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MAYORIA DE EDAD?

Como ocurre en el mundo entero,las bolsas de valores de Colombia están comenzando a ser un espejo del país.

5 de octubre de 1992

LAS BOLSAS DE VALORES DEL PAIS SE PArecen cada vez más a una Bolsa de Valores. De simples escenarios para el intercambio de papeles oficiales y privados, se han ido convirtiendo en verdaderos termómetros de la economía. Y eso es un gran avance, pues ninguna otra entidad produce estadísticas tan claras y oportunas como los centros bursátiles. A nivel internacional, y desde hace muchos años las bolsas de valores han sido un espejo de los acontecimientos económicos y políticos que afectan a la opinión. En Colombia, por el tamaño del mercado y la falta de información, las bolsas se habían convertido en simples intermediarias en la colocación de papeles oficiales.
En los últimos dos años, sin embargo, las cosas han cambiado de manera radical. El año pasado, Colombia se destacó en los mercados internacionales por haber ocupado el segundo lugar en el mundo en crecimiento bursátil y los precios de las acciones tuvieron un incremento superior al 300 por ciento.
Y este año, a pesar de semejante antecedente, los índices siguen presentando crecimientos superiores al 50 porciento y los volúmenes siguen desbordados: las operaciones totales han crecido en 136 porciento y la negociación de acciones se ha multiplicado por ocho.
Pero más importante,quizás es el hecho de qué,por primera vez en mucho tiempo,las bolsas están reflejando claramente los hechos económicos y están anticipando tendencias difíciles de aceptar con otros indicadores económicos. Tal es el caso de los recientes problemas de liquidez del mercado, y del buen comportamiento que presentan los sectores financiero e industrial, a pesar de las dificultades que vive la economía. En los últimos seis meses, cualquiera que hubiera seguido los índices bursátiles -después de descontar las naturales oscilaciones de un mercado especulativo- habría encontrado una consistencia en el comportamiento de los precios de las acciones que estaba reflejando la estabilidad de las reglas de juego en materia monetaria y la continua caída en las tasas de interés. Y habría podido anticipar que la reanimación de estas últimas, provocada por el sorpresivo fenómeno de iliquidez que presentó el mercado en las últimas semanas, produciría, como produjo un movimiento oscilatorio en las cotizaciones accionarias.
Pero habría podido anticipar también, una vez conocidos estos movimientos, la magnitud del problema.
Porque lo cierto es que a pesar de que se presentó una disminución relativamente importante en los volúmenes transados, y a pesar de que hubo algo de oferta, por la necesidad de efectivo, los precios no cayeron demasiado. De acuerdo con el último boletín mensual de la Bolsa de Medellín,"no obstante el vacilante desenvolvimiento del Indice de la Bolsa durante agosto, es evidente que las variaciones al alza o a la baja no fueron fuertes y sostenidas ya que en promedio no superaron al uno por ciento entre cada día bursátil".
A diferencia, pues, de lo que ocurría en años anteriores, hay ahora una clara correspondencia entre el comportamiento de las bolsas del país y los fenómenos económicos de carácter general. Y es por eso que la misma Bolsa de Medellín se atreve a afirmar que "el comportamiento de los precios de las acciones en el corto plazo seguirá la tendencia contraria a la que experimenten las tasas de interes " . Y que, "por ello, la evolución que registre en los próximos meses la liquidez del sistema financiero será determinante en el futuro rumbo de las cotizaciones accionarias, ya sea mediante efectos oscilatorios sobre las mismas, como actualmente sucede, o mediante la inducción de movimientos sostenidos la alza.
Esta última situación es la más factible si, como se espera, el sistema financiero recupera durante el último trimestre del año la normalidad en los flujos de liquidez ".
Lo mismo están pensando los directivos de las otras bolsas y varios expertos corredores consultados por SEMANA. Para ninguno de ellos resulta descabellado esperar que el presente año termine con mayores valorizaciones accionarias, "máxime si existen otros factores económicos que tienden a impulsar las alzas ". Y ese es, precisamente, otro punto por resaltar. Que a diferencia de indicadores globales, como el Producto Interno Bruto, los índices bursátiles permiten seguir el comportamiento de algunos sectores específicos de la economía. En palabras de un corredor, "la industriar y el sector financiero, por ejemplo, no se comportan necesariamente como el PIB, y eso se puede ver en las bolsas".
La verdad es que a pesar de los negros nubarrones que se han cernido en este año sobre la economía, las enormes ganancias registradas en el primer semestre por las entidades del sector financiero, y las diferentes encuestas sobre el comportamiento industrial -la última de las cuales fue rebelada la semana pasada en Pereira por la Andi- muestran una dinámica sectorial totalmente contraria. Más de 160 mil millones de pesos en ganancias, en el primer caso, y tasas de crecimiento superiores al siete por ciento en el segundo, son indicadores de bonanza, más que cualquier otra cosa. Y eso lo saben los interesados.
Por eso no es extraño que el mercado se mantenga demandado. Y que a pesar de las limitaciones que todavía tiene - o quizás gracias a ellas - el resultado final de 1992, sin ser tan espectacular como el del año pasado, sea lo suficientemente bueno como para mantener la inversión accionaria como una de las más rentables del país. Y que, como lo dice la Bolsa de Medellín,"los descensos que pasajeramente experimentan al gunas cotizaciones constituyan hechos decisivos para laconformación de favorables portafolios accionarios". Siempre, por supuesto, bajo la atenta mirada de un corredor.