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Nicanor Restrepo está hoy en París como un estudiantes más: viaja a pie o en bicicleta hacia la universidad donde adelanta su doctorado. Dice que no extraña el poder

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Ni tan lejos, ni tan cerca

Mientras en Medellín lo están pidiendo a gritos para que se lance a la Alcaldía, otros dicen que Nicanor Restrepo vuelve al país a tomar las riendas del Sindicato Antioqueño. ¿Cuál es la verdad sobre el retorno de uno de los empresarios más poderosos de Colombia?

6 de mayo de 2006

Algunos colombianos que viven en París dicen que es habitual verlo caminando por las calles de la capital gala, como cualquier otro universitario, con su mochila al hombro, llena de libros. Nicanor Restrepo Santamaría, el mismo que movía los hilos del poder del más grande grupo económico nacional, confirma la versión.

"Aquí en París nunca se me ve con corbata. Estoy como todos los estudiantes, hasta los viejos, pues aquí también hay mucho estudiante viejo como yo. Estoy siempre de esport, me muevo a pie, en autobús o en bicicleta", dijo en diálogo con SEMANA desde la capital francesa. Restrepo adelanta su doctorado en estudios comparados sobre el desarrollo en la Escuela de altos estudios de ciencias sociales de París. Todo avanza de manera normal y reposada.

Mientras tanto, en Colombia se ha formado un verdadero avispero de versiones sobre su posible retorno. Muchos en la capital de Antioquia lo dan como el candidato ideal para suceder en la Alcaldía de la ciudad a Sergio Fajardo. Otros, por su parte, rumoran que su regreso se daría para retomar las riendas del Sindicato Antioqueño, el grupo económico más poderoso del país y que hasta el momento no cuenta con un único líder que encauce los intereses de todo el conglomerado.

Pero Restrepo desmiente esas versiones: "Apenas va la mitad del camino aquí en París. No estoy en nada de esto. Yo ya estoy más allá del bien y del mal. No tengo ningún proyecto político y cuando decidí retirarme del Sindicato, me retiré de todo".

Este dirigente empresarial, quien hoy cuenta con 65 años, mantiene un vínculo permanente con Colombia. Es miembro principal de la junta directiva de Sofasa, representando a Renault, y suplente en las de Cartón de Colombia y Almacenes Éxito. Por esta razón vuelve al país cada cierto tiempo. Su próxima visita será en junio, para cumplir con los compromisos originados por estos cargos. Igualmente, ha estado un par de veces dictando charlas sobre responsabilidad social y empresarial. Pero, ante todo, "vuelvo a menudo para ver a la familia".

Tal vez ese ir y venir es el origen de los rumores sobre su retorno. Y la idea entusiasma a más de uno, porque se trata realmente de uno de los personajes empresariales más importantes de la historia reciente y porque, según alguno de sus conocidos, es el "ser humano preciso": inteligente, capaz en los negocios y sintonizado con los temas sociales. Ha estado metido no sólo en el mundo empresarial, sino también en una importante actividad intelectual y en los procesos de paz que adelantaron los gobiernos conservadores de Belisario Betancur y Andrés Pastrana. Durante su participación en los diálogos del Caguán fue uno de los más activos y mantuvo siempre una actitud seria frente al proceso, pues estaba -y sigue- convencido sobre las posibilidades de la salida política a la confrontación.

Así que no es desproporcionado imaginarlo en un cargo público o en una empresa política importante. Tampoco debe extrañar que su nombre genere simpatías. Pero él vuelve a zanjar la discusión: "Por ahora voy a terminar el doctorado. Todavía no tengo ningún proyecto para cuando regrese. A esta edad uno no sabe cuánto tiempo le queda. Tal vez me acerque más a la academia y a los estudiantes".

El Sindicato

Hace dos años, Restrepo se fue del país, y dejó su cargo como presidente de Suramericana de Inversiones. En ese momento era el ícono del Sindicato Antioqueño, el grupo económico más poderoso del país y que tiene ahora dimensiones de multinacional por la adquisición de empresas en Estados Unidos y la internacionalización de Nacional de Chocolates, hoy convertido en uno de los grupos de alimentos más grandes de la región.

En este tiempo, justo en ausencia de Restrepo, el conglomerado vivió una verdadera revolución, con fusiones en todos los sectores y nuevas compras. Sin embargo, a pesar del éxito, muchos perciben que para Nicanor no hay reemplazo, pues no quedó una cabeza visible de todo el grupo, como en los viejos tiempos.

Él desestima esta versión, pues dice que siempre todas las empresas del Grupo han mantenido su independencia y cada presidente responde por el patrimonio que está bajo su cuidado. "Siempre ha habido caras en el Sindicato. Y las de hoy están muy bien preparadas y son competentes. En el Sindicato, hoy son mucho mejores las cosas de lo que eran antes".

Su experiencia en Francia tal vez lo ha alejado mucho más de los corrillos del poder. Cree que lo más importante de esta experiencia es que le ha permitido volver a la "vida simple. Acá me muevo como un ciudadano más. Ese anonimato es una lección muy interesante y que me ha gustado mucho, porque enriquece el alma. No extraño para nada el poder. Al contrario, me gusta estar lejos de él".

Los mensajes

Pero el hecho de que esté lejos de su país no es un obstáculo para hacerle un seguimiento permanente a la situación actual de Colombia. Tiene completamente claro qué es lo que está pasando en muchos frentes.

Destaca el desempeño económico que dejó en 2005 un crecimiento por encima del 5 por ciento, ritmo que cree que se mantenga este año. Además, destaca que hay un ambiente generalizado de confianza.

Lo que lo mantiene preocupado es un tema aparentemente ajeno a la actividad productiva. Para él, la caída en la participación democrática en Colombia es grave y por eso, aunque los resultados en las próximas elecciones son previsibles, los políticos no tienen por qué darse por satisfechos.

"Todos sabemos que habrá continuidad, así hay un horizonte con bastante claridad para el próximo período. Pero mi deseo es que otras opciones puedan calar, porque necesitamos un fortalecimiento de la democracia. En las elecciones pasadas hubo una alta abstención y sólo el 35 por ciento de los colombianos votó. Todos cantan victoria pero, ¿de qué cantan victoria si lo que se notó fue una reducción de la expresión democrática? Creo que sin importar cuál propuesta gane, lo importante es que haya una expansión de la participación".

Su cartilla de propuestas incluye una salida negociada al conflicto, un ajuste fiscal estructural y penalización a la evasión de impuestos, toda una agenda política que podría atraer a más de uno. Pero él insiste: por ahora, de aquello, nada. Los que lo quieren de vuelta tendrán que esperar.