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El director del Dane, Mauricio Perfetti, en la Casa de Nariño durante la presentación de los resultados del mercado laboral de 2014. Lo acompañan el ministro de Trabajo Luis Eduardo Garzón, el presidente Juan Manuel Santos y el viceministro de Hacienda, Andrés Escobar.

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Las opiniones que nadie le ha pedido al DANE

Presentar los resultados en la Casa de Nariño, en la forma en que lo hizo hace un mes, no le hace bien a la independencia del DANE.

7 de marzo de 2015

Al final de cada mes, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) explica cómo se comportó el mercado laboral y cuál fue la tasa de desempleo correspondiente al mes inmediatamente anterior.

El pasado 29 de enero, cuando se entregaron las cifras de empleo para todo el 2014, ocurrió un hecho inusual. El director del Dane, Mauricio Perfetti, rindió el informe respectivo en la Casa de Nariño en presencia del presidente, Juan Manuel Santos.

Todos estaban muy contentos pues, por segundo año consecutivo, el país presentaba una tasa de desempleo de un dígito (9,1 por ciento), una meta que este gobierno se trazó.

Aunque en ese momento nadie se preguntó por qué la presentación se hacía en la Presidencia, cuando el Dane siempre ha entregado los resultados en su sede,  a algunos sí les llamó la atención.

Si bien el Dane es un departamento administrativo adscrito a la Presidencia de la República y su director es nombrado por el jefe de Estado, como máxima autoridad estadística debe salvaguardar su independencia. Este tipo de familiaridades con el gobierno no son buenas, y en aras de la transparencia el cuidado debe ser extremo.

El prestigio técnico del Dane no está en duda y nadie lo discute, pero no le hace bien a la institucionalidad entregar las buenas cifras en la Presidencia. En este caso aplica la conocida expresión: la mujer del César no solo debe ser honesta, sino parecerlo.

Consultado al respecto, el director del Dane señaló que no cree que haya pérdida de independencia. “La independencia no está en donde se presenten unos resultados anuales. Era la oportunidad de poder entregarle al presidente y al país los datos de todo el año”.

Pero hay otros hechos relacionados con la forma como se divulgan las cifras que llaman la atención. Ha sido costumbre que el director del Dane, al hacer la presentación de los distintos estudios e investigaciones, dé una explicación técnica y escueta de los datos, sin ir más allá y caer en comentarios editoriales.

Pues bien, a algunos no les deja un buen sabor el hecho de que Mauricio Perfetti, en muchas ocasiones, al entregar las cifras más relevantes haga comentarios que son más propios del gobierno y de sus funcionarios y que buscan destacar o justificar las cifras. “Los comentarios con editorial incluido hay que dejárselos al gobierno”, dice el exdirector del Dane, César Caballero.

No le queda bien ir más allá de la explicación técnica. Por ejemplo, resaltar el buen comportamiento de la economía y hacer comparaciones con otros países. “La entidad no puede ser un porrista del gobierno”, anota el senador Iván Duque Márquez.

Algunos consideran que el Dane se extralimita en comentarios como los siguientes, consignados en sus boletines de prensa: “Es importante destacar que en la medición de los últimos 12 meses, el
desempleo lleva 17 periodos consecutivos con tasas de un dígito”; o  como en este, cuando se entregaron las cifras del PIB del tercer trimestre de 2014: “Sin lugar a dudas, esta cifra nos trae muy buenas noticias, ya que además, hay que resaltar que el acumulado del año (enero-septiembre de 2014) con 5 por ciento es el más alto desde el 2012, lo que reafirma una vez más que el país continúa con un crecimiento sostenido y sigue estando entre los países con mayor crecimiento en el contexto internacional”.

Por otro lado, además de mostrar neutralidad e independencia, también es clave que el Dane cumpla con el cronograma de entrega de datos. En este sentido, el exministro Juan Camilo Restrepo se pregunta qué pasó con la divulgación de los resultados del censo agropecuario que serían entregados a finales de 2014.

Sobre el tema,  Perfetti le dijo a SEMANA que se está avanzando en el proceso de calibración y que en el segundo semestre se entregará el microdato. Reconoce que la entrega se atrasó un poco frente a la fecha original, pero lo considera normal para este tipo de estudios,  teniendo en cuenta que se trata de una base de datos gigantesca.

En el pasado, en otras oportunidades, se ha abierto el debate sobre la independencia del Dane. Por ejemplo en 2004, cuando el entonces director César Caballero, renunció luego de que recibió presiones de la Casa de Nariño para que no divulgara unas estadísticas sobre el impacto de la violencia en las grandes capitales. Cada vez que surge el tema, la tecnocracia económica cierra filas en defensa de la independencia de la entidad. También se han propuesto reformas de ley para que el director de la entidad sea nombrado en la mitad del periodo presidencial para evitar la injerencia del presidente de turno y que su designación fuera producto de la meritocracia y no de la politiquería. Pero esto se ha quedado en el camino.

En síntesis, es bueno que el Dane no solo se ocupe del contenido, sino de la forma como viene presentando los datos para preservar la credibilidad. No hay que olvidar que las estadísticas de un país son la piedra angular de su desarrollo en todos los sectores y donde también está depositada la confianza pública.