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ENTREVISTA

“Nadie se ha levantado de la mesa de las 4G”

El presidente de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), Clemente del Valle, reconoce que algunos bancos se pusieron nerviosos con el escándalo de Odebrecht. Asegura que sin los recursos de Isagén no se habrían logrado los cierres financieros que van de los proyectos de cuarta generación.

2 de septiembre de 2017

SEMANA: ¿Qué tanto daño le ha hecho a las obras de 4G el ruido de Odebrecht en la Ruta de Sol?

CLEMENTE DEL VALLE: Es cierto que ha generado un ruido y que la primera reacción de todo el mundo fue de nerviosismo. Pero yo creo que ya hay tranquilidad, porque se ha entendido que esto de la Ruta del Sol es un reflejo del pasado y de la forma como se hacía infraestructura antes. Odebrecht destapó eso y puede que se afecten algunas compañías -espero sean pocas-, pero en general es una forma de terminar el saneamiento. Claramente la adjudicación del programa 4G se hizo con toda la rigurosidad y transparencia para no repetir los errores del pasado. El escándalo mostró que teníamos algunas debilidades que debemos terminar de fortalecer.

SEMANA: ¿Como cuáles?

C.D.V.: En nuestro marco legal no habíamos contemplado lo que pasaría si, por un fenómeno de corrupción, el contrato se volvía nulo. Cuando se montó el programa de cuarta generación, no estábamos pensando en ese tipo de circunstancias. De alguna manera eso es un vacío o deficiencia y, ya que pasó con la Ruta del Sol, es bueno corregirlo y estamos a tiempo de hacerlo. Concretamente los bancos quieren que se establezca un procedimiento de cómo se liquida un contrato si se llega a una situación de nulidad, pues ahí quedó una zona gris. Y tienen razón, si no hay reglas claras cuando llegan los problemas, salen los enredos.

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SEMANA: ¿Cómo se aclarará ese asunto?

C.D.V.: Se está trabajando un artículo de un proyecto de ley que ya está andando en el Congreso. Este ajuste aclara la forma como se actuaría o pagaría a la banca en la liquidación de un contrato. Los bancos necesitan esta precisión para estar más tranquilos hacia futuro, y el gobierno le quiere dar prioridad al asunto. Yo espero que salga ahora rápido en la legislatura.

SEMANA: Ustedes en la FDN son un buen termómetro para medir cómo está el ánimo del sector financiero para seguir apoyando las 4G. ¿Cómo los ven?

C.D.V.: No he tenido el primer banco que me diga que estamos repitiendo los errores del pasado y que no quiera seguir en el negocio de la cuarta generación de concesiones. Yo tengo que hablar con todo el mundo dentro y fuera del país. Acabo de llegar de Nueva York donde hice una ronda con los bancos internacionales, lo mismo acá y he sondeado sus preocupaciones y nadie me ha dicho que no quiera hacer más 4G. A nadie le genera desconfianza el programa. Claramente no quieren que les pase lo que sucedió con el contrato de Ruta de Sol 2. Los bancos locales han estado nerviosos por el tema, pero estoy convencido de que con el artículo que le comenté, la banca local quedará tranquila.

SEMANA: ¿Esto quiere decir que los proyectos y sus cierres financieros siguen avanzando al ritmo normal?

C.D.V.: No hemos parado ni un solo proyecto. Nosotros tenemos ahora ocho frentes que esperamos cerrar antes de que termine este año. Todos los bancos, los más y los menos preocupados, están trabajando en estos proyectos. Debo decir que nadie se ha levantado de la mesa de las 4G. Los bancos siguen muy interesados y por el lado de los internacionales es aún mayor. Incluso, estamos tratando de desarrollar una línea en pesos para darles recursos a los de afuera que quieren participar más. Este producto no existía y abre nuevas posibilidades. Yo actúo como un banco de segundo piso con una institución internacional.

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SEMANA: ¿Y cómo van los proyectos que tuvieron cierre el año pasado?

C.D.V.: Hay algunos más avanzados que otros. Los que tuvieron cierre el año pasado y desembolsos más grandes van más rápido, pues tuvieron más plata. Los que todavía no tienen el cierre marchan más lento, pero en regla con sus cronogramas de obra. Nosotros estamos tratando de ayudar. Por ejemplo, acabamos de aprobar una operación muy importante para la Ruta del Mar, que es el proyecto Antioquia-Bolívar que ayuda a conectar al Eje Cafetero y Antioquia con la costa Atlántica. Eso lo hace Cóndor, una de las más importantes empresas del sector. Ellos quieren acelerar el proceso y nosotros los estamos apoyando.

SEMANA: ¿Y cuál es el papel de la FDN en ese caso?

C.D.V.: Damos un crédito puente respaldado por Cóndor. Es como un crédito corporativo al proyecto, pero con el respaldo de la empresa para que las obras puedan seguir e incluso acelerarlas.

SEMANA: ¿Para este año cuántos proyectos tendrán cierre financiero?

