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La subienda

El precio de las acciones en Colombia se ha duplicado en menos de dos años. ¿Qué está pasando en la bolsa?

9 de junio de 2003

En la Bolsa de Valores de Colombia se respira optimismo. Los comisionistas hablan de los buenos resultados económicos del primer trimestre, de la recuperación de los bancos, de las alentadoras perspectivas de las empresas de cemento y textiles y, en general, de la mayor confianza en el país por parte de los inversionistas. Para sustentar su optimismo muestran las cifras: en mayo el Indice General de la Bolsa de Colombia (Igbc), que mide los precios de las acciones más transadas, rompió la barrera de los 2.000 puntos. Esto quiere decir que se duplicó desde julio de 2001, cuando se fusionaron las bolsas de Bogotá, Cali y Medellín. Durante los dos últimos años las acciones han sido la inversión más rentable, frente a otras como el dólar y los títulos de renta fija. En 2001 el Igbc creció 37 por ciento, en 2002 aumentó 52 por ciento y, si bien se esperan correcciones en el mercado -como de hecho ocurrió la semana pasada-, las firmas comisionistas de bolsa siguen calificando a las acciones como la mejor inversión en 2003.

Todo esto ha estado acompañado de un mayor volumen de negocios de acciones en la bolsa, que ha alcanzado en las últimas semanas promedios superiores al millón y medio de dólares diarios. Aunque este es todavía un monto muy bajo en comparación con lo que se mueve, por ejemplo, en el mercado de TES o en otras bolsas latinoamericanas, es muy superior a los exiguos 400.000 dólares diarios que llegaron a transarse en los peores meses de la crisis.

¿Qué está pasando? En primer lugar, que los inversionistas observan un entorno que favorece el crecimiento de las empresas, con unas tasas de interés bajas y estabilidad en la tasa de cambio. El hecho de que el PIB haya crecido 3,8 por ciento durante el primer trimestre de 2003 y que sectores clave como la construcción continúen en recuperación, ha enviado señales positivas a los inversionistas locales y extranjeros y ha comenzado a generalizar una percepción positiva sobre el desempeño de la economía colombiana en el corto plazo. "Hay, en general, una sensación de seguridad", dice Paul Weiss, de Corredores Asociados, en un mercado en el que "muchas veces son más importantes las percepciones que los mismos hechos".

Pero las percepciones también han estado respaldadas por los resultados de las empresas que cotizan en bolsa. Dentro del sector financiero se destacan Bancolombia y Banco de Bogotá, que registraron en el primer trimestre un crecimiento en utilidades de 49 y 32 por ciento, respectivamente, con relación al mismo período del año anterior. O Grupo Aval, que pasó de tener pérdidas por 35.000 millones de pesos a ganancias por 57.000 millones.

Todas las cementeras presentaron aumentos en sus utilidades, al igual que textileras como Fabricato o Coltejer. El sector comercio, por el contrario, no ha tenido buenos resultados debido, según algunos analistas, a que la mayor competencia entre las empresas ha causado una reducción en sus márgenes de ganancia. Almacenes Exito, por ejemplo, vio caer sus utilidades 98 por ciento en el primer trimestre de 2003.

Movidas de fondo

Los resultados financieros de las empresas y algunos otros indicadores como la relación entre el precio de mercado de una acción y su valor en libros (lo que cree el mercado que vale una acción contra lo que dice el balance que debe valer), son las variables que revisan los analistas para hacer sus predicciones. Estas variables llamadas, "fundamentales", reflejan el potencial de valorización de una acción.

Estas variables han venido mejorando para las empresas de la bolsa. Con la crisis que enfrentó la economía desde finales de los años 90 las compañías colombianas se habían puesto realmente baratas. El precio de sus acciones llegó a estar, en algunos casos, a menos de la mitad de lo que, según sus estados financieros, debería estar.

Pero desde finales de 2001 la mayoría de acciones ha venido recuperando terreno, lo que se ha traducido en valorizaciones importantes. La acción de Bancolombia preferencial, una de las más negociadas en la bolsa, aumentó su precio más de cuatro veces entre julio de 2001 y mayo de 2003. Bancolombia ordinaria, Corfinsura y Suramericana triplicaron su precio en este mismo período y quienes invirtieron en acciones de Coltejer, Banco de Bogotá o Colombiana de Inversiones vieron crecer su inversión más del doble. En los primeros tres meses de 2003 el precio de las acciones del sector financiero aumentaron 28 por ciento y en algunos casos alcanzaron máximos históricos. A las del sector real también les fue bien, con una valorización de 9 por ciento en el primer trimestre.

Las subidas de precios, junto con el aumento en la repartición de dividendos en la mayoría de compañías, han hecho que los inversionistas locales miren nuevamente el mercado de acciones como una opción. De otro lado, según Augusto Acosta, presidente de la Bolsa de Valores de Colombia, los inversionistas extranjeros han comenzado a interesarse otra vez en el mercado colombiano.

Desde mediados de 1998 la inversión de fondos extranjeros cayó en picada de más de 1.000 millones de dólares a menos de 200. Y aunque todavía su participación es mínima, analistas como Alberto Bernal, de Idea Global, observan que las condiciones están dadas para que estos fondos inviertan en los mercados emergentes y, dentro de ellos, en Colombia. Los índices de las bolsas latinoamericanas han aumentado en el último año, con valorizaciones en dólares de hasta 47 por ciento, como en el caso de la de Buenos Aires, lo que motiva a los extranjeros a poner parte de sus portafolios en acciones de países de la región. De otro lado, los fondos locales de pensiones tienen una parte de su portafolio en acciones, que no es muy grande, pero ha bastado para ponerles un piso a los precios. Otra cosa que ha movido la bolsa son los procesos de democratización accionaria, como las de Aval, ISA y ETB, que han acercado al colombiano común a las inversiones bursátiles (ver recuadro).

El rumbo que seguirán las acciones en el segundo semestre de 2003, dicen algunos analistas, no presentará las mismas valorizaciones que ha habido hasta ahora e incluso hay quienes advierten que ya podría ser tarde para comprar. Otros, en cambio, creen que aún hay oportunidad de ganar y que algunas acciones todavía están subvaluadas. Pero todos coinciden en que la recuperación de las empresas se consolidó y que esto da motivos para seguir teniendo en cuenta las acciones como una de las primeras opciones a la hora de invertir.