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De izquierda a derecha: Richard Wagoner, director de la General Motors; Ron Gettelfinger, presidente de UAW; Alan Mulally, presidente de Ford; y Robert Nardelli, director de Chrysler, durante su visita al Congreso de Estados Unidos, en Washington. (Foto: AP)

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Fabricantes de vehículos pidieron ayuda al Congreso de Estados Unidos

General Motors, Ford y Chrysler estuvieron en el Congreso pidiendo ayuda económica que los ayude a salir de la crisis.

4 de diciembre de 2008

WASHINGTON (AP) _ Ejecutivos de las principales fábricas de vehículos de Estados Unidos, con una actitud humilde, pidieron al Congreso que les ayude con un plan de rescate de 34.000 millones de dólares, pero algunos legisladores mostraron escepticismo por los planes presentados.

"Hemos cometido errores, y estamos aprendiendo de ellos", dijo el director general de General Motors Rick Wagoner al Comité Bancario del Senado.

También el director general de Ford, Alan Mulally se mostró contrito, y admitió que se habían cometido grandes errores. Señaló que en una época, el lema interno de la compañía era "Si usted construye (un vehículo, los clientes) lo comprarán".  De esa manera "fabricamos más vehículos de lo que deseaban nuestros clientes. Y luego, tuvimos que bajar drásticamente los precios", dijo Mulally. Pero como resultado de esos errores, el ejecutivo señaló que ahora sí "estamos realmente enfocados" en las tareas necesarias para reflotar la industria.

Dos semanas después de un chapucero intento en la Colina del Capitolio, los líderes de General Motors Corp., Ford Motor Co. y Chrysler LLC llegaron a la capital de Estados Unidos por vía terrestre, no en jets corporativos, para pedir ante el comité bancario del Senado que les brindase ayuda. Cuando vinieron por primera vez a Washington en sus jets, los ejecutivos pidieron 25.000 millones de dólares. Ahora retornaron por carretera, en vehículos híbridos, y ya subieron el pedido de dinero en 9.000 millones de dólares.

Bob Nardelly, director general de Chrysler, prometió saldar deudas anteriores y devolver para el 2012 el nuevo préstamo. También dijo que se dedicará a fabricar "vehículos que gasten menos gasolina y que el pueblo desee comprar".

Chrysler ya había solicitado en la década del setenta subsidios para salir de otra crisis. El subsidio fue saldado.

El senador republicano Richard Shelby se quejó de que el plan de rescate de los tres grandes de la industria automotriz de Estados Unidos aumenta cada vez que sus ejecutivos retornan a Washington.

Shelby pidió a los ejecutivos que le explicasen cómo podían garantizar que la ayuda "no será simplemente una forma de apuntalar un fracasado modelo de negocios por algunos meses".

Y el presidente del comité bancario, el senador demócrata Chris Dodd, quien respalda una ayuda a la industria, admitió que las propuestas de los ejecutivos dejaban muchas preguntas sin ser respondidas.

De todas maneras, Dodd dijo que algo hay que hacer, pues si una de las Tres Grandes fracasa, "eso es jugar a la ruleta rusa con toda la economía de Estados Unidos".
El miércoles, el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, demócrata por Nevada, dijo que correspondía al gobierno del presidente George W. Bush rescatar de manera unilateral a las fábricas de vehículos. Para eso, dijo, era suficiente con retirar parte de los 700.000 millones de dólares del fondo de rescate a Wall Street, pues el Congreso parecía poco dispuesto a hacerlo. "No creo que en estos momentos contemos con los votos para hacerlo", dijo Reid a The Associated Press.

El comité de servicios financieros de la Cámara de Representantes realizará una sesión el viernes para escuchar a los ejecutivos de las Tres Grandes.