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| Foto: ALEJANDRO ACOSTA/SEMANA

ENTREVISTA

"La receta está funcionando"

Según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, la locomotora de la infraestructura podría jalar más que la actividad minero-energética.

24 de noviembre de 2012

SEMANA: ¿Cómo ve la economía colombiana el próximo año?

MAURICIO CÁRDENAS:
Bastante bien, es una de las más exitosas a nivel global. Este año vamos a estar entre los 15 países de mayor crecimiento y creo que en 2013 seguiremos siendo uno de los más destacados. Vamos a crecer 4,8 por ciento, con una inflación muy cercana al 3 por ciento.

SEMANA: ¿Puede decirse que en lo económico el 2013 parece calcado de 2012?

M.C.:
El panorama es muy parecido al actual. Tal vez lo más novedoso del 2013 puede ser el mayor presupuesto de inversión en infraestructura. Tendremos un año en que se acelerará una gran cantidad de proyectos de inversión. El país sigue contando con unos buenos niveles de confianza, tanto de parte de los inversionistas como de los consumidores. Además, el presupuesto del próximo año es históricamente alto, eso nos debe servir para estimular la economía. Todo este cuadro apunta en la dirección de mantener condiciones muy similares en 2013 a las de 2012.

SEMANA: ¿Un crecimiento de 4,8 por ciento, como el que espera el gobierno, tiene en cuenta qué escenario internacional?

M.C.:
Muy parecido a este año. Crecimiento de Estados Unidos de 2 por ciento, Europa estancada y China creciendo al 8 por ciento. En cuanto a Estados Unidos nadie espera que las cosas empeoren, por el contrario 2013 podría ser un año mejor. Todo dependerá de como resuelve el problema fiscal, pero no hay ningún pronóstico que hable de un crecimiento menor a 2 por ciento. En cuanto a Europa sigue la amenaza de una crisis más generalizada que pueda generar un colapso en los mercados financieros internacionales y ese escenario negativo no se ha despejado. O sea que Europa ofrece riesgos más negativas. Y en China, con el cambio de liderazgo, no está claro cómo será el paquete de medidas económicas que emprendan.

SEMANA: ¿Y qué espera de Venezuela?

M.C.:
Venezuela es uno de lo factores que nos puede generar preocupaciones, con un escenario distinto en 2013. En el año que está terminando Venezuela ha tenido un gran dinamismo y ha sido importante para las exportaciones colombianas, lo que pudo haber estado estimulado, en una parte importante, por el ciclo político. Pero el próximo año puede ser de ajuste en Venezuela y en ese caso, evidentemente generaría un menor crecimiento en 2013 –comparado con 2012– en materia de exportaciones a ese mercado.

SEMANA: ¿Cuál será el motor que moverá la economía colombiana el próximo año?

M.C.: Creo que vamos a tener tasas de crecimiento mayores en obras civiles que en minero-energético. No en el sector de la construcción como un todo. Edificaciones tendrá un menor crecimiento por lo que está pasando en Bogotá. La falta de permisos y licencias en la capital no ayuda.

SEMANA: ¿El consumo seguirá siendo un pilar importante para impulsar la economía?

M.C.:
El consumo de los hogares está creciendo al 4 por ciento. Este depende de la confianza y de las tasas de interés. La confianza, medido por la encuesta de Fedesarrollo, sigue en terreno positivo, pero un tema que tenemos que enfrentar es la reducción del dinamismo de los hogares. Por eso la importancia de seguir reduciendo las tasas de interés para mantener estimulado el consumo de los hogares.

SEMANA: Un tema que preocupa es el empleo. ¿Cree que el próximo año la tasa de desocupación sí se mantendrá en un dígito?

M.C.:
A pesar de que este gobierno ha generado 2 millones de empleos la tasa esta todavía en niveles altos. Es una de las grandes preocupaciones. Para reducirla tenemos que dinamizar la generación de empleo y eso requiere del crecimiento de la industria, la construcción y el agro. Por eso no nos conviene que la industria y el agro se queden rezagados. Y en este mismo sentido nos preocupa la construcción en Bogotá. Si no se recupera el ritmo puede afectar muchos puestos de trabajo. Creo que para el próximo año seguiremos con una tasa de 1 dígito y si la reforma tributaria pasa tendremos mejores resultados.

SEMANA: ¿En 2013 habrá que seguir conviviendo con revaluación?

M.C.:
Ya es un gran logro que hayamos estabilizado la tasa de cambio. Llevamos 5 meses con 1 dólar alrededor de 1.800 pesos. Eso es muy positivo. Ha sido un buen resultado de la combinación de políticas intervención del Banco de la República y decisiones del gobierno de ahorrar en dólares. Eso ha estabilizado el mercado cambiario.

SEMANA: En materia fiscal, ¿el país puede estar tranquilo?

M.C.:
 Si. Acabamos de presentar el presupuesto para 2013 que da las pautas de lo que será el comportamiento de las finanzas públicas. Lo más positivo es que seguiremos en una senda de descenso del déficit fiscal. Este año a nivel del gobierno central estaremos en 2,4 por ciento del PIB y el próximo en 2,2 por ciento. Para el sector público consolidado el déficit es de 1 por ciento del PIB. Es decir, la situación fiscal de Colombia sigue siendo muy sólida y muestra una consolidación de las finanzas públicas.

