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LA FLOR DE LA CANELA

DE LA NOCHE A LA MAÑANA PERU SE CONVIRTIO EN EL SEGUNDO MERCADO PARA COLOMBIA, DENTRO DE LOS PAISES DEL GRUPO ANDINO

12 de febrero de 1996



HABLAR DE LLANTAS RADIALES DE ACERO para los carros es tan común en Colombia como pensar en el pan y en la leche diarios para el desayuno en la casa. Sin embargo las cosas son bien distintas en un país tan cercano como Perú. Allá ese producto es poco conocido. De ahí que Icollantas, una empresa vallecaucana de pura cepa,
haya tomado la decisión de llevar sus corotos hacia la capital de un país que ya hay quienes lo califican como el nuevo sol naciente de América Latina. Y es que un número creciente de hombres de negocios colombianos tienen puestas sus esperanzas en el sur. Si hace tres años toda la atención estaba puesta en Venezuela y hace dos se comenzó a mirar hacia Ecuador, ahora los ojos se han posado en la tierra que, en época de la conquista, fuera el virreinato más rico de Sur América.

El ejemplo de Icollantas es evidente. A mediados del año pasado, la compañia caleña invirtió 6,6 millones de dólares en la compra de Lima Cau- cho, dueña del 33 por ciento del merca do peruano. Lo hizo, en parte, por su estrategia de expandirse hacia todos los paises del Grupo Andino, la cual comenzó en 1992 con Ecuador, y en parte por los atractivos especificos del mercado de ese pais de 23 millones de habitan- tes. "Es un mercado de inmenso potencial, con unos indicadores económicos sorprendentes. Yademás allá existen garantias del Estad o para proteger la inversión extranjera y hay mucha receptividad hacia el capital colombiano", dijo el presidente de la compania, Hugo Espinosa.

El caso de Icollantas es apenas un retazo de toda la historia empresarial que los ejecutivos de diversos paises es- tán teiiendo en Perú. De hecho. mien tras buena parte de la opini6n nacional está preocupada por lo que ocurre con Venezuela, e incluso con Ecuador, resulta que los empresarios colombianos tienen los ojos puestos en la tierra de los Incas. Algunos, como Icollantas, han decidido invertir, pero son más los que han decidido ponerle atención a ese mercado con el fin de vender parte de su producción. Tal es el caso de Propal, una compañía que empezó a vender en esa nación 4.500 toneladas de papel anuales en 1992 y hoy factura 11.500, convirtiendo al vecino del sur en su segundo mercado internacional después de Ecuador.

Historias como esa se repiten a diario, y así lo prueba el hecho de que las exportaciones colombianas hacia Perú hayan crecido 145 por ciento entre enero y agosto de 1995, al superar los 341 millones de dólares. Según esas cifras ese país es el segundo comprador de productos colombianos dentro del Grupo Andino y es el cuarto a nivel mundial. Esto sucede a pesar de que exportar hacia Perú puede resultar un poco más costoso, pues se trata de un país que todavía no ha entrado de lleno al Pacto Andino. Los principales bienes que le vende Colombia al país de los incas son petróleo y sus derivados, manufacturas livianas especialmente textiles y productos de la industria química, entre otros.

Son muchas las compañías colombianas que ven en el Perú un verdadero sol naciente. Es el caso, por ejemplo, de Carvajal, que tiene allá un mercado de muebles, cuadernos y artes gráficas; Suramericana de Seguros, que compró una parte de Seguros La Positiva; o una compañía farmacéutica barranquillera que quiere comercializar una crema conocida como la 'uña de gato'. Pero la lista no es tanto la de compañías que ya están instaladas sino la de aquellas que están analizando ese mercado con unas ganas inmensas, como la Organización Sarmiento Angulo (dueña del Banco de Occidente y del Banco de Bogotá), que quiso comprar el Banco Continental pero quedó de segunda en la licitación.

Como en toda conquista, siempre hay primero una etapa de coquetería, y en eso están los empresarios colombianos. "flay muchos grupos económicos que están calladitos, haciendo averiguaciones en Perú, y que tienen grandes planes de inversión, sobre todo por la confianza quelesgenera elgobierno deFuji mori", según el director de Proexport para Ecuador y Perú, Gabriel Galán Sarmiento. De hecho, es tanto lo que los empresarios se están moviendo que, si se suman las exportaciones hacia los dos vecinos del sur, resulta que la cifra es más alta que el total de exportaciones hacia Venezuela. "Ahora que hay devaluación en Venezuela, hay es que mirar hacia estos Días dijo Galán.

