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Vuelve la democratización del Grupo Energía Bogotá.

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Grupo Energía Bogotá, vuelve la democratización

La venta del 16,18 por ciento de las acciones que el Distrito tiene en el GEB es una de las mayores operaciones del mercado bursátil de los últimos diez años. Razones para invertir –o no– en esta acción.

7 de julio de 2018

Desde hace más de diez años, cuando se llevó a cabo el proceso de democratización de Ecopetrol, no se presentaba una oportunidad en el mercado de valores colombiano para que el público en general compre acciones y se haga socio de una compañía con participación estatal. La semana pasada arrancó un proceso similar, cuando se inició la segunda etapa del programa de democratización del Grupo Energía Bogotá (GEB), la multilatina del sector energético y de gas.

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Las condiciones de la oferta, conocidas la semana pasada, indican que los inversionistas podrán comprar como mínimo paquetes de un poco más de 10 millones de pesos. Si bien se mantuvo el precio mínimo de 2.018 pesos por acción de la primera etapa para incentivar la entrada de los grandes inversionistas en el proceso, el Distrito busca llegar a la mayor cantidad de personas o inversionistas.

Sin embargo, es claro que se trata de dos emisiones y compañías muy distintas. Ecopetrol trabaja en un negocio que depende del precio internacional del crudo y de otras variables volátiles muy difíciles de predecir. Mientras tanto, el Grupo Energía Bogotá es un holding que participa en negocios bastante estables y regulados como la energía eléctrica y el gas natural.

La cantidad mínima que se podrá comprar será de 5.000 acciones a un precio de 2.018 pesos por título.

Cada una tiene sus propios riesgos, pero expertos del mercado de valores han comenzado a recomendar el título del GEB, asegurando que se trata de un grupo con solidez financiera, un portafolio de inversiones diversificado geográficamente y favorecido por flujos de caja estables y predecibles en un sector regulado y defensivo. Así lo afirma Carlos Enrique Rodríguez, director de Renta Variable de Ultraserfinco, quien cree que antes que por valorización, esta acción sirve para reducir la volatilidad del portafolio.

Hay otras diferencias. La acción de la petrolera estatal debutó en el mercado de valores en 2007 y ofreció paquetes más pequeños durante un periodo considerable, hasta en supermercados y establecimientos públicos. Por su lado, solo será posible adquirir las acciones del GEB por medio de firmas comisionistas y durante pocos días hasta el 18 de julio. Además, las acciones del GEB ya se negocian en Bolsa, lo cual hace que el precio de la emisión concuerde con lo que piensa el mercado.

Al parecer hay una intención implícita en esta democratización para que adquieran estas acciones inversionistas de un mayor perfil, que comprendan que la inversión en acciones genera una rentabilidad variable. Si bien la acción del GEB es menos volátil, no se garantizan rendimientos específicos, como en un CDT.

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Por eso, es una acción para inversionistas con un perfil de riesgo moderado. Pero quien tenga un perfil más conservador, no debe invertir en acciones. Es lo que muchos expertos llaman una acción defensiva, pues no depende sensiblemente del ciclo económico. Es una acción que cae menos ante una eventual desaceleración, pero también sube menos cuando hay un repunte.

Con la democratización, el Distrito planea obtener recursos para “descongestionar la ciudad”; por eso, invertirá en obras claves para mejorar la movilidad y competitividad de Bogotá. Entre las avenidas beneficiadas están la ALO Sur y la calle 13. La administración de Enrique Peñalosa espera recibir alrededor de 3 billones de pesos por la venta.

Sin duda, será una de las mayores operaciones en el mercado bursátil colombiano de los últimos diez años. ¿Qué se debe tener en cuenta para comprar –o no– las acciones del Grupo Energía Bogotá (GEB)? Estas son algunas razones para decidir.

Negocios estables y regulados

El Grupo Energía Bogotá (GEB) presta servicios públicos domiciliarios (utilities): electricidad y gas natural. Las personas no pueden prescindir fácilmente de ellos y, por tanto, tienen un crecimiento muy estable. Además, tienen muchas regulaciones por ser monopolios naturales, lo que les permite contar con unos flujos de caja estables y predecibles vía las tarifas que pagan los usuarios. Cada vez que se enciende un bombillo, el televisor o se cocina con gas, la caja registradora de esta compañía se mueve.

