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MAS VALE TARDE QUE NUNCA

¿Se debe la baja en las tasas de interés a las medidas del gobierno o a las condiciones del mercado? Un debate de nunca acabar

5 de julio de 1982

Las tasas de interés han comenzado a bajar. Después de varios intentos fallidos, parece que las últimas medidas del gobierno están surtiendo algún efecto. Insuficiente para unos, tardío para otros, pero en general bienvenido.
Va para largo la discusión en torno a la necesidad de rebajar el costo del crédito, considerado por varios expertos como uno de los factores causantes del bajo crecimiento económico registrado en el país en el último año. No ha existido, sin embargo, un consenso en cuanto a los instrumentos que se deberían utilizar para lograr su reducción.
Varios intentos se han hecho. El primero, por sugerencia del gobierno y con la "colaboración" de un buen numero de instituciones financieras, consistió en la formulación de un "pacto de caballeros", mediante el cual dichas instituciones se comprometían a buscar, sin presiones externas, una baja en las tasas de interés. Pero el tiempo pasó y las tasas no se modificaron. El "pacto de caballeros" fracasó.
A comienzos del presente año el gobierno descongeló parte de los recursos que permanecían encajados en el Banco de la República, con el fin de fortalecer algunas líneas de fomento y dar mayor liquidez a la economía. El efecto también fue nulo al parecer debido a la dificultad institucional para el uso de las mencionadas líneas.

LA PUBLICACION DE LAS TASAS
Posteriormente se informó que si las instituciones bancarias daban a conocer las tasas efectivas de interés a las cuales estaban realizando sus operaciones, la sana competencia entre ellas podría tener efectos positivos en cuanto a la regulación de los intereses. Se comisionó a la Asociación Bancaria de Colombia para realizar la labor de información al público, y semanalmente los periodicos comenzaron a publicar las tasas de interés cobradas por los diferentes intermediarios financieros. Semana trás semana, sin embargo, la información de los diarios era la misma. Las tasas permanecían inmodificables.
Mientras se hacían todos estos intentos, una de las principales fuentes de expasión monetaria, causante por lo tanto de los controles que favorecieron el incremento de las tasas de interés, el sector externo, comenzaba a perder dinamismo y a tornarse más bien un factor contraccionista.
La cuenta corriente de la balanza de pagos registró en 1981 un deficit cercano a los 600 millones de dólares, compensado apenas por los ingresos en la cuenta de capital. La misma tendencia se ha venido presentando en lo que va corrido del presente año, con el agravante de que hay menores ingresos de capital (en abril 30 las reservas habían disminuido en 370 millones de dólares). Esta situación ha favorecido el manejo monetario en los últimos meses, permitiendo al gobierno controlar los medios de pago en niveles muy inferiores a los registrados en años recientes.

UN BUEN PRECEDENTE
Y fue esa misma situación la que permitió la promulgación de las recientes medidas oficiales, destinadas a dar una mayor liquidez a la economía y a sentar el positivo precedente de una rebaja en las tasas de interés. El gobierno rebajó un punto en las tasas de cupo ordinario de descuento de que son beneficiarios los bancos comerciales en el Emisor y en algunos papeles del Estado. El efecto de estas medidas se hizo sentir a los pocos días, cuando varios bancos comerciales anunciaron que rebajarían también un punto a sus propias tasas de interés.
Aunque la disminución es pequeña, si se tienen en cuenta los niveles tan altos que alcanzaron las tasas en los meses anteriores, es evidente que se ha creado un clima muy positivo alrededor de la baja presentada. En términos generales, las expectativas generadas hacen creer que la baja continuará. Tal es, por lo menos, la opinión de 11 de 17 expertos encuestados por la revista "Estrategia Económica".
Estas expectativas pueden verse reforzadas por la posición del presidente electo, Belisario Betancur, con respecto al problema de las tasas de interés. Tal posición quedó claramente consignada en un reportaje concedido al redactor económico de "El Tiempo", en el cual afirma: "Hay que bajarlas más y más. Sobre esto quiero ser muy categórico: o el gobierno reduce las tasas de interés (como ha empezado tímidamente a hacerlo), sin esperar ingenuamente a que un mercado cuya libertad no existe haga el favor de hacerlo, o esas altas tasas van a arruinar la economía en general, la producción y el consumo". Todos estos factores conjugados deben conducir a una baja superior en lo que resta del año.