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| Foto: Archivo SEMANA

ECONOMÍA

Alertan por caída en producción de petróleo

Fedesarrollo advierte que la perforación de pozos en Colombia cayó más del 70 por ciento y que están en riesgo las reservas de crudo del país.

24 de noviembre de 2015

El panorama petrolero en Colombia es cada vez más oscuro. Un informe de Fedesarrollo, uno de los principales centros de pensamiento del país, llamó la atención sobre la situación del sector y dijo que “si no hay un hallazgo importante de petróleo en el futuro próximo, las actuales reservas del país se agotarían antes de siete años si se mantiene el actual ritmo de producción”.

Es decir, que en un corto tiempo el país podría convertirse en un importador de petróleo, con graves consecuencias para las finanzas públicas y para el bolsillo de los colombianos. La nueva alerta sobre esta situación la lanzó el gremio ante la caída de más del 70 por ciento en el número de pozos perforados. Mientras el año pasado se perforaron 113 pozos este año sólo se han perforado hasta octubre pasado 28 pozos.

Esta es una situación muy complicada porque los pozos que se perforen hoy, en caso de resultar exitosos, son las nuevas reservas petroleras del país en el futuro inmediato. En la industria petrolera los resultados se ven a largo plazo, a seis y ocho años que es el tiempo que tarda en producir un proyecto de exploración de crudo.

Por eso, si no se hace nada ya se verá una fuerte caída en la producción y en las reservas al final de esta década.

En el informe de Coyuntura Petrolera presentado por Leonardo Villar y Mauricio Reina se advierte que Colombia es uno de los países de América Latina con uno de los niveles más bajos de reservas- alrededor de 2.200 millones de barriles-. Ecuador tiene petróleo para 40 años, Brasil para 14 años, Argentina para 11, México y Perú para 10 mientras que Colombia tiene crudo solo para 6,4 años.

La dramática caída en la exploración petrolera es consecuencia del descenso en los precios del petróleo en los mercados internacionales que ha llevado a que las empresas se aprieten el cinturón e inviertan en proyectos que les produzcan ‘caja o liquidez’, es decir en los pozos ya descubiertos y productivos y no en nuevos proyectos que en el corto plazo les generan gastos.

Para Reina si no se incentiva la exploración la consecuencia será un marchitamiento paulatino en la producción que pasará de un millón de barriles de crudo diario a 812.000 barriles en 2018. La Asociación Colombiana de Petróleo (ACP) incluso señala que la producción en ese año podría bajar a 785.000 barriles.

Esa menor producción tendrá efectos graves para las finanzas públicas teniendo en cuenta que más del 20 por ciento de los ingresos de la nación provienen de este sector. Además impactará negativamente el crecimiento del país y mayor presión sobre el precio del dólar y la inflación.

El informe de Fedesarrollo señala que para mantenerlos actuales niveles de producción se requieren acciones urgentes y decididas de parte del gobierno y del sector privado. El gobierno puede incentivar más la inversión externa en el sector a través de estímulos tributarios, como lo están haciendo otros países. El sector privado, por su parte puede aumentar la productividad y reducir los costos.

Sobre este último aspecto el estudio llama la atención al señalar que las petroleras disfrutaron durante muchos años de una inmensa bonanza, que se tradujo en una actitud autocomplaciente, en un aumento de los costos y un anquilosamiento de los avances productivos.

Y ante esta coyuntura que se está tornando cada vez más compleja se requiere que todos los actores tomen decisiones rápidas y audaces porque los precios del petróleo de 40 y 50 dólares pueden quedarse por mucho tiempo. Muchos descartan que el mundo vuelva a ver cotizaciones por encima de los 100 dólares.  Es decir, que las vacas flacas que mantendrán por varios años a menos que ocurra un hecho imprevisto en los mercados internacionales que vuelva a disparas los precios.