Home

Economía

Artículo

Hernán Rincón fue nombrado esta semana director para América Latina de Microsoft.

FIGURAS DESTACADAS

Los trotamundos criollos

Un colombiano llegó a una de las más altas instancias de Microsoft. Pero no es el único, muchos otros están manejando altas responsabilidades en multinacionales de todo el mundo y siguen ascendiendo de puesto.

9 de junio de 2007

Una multinacional de origen estadounidense está buscando un profesional que se haga cargo de tareas de auditoría en la casa matriz de Nueva York. Además de tener un enorme conocimiento en control financiero y contabilidad, el profesional debe cumplir otros requisitos como el dominio perfecto del inglés y experiencia en cargos de similar dimensión. Por eso, la remuneración es bastante alta. Pero la firma ha puesto otro requisito: el nuevo auditor debe ser colombiano. Y por eso ya empezaron a sondear el mercado nacional en busca de ese personaje. Esta historia verídica es de Colgate, que está en la tarea de encontrar a esta persona en Colombia.

La anécdota muestra una realidad cada vez más evidente durante los últimos años: los profesionales locales están supercotizados en el exterior.

Por ejemplo, la semana pasada, Hernán Rincón fue nombrado nuevo director de Microsoft para América Latina. Es otro colombiano que tendrá línea directa con Bill Gates (el otro es Orlando Ayala). Definitivamente, el talento humano nacional está de moda. Y hay muchos casos para demostrarlo, pues los ejemplos son variadísimos.

Felipe Posada es el vicepresidente mundial comercial de BP. Felipe Bayón y Octavio Pastrana son los presidentes de las filiales de esa empresa en Argentina y México, respectivamente. Glenn Jordan, colombiano graduado en la universidad de los Andes, es el líder de Coca-Cola en Asia, región donde Juan Pablo Zamorano, también colombiano, es el gerente general de Colgate. En esta misma compañía, Antonio Caro es el vicepresidente mundial de ventas.

Ni qué decir de Alberto Calderón, quien es el presidente de diamantes y productos especializados de la multinacional minera BHP Billiton, o Roberto Villaquirán, que es la cabeza de Smurfit corrugados para Europa. En Procter & Gamble (P&G) están Juan Fernando Posada, quien labora en Cincinatti como vicepresidente de una de las divisiones mundiales de la compañía, y Jorge Uribe, el Presidente de P&G para América Latina.

Ernesto Fajardo ya es el responsable de los negocios de Monsanto en Estados Unidos, Martha Restrepo es la directora de Recursos Humanos de Spectrum Brands para América Latina y Juan Pablo Jiménez es el encargado del grupo de sistema personal de HP en Estados Unidos. En Brasil, Alejandro Rivas es el gerente de Matel. Bernardo Ortiz, ex viceministro de Defensa, ocupa un alto cargo en la Oxy en Estados Unidos; la lista se podría extender indefinidamente.

Esa tendencia muestra un gran avance para el país. Muchos de ellos empezaron desde la base en todas estas compañías y han construido una carrera empresarial que los coloca ya no en el limitado espectro de las decisiones locales, sino en el entreverado universo de las decisiones multinacionales. Y se trata de talento forjado en Colombia.

Las razones para el triunfo de los colombianos en el exterior son varias. José Calderón, de la firma cazatalento Egon Zehnder, cree que el talento colombiano es muy apetecido en el exterior porque han descubierto que son personas con una altísima ética de trabajo. Además, "porque los colombianos son flexibles, han tenido que trabajar en mercados difíciles en condiciones donde tienen que enfrentar los retos no sólo de mercado, sino de seguridad y volatilidad. Los colombianos han demostrado ser móviles. Han mostrado esa disponibilidad y son muy comprometidos. Esa combinación ha hecho que muchos hayan podido escalar en sus organizaciones".

Eso mismo piensa Hernando Holguín, de Eximium, quien destaca que el interés es más alto hoy gracias a los logros que están obteniendo los colombianos en el exterior. Por eso, cada vez hay más gente nacional ocupando altos cargos en el extranjero.

Además, las compañías multinacionales tienen políticas de recursos humanos destinadas a vincular a las mejores personas, para las tareas que se necesita resolver. Así que los procesos de reclutamiento están abiertos a todo el mundo y hoy son mucho más accesibles para todos. Toda multinacional que se respete, por ejemplo, cuenta en su página de Internet con los empleos disponibles en determinado momento. Así que vacantes sí hay en todo el mundo.

La dura realidad

Pero en la tarea de obtener éxito en el exterior no todo es color de rosa. Si bien llegar a estas alturas empresariales debe ser considerado un triunfo, también es cierto que allí no se llega por un camino sencillo.

Ernesto Fajardo, gerente del negocio de Monsanto en Estados Unidos, aseguró a SEMANA que hoy su responsabilidad es de muchos retos. "Este mercado representa el 65 por ciento del negocio de esta multinacional. Tengo a cargo 1.700 personas y manejo un presupuesto anual de ventas de 4.000 millones de dólares", explicó Fajardo desde Estados Unidos. Recuerda el debate que tuvo que sostener a finales de 2005, cuando era gerente de la zona norte de Latinoamérica para Monsanto, por cuenta de la llegada de productos transgénicos a México. Allí dio unas declaraciones en las que advertía que si la compañía no recibía la aprobación para sus nuevos productos, ese país no sería un mercado interesante para el futuro próximo. La reacción de muchas ONG fue agresiva contra la compañía, pues el tema de los transgénicos aún hoy genera escozor entre muchos sectores, y hasta pidieron la salida de la firma de México.

Martha Restrepo, quien dirige los recursos humanos de Spectrum Brands (Varta) para América Latina en Miami, tiene un recorrido amplio por varias multinacionales. Empezó en Pepsi y luego pasó por Hershey's. Tiene a cargo 1.800 empleados. Para ella también ha habido momentos difíciles. Recuerda que una de las tareas más difíciles que tuvo fue reducir la operación de Hershey's en China, lo que incluyó disminuir la nómina de 210 a 11 empleados.

Y los líos están a la orden el día para muchos colombianos que hoy están al frente de inmensas operaciones en China, Europa o Estados Unidos. Mientras más alto es el cargo, más expuesta está una persona a situaciones críticas, como ha ocurrido en recientes escándalos en BP, que terminaron con la salida de su presidente mundial, o de Coca Cola, que ha sufrido un veto por parte de estudiantes estadounidenses, por las denuncias de violaciones de derechos humanos en Colombia, cosa que ha desmentido siempre la firma.

Los resultados de los colombianos en las empresas internacionales muestran que realmente las fronteras están abiertas para todos. Ya no es una novedad que los nacionales escalen fuertemente por las duras alturas de las empresas multinacionales. Hasta hace unos años, la maravilla era encontrar un colombiano alquilando camellos en el África. Ahora es que administre con éxito complejas tareas en grandes compañías. Mucho más que simplemente arar en el desierto.