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LA NUEVA ECONOMIA

La tecnología y la información están transformando el mundo, generando crecimientos <BR>económicos sin precedentes.

27 de diciembre de 1999

Durante el último trimestre el Producto Interno Bruto norteamericano creció 5,5 por ciento. La
inflación, mientras tanto, estuvo por debajo de 2,2 por ciento y el desempleo bordeó 4 por ciento, el nivel más
bajo de los últimos tiempos en ese país. ¿Paradoja económica? ¿Error en las estadísticas? Ni la una ni la otra.
La razón detrás de los espectaculares resultados económicos en Estados Unidos es el rompimiento con
los paradigmas tradicionales de la economía. Es la creación de lo que hoy en día llaman varios expertos 'la
nueva economía'.
Es más, recientemente algunos de los miembros de la Reserva Federal de Estados Unidos reconocieron que
existe evidencia que demuestra cómo en este nuevo orden económico el crecimiento del Producto Interno
Bruto puede rondar el 4 por ciento sin que se presente un recalentamiento de la economía.
La nueva situación refleja, por un lado, el hecho de que con la revolución de la industria tecnológica y de
información se han generado impresionantes mejorías en la productividad del trabajador norteamericano. Por
otro lado, la altísima competencia impulsa la creación de nuevas innovaciones tecnológicas, que dejan
obsoletas las invenciones de hace 24 horas, reduciendo así su precio y manteniendo en jaque la
inflación. En palabras de Joel Kent, analista económico de Lehman Brothers en Nueva York, a la cadena de
noticias CNN, "este nuevo paradigma económico se debe al aumento de la productividad y a una reducción
de costos que ha sido transferida al consumidor final, generando así grandes beneficios a la economía en
general".
Para muchos se trata de otra revolución industrial que se refleja en el comportamiento de las bolsas
norteamericanas, en especial en el índice Nasdaq, que reúne a las acciones de compañías relacionadas con
la tecnología. Este índice ha alcanzado en los últimos 21 días 17 récords y en el último año se ha
valorizado en cerca de 90 por ciento. Esta valorización se suma a 10 años continuos de crecimiento _el
ciclo económico de mayor creación de valor de toda la historia de la humanidad_, lo cual muestra cómo la
nueva economía parece crecer indefinidamente y _lo mejor de todo_ de manera equilibrada. Según J.
Bradford DeLong, de la Universidad de California en Berkeley, "en el siglo XV el ingreso per capita crecía
aproximadamente 0,1 por ciento al año. En los cinco siglos siguientes esta tasa se elevó hasta alcanzar 3
por ciento anual en la segunda mitad del siglo XX. Ahora parece que la tasa de crecimiento económico
mundial está a punto de volver a cambiar, hacia arriba".
Pero la historia no para ahí. Esta nueva revolución también es la responsable de una verdadera e impresionante
bonanza en la creación de nuevas compañías, sobre todo en aquellas relacionadas con Internet. Según la
agencia de estadísticas International Data Corporation, en Silicon Valley _centro tecnológico de
Norteamérica_ cada día se fundan 10 nuevas empresas. Y jóvenes con edades que no superan los 24 años
están entre los individuos más ricos del mundo, con fortunas que sobrepasan los 1.000 millones de dólares.
Y a eso se suma la confianza de los inversionistas. Estos empresarios no podrían sacar del terreno de la
imaginación sus brillantes ocurrencias de no ser por la infinidad de personas dispuestas a meter plata a
chorros para el desarrollo de las nuevas compañías, esperando que cada una de ellas sea la próxima
Microsoft. Y es que esta es sin duda una de las mayores revoluciones de la nueva economía. Mientras en
los últimos años la financiación de nuevas empresas se hacía a través del endeudamiento financiero, hoy en
día la mayoría de las ideas se financian a través de capital. Detrás de ello está el hecho de que los individuos
son mucho más propensos al riesgo que las entidades financieras, razón por la cual no solamente han
inundado el mercado de dinero sino que han llevado las valoraciones de las compañías de Internet a niveles
estratosféricos.