Diversificación

El GEB tiene la ventaja de su diversidad geográfica, pues hoy ocupa posiciones de liderazgo en los negocios de transmisión de energía y gas natural en Colombia, Perú y Guatemala. Además, participa en una de las principales empresas estatales de energía de Brasil.

Grande y rentable

El GEB tuvo ingresos por 3,3 billones de pesos en 2017, lo cual representa un crecimiento del 6 por ciento frente a 2016. Por otro lado, las utilidades netas superaron los 1,5 billones de pesos, un resultado récord ante un crecimiento del 16,4 por ciento. Durante el primer trimestre de este año los ingresos siguieron creciendo a niveles alrededor del 7,7 por ciento y alcanzaron los 830.938 millones de pesos, pero las utilidades se redujeron un 36,2 por ciento como consecuencia de temas impositivos y un ajuste puntual en el impuesto diferido de una de sus filiales.

En crecimiento

Según analistas del mercado, el grupo invertirá más de 1.800 millones de dólares durante los próximos cinco años solo en proyectos ejecutados actualmente o ya aprobados (una cifra similar a la que invirtió entre 2013 y 2017). Por ejemplo, tiene 12 proyectos de expansión de la red con los cuales duplicará su infraestructura de transmisión de electricidad en Colombia y acaba de ganar la convocatoria de la Upme para construir el proyecto para conectar los parques de energía eólica de La Guajira. Todo esto sin contar nuevas oportunidades en la región o el país. Por ejemplo, se sabe del interés de la compañía de participar en proyectos como la planta regasificadora del Pacífico a través de TGI. La contingencia de Hidroituango también puede abrir nuevas perspectivas en el sector.

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Buenos dividendos

El año pasado tuvo utilidades récord, lo cual le permitió entregar los dividendos más altos en su historia (1,1 billones de pesos). Estos dividendos equivalen a un rendimiento anual del 5,64 por ciento, uno de los dividend yield más altos del mercado. No obstante, esto no garantiza que siempre estará en estos niveles. Según datos de Ultraserfinco, en 2017 fueron del 4,91 por ciento; en 2016, del 1,35 por ciento; y en 2015, del 2,91 por ciento.

Bien manejada

Su principal accionista es el Distrito Capital, pero las empresas del grupo tienen un modelo público-privado con buen gobierno corporativo, que despolitiza las entidades y les da un manejo empresarial. No ocurre lo que en otras empresas distritales, que con cada cambio de administración relevan al presidente y modifican su estrategia. Por el contrario, el GEB tiene una hoja de ruta trazada que no depende del ciclo político. Además, cumple altos estándares de transparencia. Con la democratización, el Distrito seguirá siendo el socio mayoritario y no venderá el control, ya que conservará, por lo menos, el 56 por ciento de las acciones.

Posible mayor liquidez

Si el proceso de democratización tiene éxito, la acción de la compañía podría duplicar su participación en los principales índices accionarios del país como el Colcap e incluso entrar en el índice MSCI de mercados emergentes. Esto le podría traer flujos de inversión adicionales a la empresa y darle mayor liquidez. Según Rodríguez, esto podría representarle un potencial de valorización del 10 por ciento a la acción en el primer año. El GEB podría llegar al tercer puesto dentro del Colcap al pasar su participación del 4,1 al 6,5 por ciento.

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No es una ganga

Varios analistas ven positivo el hecho de que se hubiera mantenido el precio de 2.018 pesos por acción, ya que continúa siendo una buena oportunidad respecto a los precios de mercado actuales. No obstante, otros consideran que el hecho de que sea una acción que ya está en el mercado –el 23,4 por ciento de las acciones del grupo están en manos de 3.300 inversionistas privados– hace que los precios tengan un valor más justo. Hay que recordar que el precio de la acción aumentó un 11,3 por ciento el año pasado y que llegó a un nivel récord en noviembre de 2017, de 2.095. O sea que quien compre, no debe esperar grandes valorizaciones.