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La cacería

La Dian inicia la búsqueda con lupa del millón y medio de colombianos que evaden el impuesto sobre la renta.

27 de julio de 2003

En dias pasados 34.600 colombianos recibieron con sorpresa una carta de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian). ¿El motivo? Tenían registradas a su nombre propiedades en lugares como Boca Grande en Cartagena, El Rodadero en Santa Marta, el Poblado en Medellín o Rosales en Bogotá. En la mayoría de los casos se trataba de terrenos o inmuebles avaluados en más de 150 millones de pesos, que es el patrimonio mínimo a partir del cual hay que declarar renta. Ninguno de los destinatarios de las cartas, sin embargo, se había tomado la molestia de presentar su declaración. Estos 34.600 colombianos, que ahora deberán pagar una multa además de sus impuestos, son sólo los primeros en una larga lista de evasores que están en la mira de la Dian. Hoy en día en Colombia sólo hay unos 662.000 contribuyentes del impuesto de renta, de los cuales 172.000 son empresas y los restantes 490.000 personas naturales. Pero debería haber unos dos millones de contribuyentes, según calcula Mario Aranguren, el director de la Dian. Esto quiere decir que hay cerca de 1.400.000 evasores que recibirán sus respectivas cartas en el transcurso de los próximos dos años de acuerdo con la meta que se ha fijado el gobierno. Este es un plan que apenas se empieza a ejecutar y que busca corregir una injusticia del sistema tributario colombiano. La sensación generalizada en el país es que se pagan demasiados impuestos. Una mirada a los datos, no obstante, muestra que en el país los recaudos tributarios como proporción del PIB no son muy distintos al promedio de América Latina. Por eso, más que en el tamaño de la carga tributaria, la injusticia está en el hecho de que en Colombia son muy pocos los que la sostienen. Esto se ve muy claro en el caso de los impuestos a las ganancias de las personas (renta), pues son más las que evaden que las que pagan. 'Chepitos' a ciegas Con frecuencia se oye decir entre los colombianos que "el peor error que puede cometer una persona es declarar renta por primera vez". Es un comentario que ilustra cómo ha funcionado hasta ahora el sistema tributario en el país. Al que declare sus ingresos y pague sus impuestos por primera vez le tocará seguir haciéndolo toda la vida, pues quedará incorporado en los registros de la Dian. En cambio, al que se haga el loco con su declaración, es probable que no le pase nada pues la administración tributaria tiene pocas herramientas para detectarlo. Debido a la precariedad de sus sistemas de información y de sus procedimientos de fiscalización a la Dian le queda muy difícil saber si se han omitido bienes para reducir el valor del patrimonio y, peor aún, no tiene manera de encontrar a los colombianos que por sus ingresos y patrimonio deberían declarar renta pero no lo están haciendo. Parte del problema se origina en que los diferentes sistemas informáticos que hay en la Dian no se comunican entre sí. Los computadores que manejan la información de las aduanas, por ejemplo, no están conectados con la parte de impuestos. Así, una persona puede importar legalmente un carro muy lujoso y omitirlo en su declaración de bienes y la administración tributaria no se da cuenta. Como funcionan las cosas ahora, en lo que tiene que ver con el impuesto de renta, la Dian intenta verificar que los datos reportados sean ciertos pero no hace cruces con otras fuentes de información para asegurarse de que no haya bienes omitidos en las declaraciones. "En el pasado se ha legislado contando con la baja capacidad de fiscalización de la Dian", dice Mario Aranguren. Sólo las personas vinculadas a empresas formales con contratos laborales o de servicios terminan pagando retención en la fuente, y de éstos son muy pocos los que además están obligados a declarar. En Colombia hay 178.000 asalariados que pagan retención. Pero sólo hay 33.644 que, además de la retención, declaran y pagan renta. El hecho es que las personas vinculadas al sector formal con salarios altos terminan pagando por un lado u otro. Los que están en empresas informales y los profesionales independientes, en cambio, han tenido hasta ahora poco control tributario. La norma dice que los asalariados y los profesionales independientes deben declarar y pagar impuesto de renta si su patrimonio supera los 150 millones de pesos o si tienen ingresos de más de 60 millones de pesos anuales. Entre los 1,4 millones de evasores que busca la Dian hay miles de consultores, odontólogos, médicos, abogados y toda suerte de profesionales independientes que deberían declarar y no lo hacen, y también hay muchas empresas de papel que se crean y disuelven en un lapso muy breve y no alcanzan a figurar en los radares de la Dian. El primer paso que dio la administración de impuestos para corregir esta situación fue pedir la información catastral y de vehículos de cinco municipios (Bogotá, Medellín, Santa Marta, Cartagena y Girardot). En una primera lectura de estos datos se encontraron los 34.600 evasores que ya recibieron sus cartas. Pero todavía no están todos los que son. Hay gente que tiene apartamento en Bogotá y finca en Girardot, por ejemplo, y aunque por separado el valor de cada bien esté por debajo del tope patrimonial, al sumar los dos se pasa el límite. Pero la mayor búsqueda de evasores todavía está por venir. La Dian ya ha solicitado información catastral a 713 municipios. También planea acudir a los datos del sector financiero y de otras fuentes, como la bolsa, las agencias de viajes, los clubes y las entidades de la seguridad social. Es tal la cantidad de información que ha llegado a la Dian últimamente que los técnicos de la entidad no se están dando abasto para procesarla. "Por ahora estamos trabajando con las uñas", dice Aranguren, y explica que a los funcionarios les toca hacer sus propios programas o construir tablas de Excel para cruzar datos que vienen en formatos distintos según la fuente. Para el año entrante, sin embargo, espera estrenar los primeros módulos de una plataforma informática que permitirá automatizar el cruce de información. La meta de la Dian es incorporar 200.000 nuevos contribuyentes al sistema tributario antes de finalizar este año. A partir de 2004 espera 'capturar' 66.000 evasores al mes, hasta completar 1,4 millones de contribuyentes nuevos a mediados de 2005. El camino es largo y al recorrerlo la Dian pisará muchos callos. Pero si cumple las metas que se ha fijado habrá un cambio de fondo en la estructura económica del país. Cuando haya triplicado la base de contribuyentes el gobierno por fin entenderá que no hacen falta nuevas reformas tributarias para sacarle más plata a los que ya pagan (como se ha hecho hasta ahora). Lo que se necesita más bien es aplicar con rigor las normas que ya existen y poner a tributar a los que son.