“No se puede estigmatizar a los empresarios”

Bruce Mac Master: son varios, pero uno muy importante es lograr que el país entienda cuál es el papel de los empresarios en la sociedad. Que son el motor del desarrollo económico. Que ganar dinero no puede ser un pecado, como muchos creen. El modelo económico que nuestro país decidió tener incluye a los empresarios como creadores de empleo. Es muy importante que se entienda que son un grupo con la más alta capacidad de creación de valor social. 

B.M.: Sí, y creo que no se puede estigmatizar a los empresarios. El país se ha venido polarizando y eso es muy malo. Todo el mundo está en campaña estigmatizando el uno al otro. Colombia está en mora de consentir a sus empresarios como motores del desarrollo.

SEMANA: Algunos creen que en el Congreso se les está cargando la mano a los empresarios a través de proyectos de ley. ¿Usted cree que se les está yendo la mano? 

B.M.: En este momento hay el convencimiento de que un ataque frontal, casi caníbal, produce réditos políticos. En el corto plazo puede que esa posición dé rédito, pero luego se devuelve. Eso le hace daño a la economía y a la sociedad.

B.M.: Mira lo que está pasando con la salud. Al sector privado se le dio hace 20 años la posibilidad de participar y si bien ha habido casos deplorables, no se puede suponer que toda la gente es pícara o que todos están haciendo las cosas mal. Al estigmatizar la participación privada en la salud, podemos correr el riesgo de que el aseguramiento en salud termine en manos del Estado y eso lo tendríamos que pagar todos. No hay en este momento recursos fiscales para que el Estado asuma el aseguramiento. Atacar tan duro al sector privado de la salud es como hacernos un haraquiri. 

B.M.: Todas las mañana escuchamos opiniones desprestigiando a los empresarios. Igual ocurre con la minería. No toda la minería es mala, hay una gran cantidad de empresas que están haciendo las cosas bien, que están generando valor, empleo y desarrollo para el país. O mire lo que se está dando en el sector agroindustrial. Lo que está pasando no tiene sentido, es muy grave. 

Colombia tiene mucha tierra y la posibilidad de poner a producir 4 millones de hectáreas de forma eficiente y competitiva. Pero la discusión ha llevado a atacar a los empresarios que llegan a la altillanura dispuestos a invertir, respetando las reglas del juego y haciendo bien las cosas, como si fueran unos pícaros.

B.M.: Yo creo que ese ambiente hostil no se ha creado por eso. Colombia ha dado unos pasos gigantescos en términos de ejemplo de responsabilidad social.  Y el empresariado se ha metido en temas transversales, no solo filantropía.

B.M.: Toda Colombia, incluidos los empresarios, tiene que adoptar una posición en términos de creación de una sociedad más equitativa. En mi anterior trabajo yo decía  que todos tenemos un papel que jugar para tener un país más justo. Todos debemos remar para el mismo lado. Y los empresarios, unos más que otros, hacen muchas cosas en esta dirección no buscando que se les reconozca, sino porque  están preocupados por la sociedad en el futuro. 

B.M.: Los gremios, idealmente, tienen que trabajar con el gobierno. Buscan los mismos objetivos que es el desarrollo social y económico. Ahora, el día que los gremios se den cuenta de que el gobierno no está haciendo bien su tarea se lo deben decir. Hay una forma de decir las cosas y yo creo que el tono debe ser amigable. Los gremios no son las bancada de la oposición, esta ya existe en el Congreso. El gremio necesita que las cosas funcionen y mucho mejor que lo hagan de manera amable y no en enfrentamientos.

B.M.: En mi opinión ha faltado política industrial. Colombia está en mora de entender la importancia de la industria dentro de una economía balanceada. Hay que pensar en encadenamientos,  que algunas industrias usen materias primas colombianas, que se apoyen en intermedios colombianos, esto es muy claro en el sector minero-energético, por ejemplo. No es para apoyar ineficiencias, sino ayudar a los medianos industriales y como una gran oportunidad.