LA REVANCHA

El niño genio de la informática ha regresado en busca de la revancha. Steven Jobs, quien a los 21 años revolucionó la historia de los computadores al fundar la compañía Apple e introducir el concepto del computador personal, presentó la semana pasada con bombo y platillos su nuevo producto, con el que aspira a colocar su nueva compañía, Next Inc., en la cumbre del super competido mundo de los computadores.
Su regreso tiene sabor a revancha porque en 1985, en medio de una disputa por el control de Apple, Jobs fue sacado con cajas destempladas de la propia empresa que había fundado. Como era de esperarse, el muchacho maravilla, que tiene hoy 33 años, ha regresado pisando duro, como es su costumbre, con un producto que incorpora una serie de innovaciones dignas de su creador. La presentación de la nueva computadora, que se llama Next Computer System, estuvo a la altura de la leyenda de Jobs. Ante un auditorio de tres mil personas en el Davies Symphony Hall de San Francisco, Jobs apareció solitario en un escenario de fondo oscuro, acompañado solamente por su máquina maravillosa. Con un estilo efectista, el empresario demostró cómo el aparato puede grabar y transmitir mensajes verbales, tocar música con un sonido de calidad comparable al disco compacto y presentar instantáneamente citas de las obras completas de William Shakespeare almacenadas en su disco óptico. Luego de una espectacular demostración de dos horas, el show se cerró con broche de oro, cuando el computador interpretó una pieza de música clásica a dúo con un violinista de la sinfónica de San Francisco, mientras el público lo despedía con una cerrada ovación de pie. Por lo menos en lo que a la introducción de su nueva máquina se refería, Jobs se había vuelto a salir con la suya.
El computador está dirigido fundamentalmente a la educación superior y, al menos por el principio, solamente se venderá a las universidades. Si bien en opinión de algunos expertos la nueva computadora no representa ningún avance dramático desde el punto de vista tecnológico, se considera que se convertirá en el prototipo de las nuevas tendencias en el diseño de sistemas. Una de esas tendencias es la introducción del concepto de lo que se ha llamado "Máquina multimedia". A diferencia de las computadoras convencionales que sólo pueden presentar gráficos y textos en la pantalla, los nuevos computadores de la generación del Next, incorporan sonido, animación y video.
El Next es particularmente fuerte en el campo del sonido. Los usuarios podrán grabar mensajes hablados e intercambiarlos por medio del correo electrónico. Los textos de la pantalla podrán ser complementados con comentarios verbales y los programas educacionales se podrán presentar con locutor, música y efectos de sonido.
Otro aspecto en el que el Next es pionero es en el uso de discos ópticos borrables, una tecnología que los usuarios de computadores esperaban desde hace tiempo. El disco tendrá 25 megabytes de información, equivalentes a cientos de libros, una capacidad que es 10 veces superior a la de la mayoría de las computadoras existentes. Esa extraordinaria capacidad permitirá a los estudiantes almacenar un archivo completo, incluídas música e imágenes de calidad fotográfica. Como si eso fuera poco, el aparato se entregará con un diccionario, una compilación de citas y las obras completas de Shakespeare.
Sin embargo, a pesar de las novedades, muchos analistas piensan que el nuevo computador de Steven Jobs tiene delante de si muchas dificultades por superar. El mercado educativo esta saturado por la competencia (Apple, Sun y Apollo) que tiene precios sustancialmente inferiores a los US$6.500 que deberá pagarse por el equipo básico del Next. Si bien la máquina tiene una capacidad muy alta para su precio, muchas universidades podrían preferir un equipo de menor potencia pero precio más cómodo. Y como el Next no estará en el mercado antes de marzo del año próximo, sus competidores tienen todo el tiempo del mundo para acomodar sus estrategias de mercadeo.
Con esas perspectivas, el futuro de la nueva compañía de Steven Jobs es aún incierto. Pero el niño maravilla, con su particular estilo de hacer negocios, está convencido de que este nuevo capítulo de su vida será tanto o más exitoso que el primero.