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Los ‘brujos’ de los magnates

La Fiscalía no es la única que busca ayuda del más allá. Los empresarios más respetables del país también tienen sus tarotistas y sus astrólogos.

30 de septiembre de 2006

Por sus manos pasan las decisiones empresariales más importantes del país. No son financistas, ni tampoco banqueros de inversión. Mucho menos expertos en management, estrategia o mercadeo. Eso sí, sus clientes son los más importantes conglomerados económicos del país. Y aunque en el mundo de los negocios nadie quiere hablar de ellos -mucho menos ahora que estalló el escándalo en la Fiscalía por las actividades del síquico Armando Martí-, la verdad es que cada vez más empresarios y ejecutivos acuden a sus servicios. A pesar de ser gente que necesita ver para creer y que no confía más allá que en los números de sus balances, a menudo recurren a consultores poco comunes que les complementan la visión y el olfato empresarial.

Las consultas son de todo tipo. Las hay desde temas serios como cuándo cerrar un negocio, dónde invertir la plata, cómo arreglar un problema financiero o a quién contratar para un puesto. Pasando por temas más light como la manera correcta de organizar los muebles en la oficina y en los almacenes, hasta la forma de protegerse de energías negativas como la envidia. En las finanzas y en los negocios a nadie le cae mal echarle una miradita al tarot, los arcanos, el péndulo, los números, las runas o monedas para protegerse de las conspiraciones, los secretos del milenario libro chino I Ching o la organización de los espacios, según el Feng Shui.

Desafortunadamente hoy nadie acepta hacer ninguna de estas cosas, quizá por miedo a quedar estigmatizados como débiles e inseguros, especialmente en una sociedad tan timorata como la colombiana. Pero el tema no se puede esconder. Por eso SEMANA se puso a la tarea de encontrar quiénes son esos empresarios que acuden a personas con poderes especiales. Es importante aclarar que ningún astrólogo, tarotista, numerólogo o futurólogo consultado por esta revista quiso revelar el nombre de sus clientes por respeto a los acuerdos de confidencialidad y porque el silencio es el principal activo con el que cuentan en este oficio. Sin embargo, hay muchos casos que son un secreto a voces en el mundo de los negocios y de los cuales tienen conocimiento no sólo los empresarios, sino las personas allegadas a ellos.

La lista secreta

En la primera fila de clientes de los brujos están los grandes cacaos del país. Y no es de extrañar. Como diría el multimillonario J.P. Morgan, fundador de la famosa banca de inversión que lleva su nombre, "los simples millonarios no necesitan un astrólogo, pero los billonarios sí lo requieren". De hecho él consultaba con mucha frecuencia a la famosa astróloga de su tiempo, la renombrada Evangeline Adams, quien lo salvó de la gran crisis de la bolsa de 1929 al recomendarle vender sus acciones antes del crash, con lo que le evitó perder muchos millones de dólares.

Quizá por esa razón los dos colombianos que aparecen en la lista de multimillonarios de la revista Forbes realizan este tipo de consultas. Julio Mario Santo Domingo contrató a una renombrada astróloga financiera para reafirmar su decisión de vender Bavaria, la joya de la corona. El negocio más importante en la historia del país contó con el visto bueno de una astróloga italiana que vive en Colombia desde hace muchos años y que desde hace 15 se dedica a este tipo de consultorías. Ella le hizo a Santo Domingo la carta astral de la empresa surafricana SABMiller para ver si era compatible con la de la cervecería colombiana. El resultado, como se sabe, fue positivo y ambas partes quedaron contentas con la transacción.

Luis Carlos Sarmiento, el otro colombiano que aparece en la lista de Forbes, también usa esta clase de servicios. Muchas de las decisiones importantes del Grupo Aval pasan por el péndulo del metafísico Bernardo Ríos, experto en la ciencia de la radiestesia, un método muy utilizado para tratar de obtener respuestas a preguntas muy concretas por medio de una varilla o péndulo. También usan sus servicios los más importantes directivos de la organización Sarmiento, como Esther América, presidente del banco AV Villas.

Isaac y Jaime Gilinski tampoco se quedan atrás. Los dueños del banco Sudameris, el Banco y Fiduciaria Tequendama, la cadena de cajeros automáticos Servibanca, la empresa estadounidense de telecomunicaciones Phone One y otras tantas más en el país consultan todos sus negocios y decisiones empresariales con doña Alina, su gurú de cabecera. Radicada en Miami desde hace varios años, esta mujer colombiana ha logrado construir una fama que le ha permitido trabajar para algunas de las familias más prestigiosas de América Latina, como los hermanos Osvaldo y Gustavo Cisneros de Venezuela y el grupo argentino Techint. También asesora a los dueños del Banco del Vaticano.

Los cacaos paisas no podían estar por fuera de la lista. Varios ejecutivos del Sindicato Antioqueño visitan con frecuencia al mago Daniel, un reconocido astrólogo financiero de Medellín. Además de estudiar la relación que existe entre los ciclos planetarios y los ciclos de los negocios, el mago Daniel también se dedica a la lectura del tarot.

