Home

Economía

Artículo

El presidente de la Comisión Australiana de la Competencia, Rod Sims, defiende a los medios en la pelea contra Google, pues asegura que el cuarto poder cumple un papel clave para que funcione la sociedad.

medios

Google y los medios: entre el amor y el odio

El buscador de información en internet destinó 1.000 millones de dólares para pagar por las noticias que utiliza, en un intento de aplacar la polémica causada por el uso de contenidos de los medios de comunicación.

10 de octubre de 2020

Una señal de paz decidió lanzar a los medios de comunicación Google, el gigante de la información en internet. Con ellos mantiene una tensa relación desde hace años por el uso de sus contenidos para alimentar el negocio de búsquedas en la web. Por eso la semana pasada anunció que pagará 1.000 millones de dólares a algunos medios, a los que además les permitirá seleccionar las noticias que aparecerán en una nueva sección del buscador llamada News Showcase.

El anuncio llega como respuesta a las presiones de medios en varios países, que amenazan con prohibir a Google usar sus contenidos a menos que pague por ellos. El Gobierno australiano, así como otros de Europa, Brasil y Argentina han puesto ultimátum a la empresa. Y justo en esos países la compañía estadounidense decidió comenzar su programa de pago a los medios y en los países que la presionan.

Debido al preponderante lugar que ocupa Google en los hábitos de los internautas, los medios de comunicación requieren aparecer en las búsquedas. Muchos usuarios ni siquiera escriben en la casilla superior de los navegadores las direcciones URL de los sitios que quieren visitar, sino que abren la página principal del buscador y ‘guglean’ los términos de su interés. Pero los creadores de contenidos no se benefician de los jugosos ingresos que Google obtiene de su negocio publicitario, que tienen a esta empresa entre las cinco más poderosas del mundo.

En Australia cursa un proyecto de ley que obligará a Google y a Facebook a pagar a los medios de comunicación por usar sus contenidos. Facebook amenazó el mes pasado con retirarse de Australia si el Gobierno insiste.

La polémica entre casas editoriales y plataformas digitales lleva varios años sin solución. Los medios se quejan porque no reciben un dólar de los réditos que las plataformas obtienen gracias a sus contenidos. Y las tecnológicas argumentan que, mediante sus servicios, los sitios web de los medios reciben millones de visitas que luego monetizan con publicidad o suscripciones. Google dijo en su blog oficial que envía 24.000 millones de visitas a sitios web de noticias cada mes. La crisis actual del modelo de negocio de los medios tradicionales se debe a que Facebook y Google concentran el 80 por ciento de la torta publicitaria digital del mundo.

Los choques más fuertes se han presentado en países en los que Google comenzará a pagar. En 2012, los medios brasileños renunciaron a ser indexados en el buscador; en 2014, los alemanes demandaron al buscador y ese mismo año el servicio Google News quedó cerrado en España. Pero el ambiente ahora es distinto. Las cinco grandes tecnológicas norteamericanas, entre las que se encuentran Google y Facebook, están en el ojo del huracán. Las investigan el Congreso estadounidense y el Parlamento Europeo por prácticas monopolistas. Así que retirarse de los países que les exigen pagar ya no parece una opción.

Ya firmaron acuerdos con medios de Alemania, Brasil, Argentina, Canadá, Reino Unido y Australia, entre ellos Der Spiegel, Die Zeit, Folha de São Paulo e Infobae. Colombia no está por ahora en los planes. Google también puso en marcha, como respuesta al impacto de la covid-19, un Fondo de Ayuda de Emergencia para el Periodismo, que entregó entre 5.000 y 30.000 dólares a 5.600 publicaciones pequeñas y medianas en 115 países.

Las negociaciones de Facebook y Google con el Gobierno australiano deberán llegar a un resultado este mes. Rod Sims, presidente de la Comisión Australiana de la Competencia y del Consumidor y vocero del Gobierno en esta discusión, dijo que “el cuarto poder es una parte fundamental de lo que hace que nuestras sociedades funcionen”. Aseguró en una entrevista publicada en The Guardian que otros países preparan medidas similares a la australiana. La controversia está lejos de llegar a su fin.