Y es que "en Perú hay mercad o para todos", según el embajador de Co- lombia en ese país, Rafael Ariza. La embajada organizó un foro el año pasado, para el cual invitó a 49 empresarios colombianos, y cada uno salió con un negocio en mano. Por su parte, Proexport ha llevado misiones comerciales de equipos didácticos, calzado, agroindustria y cosméticos, y todas han tenido buenos resultados. Proexport, sin embargo, considera que el mayor potencial está en las ventas de petróleo y sus derivados; aunque también piensa que es atractivo pensar en la agroindustria, pues luego de la desmovilización de la guerrilla hubo un importante regreso a la actividad agrícola.

EL SOL RENACIO
El interés de los colombianos por el mercado peruano tiene una razón de ser: se trata del país que tuvo no sólo el mejor crecimiento de América Latina en 1995, sino que es el de más rápido crecimiento a nivel mundial en los dos últimos años. Como si eso fuera poco, la inflación fue del 10,2 por ciento el año pasado, una de las más bajas del continente, después de alcanzar niveles de 7.650 por ciento en 1990. Como dijo el presidente de Propal, Jaime Gómez Figari, "un mercado cuyo consumo per cápita crece 15 por ciento anual es de por sí interesante, aunque precisamente por eso es difícil, pues se ha vuelto extremadamente competido ".

Lo sorprendente de los datos sobre Perú es que parecen hablar de un país distinto del que había hace cinco años, cuando el PIB por persona esta- ba en descenso y el consumo había caído 55 por ciento desde 1986. Por otra parte, el manejo de la deuda externa y el maltrato a los inversionistas lo tenían convertido en una especie de malandro internacional, con las puertas cerradas hacia cualquier préstamo de las organizaciones multilaterales. Las exportaciones habían caído 40 por ciento entre 1986 y 1990 y, como afirma LatinFinance en un informe sobre ese país "la existencia de tipos de cambios múltiples habían llevado a la corrupción y al agotamiento de las reservas internacionales, que alcanzaron un nivel negativo de 50 millones de dólares en julio de 1990".

Ahora el panorama es bien diferente. Hoy en día la deuda externa está siendo renegociada o recomprada y ya está cerca la resolución de las disputas con los prestamistas internacionales.
Las reservas internacionales, por su parte, suman 6.000 millones de dólares y las exportaciones han crecido 58 por ciento desde 1990.

Si los datos macroeconómicos no son suficientes, hay otros igualmente dicientes. Por un lado, los bancos han tenido un comportamiento sorprendente y el volumen de depósitos creció 72 por ciento en términos reales entre diciembre de 1992 y febrero de 1995. Además de eso, mientras hace cinco años la bolsa de valores era calificada como incipiente y la actividad diaria alcanzaba apenas los 500.000 dólares, hoy en día hay preocupación cuando apenas llega a 15 millones de dólares semanales.

"Ese es el resultado de un proyecto nacional del cual se están comenzan- do ya a ver los resultados", dijo a SEMANA el consejero económico de la embajada de Perú, Antonio Silva. Y sin duda los resultados no son nada despreciables, pues el mundo entero ha vuelto los ojos sobre un país que hace cinco años ni siquiera estaba dentro de la agenda de los inversionistas. Una prueba de ello es el hecho de que la inversión extranjera haya aumentado 232 por ciento en los últimos dos años y alcanzado un stock de 5.351 millones de dólares, la mayoría provenientes de España. Otra muestra son los reportes sobre privatizaciones: el gobierno está en proceso de vender o liquidar 200 empresas estatales, y el grado de éxito del programa ha sido del 90 por ciento en los sectores de telecomunicaciones, banca, comercio, turismo e industria liviana. Por ese concepto ha logrado ingresos por 3.600 millones de dólares en los últimos años.

Pero, como siempre, no todo puede ser color de rosa, y Perú afronta un problema que puede ser complicado.
Se trata de la diferencia entre importaciones y exportaciones, que sólo en el caso de Colombia es de más del doble.
"Ya está comenzando a haber un desequilibrio preocupante, y eso no es conveniente para ninguna relación comercial, de manera que Colombia debe ayudara solucionar ese problema, pues la idea es que ambos crezcamos para poder avanzar", dice Antonio Silva.
En el intermedio, es seguro que los colombianos van a seguir viajando a Lima. Más de uno mirará con nostalgia lo que ha pasado en un país que puso a la guerrilla en desbandada, que le aplica mano dura el narcotráfico y que logró crecer más con menor inflación. Ese sueño de muchos, por ahora sólo se ve en Perú.