Las presidencias y vicepresidencias de Colmena, Servientrega, Colpatria y Bancafé siguen de cerca las recomendaciones de Luis Fernando Parra, un consultor en numerología que atiende a decenas de empresas y bancos. Su técnica sirve para saber, entre otras cosas, el momento y el lugar adecuado para hacer determinadas jugadas empresariales, como por ejemplo abrir una nueva sucursal o punto de venta. Esa misma técnica la empleó el numerólogo Norberto García para escoger el primer local de una cadena bogotana de pizzerías que se extendió por todo el país.

La nueva generación de los Nule también le jala a las consultas sui generis. Guido Nule, una de las cabezas del grupo, es de los pocos empresarios del país que habla con tranquilidad sobre el tema. "Para todos los grandes negocios consulto con un astrólogo muy especial que vive fuera del país. Es una ayuda extra que no está de más".

El tema está metido incluso en los procesos de contratación de personal. Empresas como el Citibank utilizan la astrología para contratar personal de alto nivel. A través del análisis de la carta astral determina si la persona es o no de fiar, si tiene buena familia o proclive al dinero fácil. También es el caso de Lufthansa, que les hace la carta astral a los pilotos antes de entrar para saber cómo está su riesgo de muerte.

El Feng Shui, que es una práctica de origen chino para armonizar los ambientes, también es otro tema que está muy de moda. Almacenes Éxito lo hace en todos sus almacenes. Las banderas que pone en la parte de arriba son para que fluya la energía y no se escapen los clientes, y el letrero ascendente en la parte de afuera es para elevar la fama. Esta disciplina que intenta conjugar la armonía del ser humano con el entorno arquitectónico que lo rodea la usan en el país empresas como Coca Cola, Skandia o Caracol Televisión.

Bola de cristal

El interés de los empresarios por el tarot, la astrología, la numerología y otras ciencias ocultas no es nuevo. Desde hace muchos siglos los hombres de negocios saben que no todo lo que rodea el mundo parte de bases científicas y medibles. Este tipo de herramientas 'paranormales' les ayudan en el proceso de toma de decisiones.

Personajes como el propio Amando Martí están desde hace mucho en la mente de los hombres de negocios del país. Martí lleva más de 20 años trabajando con empresarios y juntas directivas de compañías multinacionales como McDonald's y Xerox, donde a través de técnicas de reprogramación neuronal y comunicación no convencional prepara a los empleados para ser más activos, serviciales, eficaces y eficientes. Docenas de gerentes en los sectores automotor, farmacéutico y bursátil acuden a Martí para mejorar sus estados de ánimo.

El interés por estos temas es tal que existen en el mundo publicaciones especializadas en astrología y negocios, como The Mountain Astrologer, una revista estadounidense que se dedica a analizar la posición de los astros con la de varios ejecutivos. En Colombia, el diario económico Portafolio dedica todos los lunes una página entera al tema de la astrología financiera en donde publica la carta astral para cada empresa según su signo, determinado por la fecha y hora de creación.

Para no ir más lejos, en Estados Unidos se publica el Timer Digest que es el mejor boletín o revista especializada para analistas y corredores de bolsa. Desde hace años el Timer Digest, publica todos los meses una lista de los 12 mejores pronosticadores de la bolsa de valores tomando en cuenta sus aciertos durante el plazo de 104 semanas. Desde hace cuatro años el número uno es A.C., que es, ni más ni menos, que un astrólogo.

Y es que al parecer las alzas y bajas de la bolsa están relacionadas con los movimientos y actividad de los astros. Por ejemplo, en Wall Street el ciclo Venus-Urano afecta el comportamiento del índice Dow Jones, que mide las empresas más importantes que cotizan en la Bolsa de Nueva York. Así mismo los negocios de Internet se ven influenciados negativamente cada vez que Mercurio tiene un movimiento retrógrado. Las conjunciones de Venus con el Sol se usan para predecir el futuro del sector agrícola y los movimientos de la Luna para predecir el comportamiento de mercados futuros.

Todavía resulta más llamativo el análisis que de los astros hacen algunos especialistas en el tema. Para muchos, el mejor momento para iniciar un nuevo negocio es siempre aquel que coincide con la fase de luna nueva. Por el contrario, la luna menguante es el momento menos indicado para iniciar cualquier aventura económica. El período de luna creciente parece ser el más adecuado para iniciar reformas o para renegociar un contrato.

Algo similar ocurre con el tarot. En el lenguaje simbólico de las cartas, la luna significa la duda, la espera para actuar en un futuro próximo. Otras, como la del emperador o la del mago, son señales de buenas perspectivas económicas.

Lo cierto es que cada vez son más los empresarios que confían en las distintas ciencias ocultas y visionarias la apertura de sus negocios, de sus propias finanzas o de una simple inversión. En época de vacas gordas, pero sobre todo de vacas flacas, consultar a uno que otro brujo no está de más.