Home

Economía

Artículo

MEJOR, JUNTO AL CAFE

El Pacto Mundial Cafetero sigue demostrando su efectividad.

29 de febrero de 1988

No hay duda. El mercado mundial cafetero está acomodándose. Los productores buscan ingresos externos regulares. Los tostadores abandonaron el juego especulativo del casino de la bolsa, pretendiendo encontrar la estabilidad. Los consumidores quieren precios estables y grano de calidad, mientras que las naciones exportadoras cobijadas por el Acuerdo Internacional del Café recortan sus cuotas buscando una franja de precios fija y satisfactoria que garantice cierta normalidad en su balanza comercial. Pero esa supuesta tranquilidad alienta el surgimiento de algunos temores.
Para algunos, después de la tempestad viene la calma. Tras la bonanza de 1986 y parte del 87, el comportamiento actual se encuentra dentro de lo proyectado una vez los precios se derrumbaron por debajo de los US$2 la libra. Sin embargo, los niveles registrados en diciembre, cercanos a US$1.15, hicieron temblar a todos y de la impresión de una caída generalizada que cundió, aún no se reponen algunos. Medidas inmediatas de recorte de cuotas han hecho reaccionar el precio, pero todavía pesa sobre el mercado la sombra de la sobreoferta.
La cuota inicial pactada por la Organización Internacional del Café para el Año Cafetero octubre de 1987 a septiembre de 1988 es de 58 millones de sacos, que debido a la baja en los precios ha sido recortada en 3.5 millones de sacos en menos de un mes. Estas reducciones en las cuotas pretenden siempre la reacción del alza en el mercado, lo que en parte se ha logrado. Una cuarta restricción en exportaciones que debió aprobarse el pasado fin de semana no se hizo efectiva y más bien la perspectiva es de estabilidad. Se cree firmemente que la franja de precios estará entre US$1.20 y US$1.30 en el precio compuesto de la OIC y entre US$1.30 y US$1.40 para el grano colombiano.
El pasado viernes, en Londres, fue negado completamente un nuevo recorte porque varios compradores y algunos productores se pusieron de acuerdo para esperar los resultados de las medidas implementadas hasta el momento. "Quieren dejar jugar el mecanismo antes de intervenir", dijo un observador. Pero si el martes 2 de febrero el precio promedio móvil de la OIC baja de US$1.15, automaticamente se verificará un recorte de 1.5 millones de sacos. El viernes cerró a US$115.13 el móvil y a US$115.61 el diario, por 100 libras.
Cuando en diciembre pasado el precio cayó a US$1.15, el Pacto Mundial debió acudir al primer recorte de 1.5 millones de sacos, lo que produjo una reducción de 242.550 sacos a Colombia. Dos posteriores restricciones en las cuotas, por un millón de sacos cada una, significaron en conjunto otros 323.400 sacos de café colombiano por fuera del mercado. Esa posible pérdida podría recuperarse en el segundo semestre, pues si el precio llega a buenos niveles se presentarían adiciones en la misma magnitud.

LA CALIDAD SE IMPONE
Lo cierto es que la producción mundial es grande y la tendencia es a la sobreoferta. La ventaja del sistema de cuotas al que retornó el mercado en octubre pasado es que los países tienen una capacidad limitada de participación y los fenómenos de oferta desaforada tienden más bien a desaparecer. Adicionalmente se ha presentado una peculiaridad: la escasez relativa de cafés finos, especialmente colombianos y centroamericanos. Colombia vende su grano con primas que fluctúan por los 10 centavos de dólar sobre el precio de la Bolsa de Nueva York.
Así las cosas, los ingresos por exportaciones cafeteras significarán a Colombia entre US$1.500 millones y US$1.600 millones, cifra similar a la del año pasado. Si el mercado no hubiera retornado a las cuotas con el acuerdo de Londres, los precios se habrían derrumbado inexorablemente. Según los expertos, la oferta se habría disparado y entonces los ingresos colombianos por este concepto no sobrepasarian, al terminar 1988, una franja entre US$1.100 millones y US$1.200 millones.
La competencia de los países no miembros de la OIC, con un mercado de 8 millones de sacos y precios bien bajos, causa ciertos inconvenientes a la estabilidad mundial. Muy pocos dudan también que persistan los históricos subembarques de los grandes productores y de las naciones centroamericanas. En síntesis, el mercado mundial es un juego de expectativas en el que la supuesta tranquilidad puede dar paso a una rápida inestabilidad en cuestión de horas.

EL PRECIO INTERNO
En donde los especialistas encuentran mayores elementos de juicio para hablar de una situación despejada, es en el campo interno. Hace una semana el precio por carga de 125 kilos de café pergamino tipo Federación, fue reajustado de $44 mil a $46.700. Un incremento del 6% que fue rechazado por poco remunerativo por los voceros de los cultivadores Sin embargo, la Federación Nacional de Cafeteros piensa que "el precio actual del café es bastante bueno y remunerativo ".
Y es que el caso del precio interno de sustentación siempre ha estado rodeado de inquietudes. En muchas épocas, especialmente las de bonanza, los buenos precios internacionales no se han reflejado en factores de bienestar para los caficultores. De allí que haya progresado la idea de que los exportadores se queden siempre con las utilidades.
La Federación advierte que el precio interno es un 68%, en términos reales, superior al de 1985 o sea que durante 3 años el ingreso del caficultor ha ido adelante de la inflación. Aduce de otro lado que la cosecha cafetera que en 1985 valía cerca de $150 mil millones, este año llegará a $340 mil millones, es decir, que los ingresos del caficultor, en su conjunto, casi se han duplicado.
El reajuste de hace una semana reconoció la inflación del trimestre octubre-diciembre de 1987. Ya en octubre del año pasado se registró un alza neta del 26%, superior al costo de vida, repartida en incremento directo del 12% y la incorporación del 14% que correspondía al Título de Ahorro Cafetero que se reconoció durante la bonanza. Juan Camilo Restrepo, asesor de la Federación, sostuvo a SEMANA que "no tienen fundamento estadístico alguno los reparos que se han hecho al ajuste en el sentido que no ha tomado los mayores costos que la inflación ha causado a la caficultura ".
Otro punto que parece desbaratar en parte aseveraciones de los "profetas de las desventuras del café", es el de la producción. Hace un año se elucubraba acerca de la desaparición del café por los precios ruinosos establecidos. La cosecha registrada de grano al 31 de diciembre de 1987 alcanzó los 12.9 millones de sacos, una de las más grandes en la historia del país, pues el promedio de los últimos años habia llegado a 10.7 millones de sacos.
"El precio real sigue siendo bueno como lo demuestran las estadísticas, los valores de la cosecha, el 68% de incremento en el precio real con relación a 1985. Así, la caficultura sigue bien", aclara la voz optimista de la Federación. Aunque hay problemas con la roya y el paloteo. La primera enfermedad ya se extendió al 80% de los cafetales, en donde el cultivador aprendió a convivir con ella. El paloteo fue serio a finales del año pasado, pero se sectorizó geográficamente, en Risaralda y Quindío. Se debió a cafetales que, muy afectados por la roya, sufrieron además un desequilibrio biológico entre la abonada y la florecida. Pese a las perspectivas tranquilas y en parte inciertas, aún sigue siendo buen negocio estar junto al café.

COTIZACION DE FUTUROS
DEL CAFE
Enero 2988
(Por 100 libras)

MES COTIZACION ALZA EN US$

Marzo 131.55 0.98
Mayo 134.29 0.78
Julio 136.45 0.70
Septiembre 138.45 0.59