Lo que viene
Las virtudes de la industria de la información y de la tecnología son tantas que no se espera que se limiten a
Estados Unidos. Es más, ya Internet está afectando al resto del globo por diversas vías. Una de ellas es a
través del aumento del comercio internacional, el cual se ha visto beneficiado por la reducción de costos y
el aumento de la información que la world wide web ha llevado a cada rincón del planeta. Por otro lado, los
inusitados resultados en materia de fortunas personales de los emprendedores norteamericanos ha llevado a
que muchos individuos les sigan los pasos. De ahí que a lo largo y ancho de la Tierra se estén fundando
compañías a una velocidad sin precedentes en la historia económica mundial.
Pero la mayor influencia de la nueva economía es que ha permitido que se conozcan los beneficios de un
verdadero capitalismo, con muy poca intervención en los mercados, un ritmo acelerado de creación de
empresas y una competencia infernal que se refleja finalmente en una reducción de precios y un aumento de
la calidad para los consumidores. Y es que muy pocos se atreven a negar que Internet ha sido uno de los
medios en los que verdaderamente se han visto los beneficios de este modelo económico. En ella
solamente sobrevive _para beneficio del consumidor final_ el más competitivo. Es más, la nueva economía
está derrumbando muchas de las barreras que impedían un óptimo funcionamiento de este modelo (ver
recuadro).

¿Hasta cuándo?
El gran interrogante que existe detrás de la nueva economía es que nadie sabe hasta cuándo durará pues
hasta ahora las compañías, las valoraciones y el boom de Internet están apenas comenzando, con resultados
inciertos y con millones de individuos apostándole al futuro.
A pesar de reconocer los beneficios de los avances en tecnología Alan Greenspan, por ejemplo, no cree en
un cambio definitivo en la economía y cree que es cuestión de tiempo para que la historia se repita. Pone
como ejemplo el hecho de que a comienzos del siglo XX la tecnología generó grandes beneficios a la
economía mundial, los cuales desaparecieron casi que instantáneamente con la creación de una burbuja
especulativa que desembocó en la crisis de los años 30. De ahí que crea que la presente ola de innovación no
durará por siempre y que la economía eventualmente tendrá que devolverse a niveles de expansión más
razonables. Para los nuevos empresarios, sin embargo, estas son palabras necias. Y no cambiarán las
perspectivas de los nuevos dueños de la economía, quienes vaticinan un futuro de inmensa prosperidad para
todo el mundo con crecimientos nunca antes vistos y sostenidos en el tiempo.
Quién tiene la razón sólo el tiempo lo dirá. Lo único cierto es que _ con nueva economía o no_ los niveles de
generación de valor y de riqueza actuales no se habían visto nunca antes. Y mientras exista gente dispuesta
a apostarle de esta forma al futuro lo mejor que alguien puede hacer es aprovechar. Y esperar que los nuevos
economistas tengan la razón.

Rompiendo paradigmas
Las publicaciones líderes en Internet a nivel mundial _Business 2.0, FastCompany, Wired, The
Industry Standard, entre otras_ han publicado los 10 principios de la nueva economía. Aquí están los más
importantes.

Espacio: la distancia desapareció. El mundo entero es ya consumidor y competidor. Ya la geografía
no importa tanto _aunque las costumbres y la cultura sí_. Por ejemplo, Amazon.com ya ha vendido más de
1,5 millones de libros en más de 160 países desde una pequeña oficina en Seattle, Washington.

Tiempo: el tiempo ha colapsado y la interactividad instantánea es crítica, pues es la gran generadora de los
cambios en la nueva economía. La capacidad de reacción es hoy uno de los activos más valorados por los
inversionistas y la capacidad de asimilar el cambio es crucial para sobrevivir. Un ejemplo: Dell Computer,
que ofrece computadores en la medida en que los consumidores los requieren, sin inventarios ni grandes
cadenas de distribución.

Gente: hoy en día las personas son las joyas de la corona. Los factores primordiales detrás de la nueva
economía son las ideas y la habilidad para implementarlas. De ahí que la gente que sea capaz de generar y
ejecutar se haya vuelto invaluable, razón por la cual los retornos sobre su inversión _es decir, el salario y su
riqueza patrimonial_ ha crecido exponencialmente, tendencia que no cederá durante los próximos años.
Compañías como Microsoft _que cuenta con un equipo inmejorable_ otorga miles de millones de dólares en
opciones sobre sus acciones para mantener el ciclo de ideas en constante movimiento.

Eficiencia: Los intermediarios están desapareciendo. Y, junto con este efecto, diariamente los mercados se
están volviendo más y más eficientes. Por esta razón los consumidores han ganado enorme poder en la nueva
economía, pues ahora cuentan con herramientas para valorar servicios y productos sin interferencias y con
mayor información. Ejemplo: Ebay, una de las compañías más exitosas en Internet, que ha conectado
compradores y vendedores de todo el mundo para transar todo lo imaginable.