SEMANA: A propósito, no es común que un ministro de Hacienda diga que no necesita presentar una reforma tributaria para recaudar plata, sobre todo cuando hay una crisis internacional que genera tanta incertidumbre…

M.C.:
Algunos colegas critican porque deliberadamente no buscamos aumentar el recaudo con la reforma tributaria. Pero el asunto es que esta reforma sí nos permitirá recaudar más no por la vía de elevar la tributación, sino por un mejor funcionamiento de la economía. Con el tiempo, los efectos de esta reforma serán positivos en materia de recaudo, gracias a que el sistema será más eficiente. Ningún ministro de Hacienda se opone a que se genere más recaudo.

SEMANA: Teniendo en cuenta los dos escenarios posibles: que pase la reforma tributaria y que no alcance a tramitarse, ¿qué efecto tendrá en la economía en 2013?

M.C.: Si no hay reforma seguiremos como estamos. No cambia el estado actual de las cosas. Si hay reforma será un factor positivo para la economía porque sencillamente se bajan los impuestos a la nómina, con lo cual tendremos una generación de empleo más dinámica. También la reforma permitirá que tengamos unas condiciones más atractivas para el ingreso de capitales porque nos vamos a alinear con los demás países en la región, en términos de cómo van a tributar esos capitales. La reforma va a generar algo importante en el grupo base de la pirámide, pues las personas con ingresos de menos de 3.350.000 pesos no tendrán retención y eso será más consumo en este grupo de la población.

SEMANA: Muchos no creen que con la reforma tributaria los recursos de Icbf y el Sena estarán garantizados. ¿Cómo los piensa convencer?

M.C.:
No lo creen, pero las cifras son contundentes. Con los impuestos que le estamos cediendo al Icbf y al Sena, a través del Cree, les irá mucho mejor. Tenemos una revisión reciente de lo que se obtiene con este impuesto y lo puedo asegurar. El comportamiento de las utilidades es más dinámico, y recoge mucho más. Metimos con toda tranquilidad el artículo de la garantía porque estoy seguro que nunca tendrán menos recursos de lo presupuestado para el 2013, y no estoy metiendo en aprietos las finanzas públicas. Estoy seguro que con las proyecciones que hemos hecho, la garantía nunca se va necesitar porque el Cree da más recursos.

SEMANA: ¿Qué le diría usted a los colombianos que escuchan las noticias que hablan de crisis en el exterior y que piensan que esto terminará afectándolos?

M.C.:
Que Colombia hace parte de la economía global y no se podrá distraer de lo que pasa en el resto del mundo. Cualquier cambio que ocurra internacionalmente nos puede afectar. Pero deben saber que nuestro principal activo es nuestro propio mercado y la confianza que tienen los consumidores y los inversionistas, algo que no se ve en otros países. Nosotros no podemos aislarnos o sustraernos del mundo exterior, pero sí podemos construir sobre nuestro mercado y a partir de nuestra confianza. Hasta ahora lo hemos hecho muy bien, mejor que Brasil. Hemos evitado que nuestra economía se contagie. A Colombia le está funcionando bien el modelo y la receta. La crisis externa más bien ha favorecido. Ha sido más una oportunidad que un problema. Claro que no nos podemos confiar, puede haber un sobresalto internacional, una caída fuerte en los precios de los productos o que no lleguen capitales es un riesgo que siempre está. Por eso hay que edificar sobre las bases internas.

SEMANA: ¿Pero esos factores externos, cómo podrían impactar?

M.C.:
Esencialmente a través de los precios de los productos básicos. No es tanto nuestro comercio directo con la China, por ejemplo, sino el efecto que ese país tiene sobre los precios de productos como carbón, níquel ó petróleo. Ese es el canal a través del cual las decisiones económicas de la china repercuten acá. Si los precios de los productos básicos llegaran a bajar mucho, eso tendría algún impacto sobre la inversión extranjera. Pero estamos trabajando con un precio del petróleo entre 90 y 100 dólares y con eso seguiremos viendo los mismos niveles de inversión que estamos observando, así como los actuales ingresos por exportaciones.

SEMANA: ¿Qué reformas económicas llevará el año entrante al Congreso?

M.C.: Llevaremos el proyecto de incidencia fiscal que reglamenta el acto legislativo de sostenibilidad fiscal como derecho constitucional. Es muy importante porque le dará al gobierno una capacidad de debatir los fallos de las altas cortes, cuando tienen impacto fiscal. Este proyecto se radicó este año y esperamos que tenga ponencia en lo que resta de 2012 y continúe en 2013. Otros dos proyectos son Pague Fácil, Pague Digital, que es muy importante para la bancarización y la eliminación de los tres ceros al peso.

SEMANA: ¿Y otras reformas como salud y pensiones que tienen impacto económico?

M.C.: El año entrante el complemento natural de la reforma tributaria será la de salud. Esta será una reforma muy importante que tenemos que adelantar. En lo pensional todavía estamos en una fase de debate sobre lo que necesita el país y no se ha tomado una decisión en el gobierno sobre lo que haremos ni cuándo lo vamos a hacer.