acuerdo con el socio comercial más importante de Colombia, la economía más grande del mundo y uno de los principales importadores. A pesar de los temores de algunos sectores que se sienten amenazados, el tratado en su conjunto ofrece grandes oportunidades, pues da acceso a un mercado con alto poder adquisitivo, y más de 300 millones de consumidores.

Pero mientras se esperaba la aprobación del TLC con Estados Unidos, por primera vez en la historia comercial del país entraron en vigencia dos acuerdos con economías desarrolladas: Canadá y Suiza. El ministro de Comercio, Sergio Díaz Granados, considera que el acuerdo con Canadá es uno de los avances más importantes de la agenda comercial del país. Este TLC le da acceso a Colombia a la quinta economía más importadora del mundo. Los dos se complementan: mucho de lo que compran los canadienses lo produce Colombia. Estos dos acuerdos se sumaron a los que ya estaban vigentes con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), Mercosur, Chile, Triángulo Norte y Caricom.

El TLC con México, que existe desde hace 20 años, se fortaleció, con lo cual se logró un mayor alcance para otros productos como los agrícolas. También Colombia y Venezuela dieron un paso para el restablecimiento del comercio, al suscribir las bases de un Acuerdo de Alcance Parcial. Se acordó el grupo de productos que tendrán preferencias arancelarias en alrededor de 3.500. Todos los productos que tradicionalmente fueron negociados por ambos países en los últimos años quedarán cubiertos.

En cuanto al TLC con la Unión Europa, se avanzó en los temas de procedimiento y se espera que en el primer trimestre del próximo año se ponga en funcionamiento.

Este año también avanzaron las negociaciones del TL con Corea, comenzaron con Turquía y se dieron los primeros pasos tendientes a lograr un Acuerdo de Asociación Económica (EPA, por sus siglas en inglés) entre Colombia y Japón. El gobierno se ha propuesto la meta de tener 13 TLC vigentes en 2014 con más de 50 países, lo que le daría acceso preferencial a 1.400 millones de consumidores.

El 2012 será un año clave para que el país se prepare y comience a mejorar su infraestructura, considerada el principal cuello de botella en esta nueva era comercial, y fortalezca los mecanismos antidumping y de salvaguardia con el fin de evitar la competencia desleal. Pero los retos no son solo para el gobierno. También las empresas tendrán que trabajar duro para adaptarse a esta nueva realidad de una mayor apertura comercial.