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LOBOS DEL AIRE

¿Qué tanto puede durar la guerra de tarifas entre las aerolíneas que desató la política de cielos abiertos?

13 de julio de 1992

EL PROXIMO PRIMERO DE julio tendrá lugar un acontecimiento sin precedentes en el transporte aéreo de Colombia. Ocho vuelos de cinco aerolíneas diferentes partirán del aeropuerto El dorado de Bogotá y aterrizarán en los Estados Unidos. Cinco de los vuelos llegarán a Miami, dos a Nueva York y uno a Los Angeles. Es el resultado, impensable hace apenas seis meses, de la política de cielos abiertos del actual Gobierno, que ha provocado una guerra entre las líneas aéreas como hace muchos años no se daba en el país.
La batalla era previsible desde el momento en que las autoridades aeronáuticas pusieron en marcha la desregulación del sector. Pero se ha desarrollado con especial intensidad en los últimos dos meses. Desde febrero de 1992 las aerolíneas pueden fijar libremente sus tarifas sin necesidad de la autorización de la Aeronáutica Civil, pero al principio no fue fácil para ellas acomodarse a las nuevas reglas de juego. Hasta ese momento y durante muchos años Avianca había competido en la ruta a Estados Unidos con otras aerolíneas extranjeras, deficientes en servicio. Allí podían incluirse Eastern y Braniff, a manera de ejemplo. Eso le permitió a la aerolínea nacional mantener el servicio con tarifas relativamente altas.
Con la llegada de American Airlines y Ladeco (chilena) se produjeron dos fenómenos que alteraron el mercado: el impulso natural del consumidor, que cree que lo nuevo es bueno, y la oferta de un excelente servicio por parte de ambas compañías. El arribo de American y Ladeco coincidió, sin embargo, con una mejora sustancial en el servicio y la eficiencia de Aviánca, lo que introdujo una sana competencia en el mercado. Pero al parecer la novedad primó sobre la experiencia, y al poco tiempo American dominaba el 70 por ciento del tráfico a Miami, según los expertos involucrados en el mercado.
Como Avianca contaba con asesores norteamericanos en la parte técnica y en la parte comercial, lo primero que pensaron fue trasladar hacia Colombia las promociones comunes en el mercado de los Estados Unidos. El sistema le había dado pobres resultados a otras aerolíneas colombianas como Aerotal y Aerocóndor, y en suelo americano había terminado con la quiebra de grandes empresas como Pan Am, Midway, Continental Airlines, America West Airlines y Trans World Airlines.
Pero las circunstancias eran distintas y Avianca se arriesgó a recuperar clientes bajo el esquema de compre un tiquete para dos personas.
En pocas horas, sin embargo, la aerolínea colombiana se encontró con una respuesta contundente de American, una sociedad acostumbrada a políticas comerciales más agresivas. American se encargó de combinar la fórmula de los dos pasajeros con un tiquete no sólo entre Colombia y Miami, sino que hizo extensiva la promoción a otras ciudades norteamericanas, con sustanciales reducciones de precios, "regalos" de noches de hotel y renta de carro y hasta suscripciones a periódicos y revistas. Eso sin tener en cuenta programas como los multimillas o air pass que son muy atractivos.
La primera parte de esta guerra está próxima a terminar, porque con el verano se acaba la temporada baja y viene el período de vacaciones de mitad de año. La oferta de Avianca Bogotá-Miami-Bogotá, que ofrecía el viaje de dos pasajeros por un tiquete, advertía que la adquisición debía realizarse antes del pasado 30 de mayo y que el pasaje debía usarse entre el primero y el 30 de junio. Además de tener otras condiciones: las dos personas debían ir y volver en el mismo vuelo, sólo de lunes a viernes, mínimo siete días y máximo 30 días, y una vez definidos la fecha y vuelo de regreso no podían cambiarse so pena de la pérdida de la promoción que valía 433 dólares.
A pesar de las limitaciones el plan fue todo un éxito, según las agencias de viajes consultadas por SEMANA. Los vuelos de regreso tanto de Avianca como de American entre Miami y Bogotá se encuentran llenos los días viernes 26, lunes 29 y martes 30 de junio. American Airlines ofrecía como complemento una noche de hotel por 15 dólares en Miami, o una noche de hotel por 28 dólares en Pompano Beach, o el alquiler de un carro durante una semana por 19 dólares o dos noches de hotel y dos días de carro por 99 dólares en Miami u Orlando, o una suscripción a El Tiempo por tres meses. En el caso del viaje a Nueva York las promociones dos por uno de Avianca y American siguen vigentes y aún pueden utilizarse antes del 30 de junio por 699 dólares ida y vuelta, cuando el pasaje normal es de 917 dólares un solo pasajero. Donde también operó el milagro de la guerra fue en la ruta Barranquilla-Miami-Barranquilla en la que American, por 369 dólares llenó vuelos con tiquetes que también tenían condiciones estrictas la reserva debía hacerse mínimo siete días antes, el pago máximo 48 horas antes y el pasaje no podía devolverse.
Todo eso viene sucediendo con una economía colombiana en recesión.
El mercado del transporte aéreo está en decrecimiento, pero aún así la competencia amenaza con aumentar. En algunos días se define el ingreso de United o Continental para la ruta Miami-Bogotá-Miami, mientras Iberia piensa hacer seis vuelos semanales desde Colombia a Madrid, algunos de ellos con escala en Miami. Eso sin contar las nuevas posibilidades a través de la ruta Bogotá-Maracaibo-Miami que ofrece Zuliana de Aviación. Mientras tanto, Aces, que realizará su primer vuelo hacia Miami, atenderá todo su cupo en primera clase, con monitor de televisión para cada pasajero (estilo Mexicana) y atención triple A.
Lo cierto de todo el asunto es que en últimas el verdadero beneficiado es el usuario y sólo el tiempo dirá qué efectos tendrá una guerra de esta clase sobre las finanzas de las aerolíneas. En julio las batallas disminuirán de temperatura por la alta temporada, pero muy posiblemente en agosto vuelvan a aparecer en toda su magnitud los lobos del aire.