C.D.V.: Actualmente tenemos ocho proyectos en negociaciones muy avanzadas y creo que terminarán esta fase de aquí a diciembre. De estos, cinco corresponden a la llamada segunda ola y los otros tres son de iniciativa privada. Este es un paquete de obras muy importantes por unos 12 billones de pesos, suma muy parecida al número que sacamos el año pasado.

SEMANA: ¿Las fuentes de financiación para el paquete de este año están aseguradas?

C.D.V.: Sí. Y yo diría que con novedades. Creo que vamos a lograr sacar una emisión de bonos y también a impulsar nuevas estructuras de crédito (mini-perms) de más corto plazo y diseñados para ser refinanciados. Esta es una modalidad que se está usando mucho en los países desarrollados y que facilita a la banca participar en este tipo de proyectos que, como se sabe, son de muy largo plazo. En Colombia no hemos estrenado esta figura, porque los primeros proyectos se hicieron con préstamos a plazos más extendidos. Creemos que, con este sistema, los bancos internacionales que tienen mucho interés en entrar lo hagan más fácilmente. Instituciones europeas y norteamericanas ahora podrán participar, lo que nos amplía el universo de jugadores.

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SEMANA: ¿Cómo está el cronograma para lo que resta de las 4G?

C.D.V.: Todo está avanzando. Yo diría que en paralelo hay unos 6 proyectos más caminando para el año entrante. En este momento están en discusión con nosotros y los bancos. Recuerde que en total teníamos 31 proyectos, de los cuales 8 hicieron su cierre financiero el año pasado y están en plena marcha. Para este 2017 terminarán 8 más. Creo que habrá algunos proyectos que eventualmente no irán, sobre todo de iniciativas privadas, lo cual es natural en un programa tan grande. Calculo que, al final, quedarán de todo 4G unos 12 proyectos que se trabajarán entre 2018 y 2019.

SEMANA: Al principio se dudó que el mercado y la banca fueran capaces de financiar las 4G. ¿Resultó cierto o no?

C.D.V.: Bueno, la verdad se confirmó que la capacidad local era insuficiente. Eso es cierto. Por eso la estrategia desde un comienzo señalaba que la financiación de este programa no podría depender únicamente de la banca local. Este tipo de obras requiere de múltiples fuentes y logramos combinarlas. Mire que en el primer paquete de las 8 obras, los bancos locales representaron aproximadamente el 48 por ciento, los internacionales participaron con el 24 por ciento, el mercado institucional con el 22 por ciento y la FDN cubrió la diferencia. Obviamente, ahora tendremos una participación mayor porque, con Isagén, tenemos más recursos que cuando arrancamos. Esto nos permite ser un jugador tan importante como los grandes bancos locales. Pero, a la par, también ayudamos a buscar otras fuentes y a que la banca internacional se sienta más tranquila. El hecho de haber podido emitir 4 bonos en los proyectos iniciales y que el primer cierre financiero que tuvieron las 4G fuera con mercado de capitales en un 70 por ciento de la financiación ha sido muy importante y deja una balance muy satisfactorio.

SEMANA: ¿Internacionalmente, el programa 4G sigue siendo un modelo destacado?

C.D.V.: La banca internacional compara el mundo y reconoce que Colombia está haciendo un esfuerzo enorme por cambiar la forma cómo se hace este tipo de negocio. La cuarta generación ha sido un modelo para muchos países de la región y de otras partes. El interés mundial por lo que estamos haciendo es enorme y, sin duda, es porque lo estamos haciendo bien. Estamos pasando por una transición entre el viejo modelo y el nuevo y ese coletazo lo acabamos de ver con lo de Odebrecht. Pero lo que ya hemos hecho, por tamaño, complejidad y montos, es un programa admirado por muchos. En América Latina el año pasado fuimos el país con el mayor número de financiación de proyectos de carreteras APP. Más que Brasil o México.

SEMANA: ¿Usted diría que la realidad le está dando la razón al gobierno sobre la decisión que tomó de usar a Isagén para carreteras, aunque algunos lo siguen criticando?

C.D.V.: Definitivamente sí, y eso que a la financiera todavía no le ha entrado toda la plata. Recibimos los primeros 2,5 billones de pesos y de acá a final del año entrarán 3,3 billones. Lo importante es que esa primera plata nos permitió ampliar la capacidad de financiación y pudimos dar créditos más grandes. Antes podíamos -por el patrimonio que teníamos- ofrecer créditos de unos 50 o 60 millones de dólares, o sea, un 10 por ciento de un proyecto, lo que es insuficiente. Por eso, lo de Isagén era tan urgente. De hecho, nos permitió pasar a dar créditos entre 150 y 200 millones de dólares por proyecto, lo que ya es un 20 o 25 por ciento. También nos posibilitó hacer más operaciones. Antes de Isagén estábamos limitados a una parte de la primera y segunda ola. Ya somos más activos. La FDN está en 5 de los 8 proyectos del año pasado y en el paquete de este año estaremos en 7. Nuestro rol ha sido muy importante. Sin Isagén no podríamos hacer lo que estamos haciendo. No habríamos logrado darle el ímpetu que necesitaban la financiación y los cierres financieros.