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Mucha cautela

A pesar del debate sobre la validez de las cifras, 2006 no será fácil para los industriales.

12 de febrero de 2006

El debate por las cifras de la industria seguirá resonando el próximo año. Para muchos analistas, tarde o temprano el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) terminará reconociendo que hay un sesgo en su manera de 'medirle el aceite' a este sector y todos los expertos deberán recalcular sus proyecciones. Por eso, muchos analistas se muestran cautos a la hora de hablar acerca del futuro de la manufactura nacional. Sin embargo, ¿lo que hagan las empresas depende de una fórmula establecida por el Dane? No, pero aún no es del todo claro qué es lo que está pasando y esto ha dejado a muchos desorientados. Según las cifras oficiales, hasta agosto pasado, la industria sin trilla de café había crecido 2,83 por ciento, mientras que con trilla, el registro subía a 5,63 por ciento. Las cifras de la Andi, por el contrario, mostraban un crecimiento general de 7,1 por ciento. Así que dependiendo del cristal con el que se mire, el balance puede ser bueno o insatisfactorio. A pesar de la incertidumbre, algunas tendencias sí son claras. Lo que está impulsando la producción son las manufacturas de bienes durables como automotores, partes de vehículos, maquinaria y aparatos eléctricos, debido al aumento en la demanda por estos productos en el mercado nacional. Por el contrario, se ha registrado un freno en las manufacturas livianas como textiles y confecciones, justo en aquellas donde las importaciones han incrementado considerablemente. Para algunos, el balance es claro: hay muchos consumidores demandando maquinaria, carros y computadores, lo que impulsa la producción de estas empresas, mientras que por otro lado, la revaluación ha empezado a hacer estragos, lo que golpea el balance general industrial. Según el Índice de Confianza Industrial de Fedesarrollo, hay señales que pueden generar algo de optimismo. La gente considera que las condiciones para invertir son buenas y si un empresario quiere meterse la mano en el bolsillo es para aumentar la producción. Además hay un repunte importante en la demanda de energía, cercano al 6 por ciento en septiembre. Este indicador es clave para tomarles el pulso a las fábricas y muestra por dónde pueden ir las cosas en materia de crecimiento: cuando una empresa aumenta su producción, consume más electricidad. Tal vez estos indicios basten para asegurar que la industria se va a comportar mejor en lo que resta del año. Sin embargo, hay quienes son más pesimistas respecto de 2006. La firma Prospectiva Económica y Financiera piensa que ese no será un año mucho mejor. En primera instancia, todo depende en una buena porción, de lo que pase con las exportaciones, que el año entrante van a tener más problemas por la desaceleración de la economía mundial, lo que les resta competitividad. Las ventas a Venezuela no van a crecer a los ritmos en que venían hasta este año, por saturación de ese mercado y la mayor competencia de los países del Mercosur que ya empezaron a tomar posiciones. Además, los industriales que hoy compiten en el ámbito nacional con las importaciones que están llegando más baratas, ya presentan problemas. El tipo de cambio va a empezar 2006 menos caro que en enero de 2005. Igualmente, la producción industrial que está atada al comportamiento de la construcción se verá afectada, cuando el ritmo se frene, hacia el segundo semestre. Todas estas variables sí van a condicionar las decisiones de negocios de los empresarios. Cuando el Dane revele su determinación sobre los ajustes a la medición industrial, el país podrá tener certeza sobre si las grandes tendencias finalmente pusieron al sector en una posición más incómoda que la de este año.