MATRIMONIO ARABE

Pocas cosas son tan comunes en el mundo empresarial como los rumores sobre que las compañías petroleras se van a ir del país. Pero lo más curioso es que casi nunca resultan ser ciertos. El caso más cercano ha sido tal vez el de la compañía Shell, que no se fue, pero el año pasado le vendió el 100 por ciento de sus acciones en Hocol a la empresa de Arabia Saudita Nimir Petroleum Company. Así, se quedó con negocios como el de los aceites y su parte en Caño Limón, y dejó en manos de la nueva firma los proyectos de exploración y producción de petróleo.Cuánto pagaron los árabes por la empresa es todo un misterio. Lo único que se sabe es que fue Nimir el mejor postor entre varios que se mostraron interesados en comprar Hocol tan pronto como Shell anunció su venta en una rueda de negocios en La Haya, en junio de 1995, seis meses después de haber tomado la decisión de salir de parte de su participación en Colombia. La compra se cerró en noviembre 17, y desde ahí Nimir ha anunciado no sólo su interés de meterse en nuevos proyectos, sino de construir una refinería, algo para lo cual Ecopetrol estaba buscando inversionistas interesados sin que aún hubiera resultado ninguno. Al respecto, Nimir ya ha adelantado contactos con la Presidencia de la República y el Ministerio de Minas para manifestar su interés.Nimir es una empresa formada por inversionistas privados, que nació en 1991 pero sólo entró en el mundo petrolero en octubre de 1992. Hoy en día realiza exploraciones de cuatro campos en Yemen; tiene trabajos de sísmica con la Shell en tres pozos rumanos; trabaja en la reconstrucción de viejos campos y de una refinería en Rusia, asociada con una empresa pública y otra privada; también posee inversiones en Azerbaiyán, donde desarrolla tres pozos en el mar Caspio junto con otras 10 firmas; así mismo quiere construir una refinería en Indonesia y tiene inversiones en Malta y Túnez. Eso muestra que no es ningún aparecido dentro de la poderosa industria del crudo, pues se calcula que tiene unos 650 millones de dólares invertidos alrededor del mundo. La idea de entrar a Colombia le llamó la atención a Nimir Petroleum Company por una razón en especial: se trataba de comprar una empresa en funcionamiento, lo que le daría ingresos inmediatos, pues en la actualidad todos los proyectos en los que está metida son a largo plazo, y eso en los primeros años sólo genera gastos. También influyó el hecho de que el país ha adquirido importancia en el mundo petrolero desde que apareció Cusiana. Y aunque a muchos les suene raro en los momentos actuales, también les gustó la tradicional estabilidad política del país.Hocol, por su parte, es una empresa que ha invertido 1.000 millones de dólares en Colombia durante 15 años y que ha descubierto reservas por 500 millones de barriles de petróleo en el mismo período. Hoy en día trabaja en nueve campos, pues siete revirtieron recientemente a Ecopetrol. De los actuales, la mayoría están en Huila y Tolima, los cuales son operados directamente por Hocol. Hay otros en Casanare, de los cuales la compañía es socia, pues son operados por otras petroleras. Este año la idea de Hocol es abrir un campo de gas en Montañuelo Tolima, que va a permitir aprovechar toda la capacidad de la Térmica de Gualanday, y así servir a industrias como Cementos Diamante, que quieren ahora trabajar con ese combustible para ahorrar costos. Así mismo, Hocol está haciendo sísmica en Pataló y Río Baché y tiene programado perforar 14 pozos en Palermo. Se trata sin duda de una de las pocas empresas colombianas que se comprometen en un matrimonio con árabes. Lo mejor es que lo hicieron en un mundo del que pocos conocen tanto como ellos, cual es el de encontrar petróleo. Y aunque la producción de Colombia aún es muy lejana a la de cualquier país del Lejano Oriente, si las intenciones que tiene Nimir Petroleum de meterse de lleno en Colombia se cumplen se añadirá una gota más al objetivo de convertir al país en una de las nuevas potencias petroleras.