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La producción cafetera se reducirá este año entre 25 y 30 por ciento como consecuencia del fuerte invierno. Para 2012, el clima podría afectar la cosecha del primer semestre.

AGRO

Palos en la rueda

La locomotora agropecuaria se enfrentará a los estragos de la ola invernal: vías destrozadas y la caída en la producción cafetera. Aun así, el sector espera crecer entre 3 y 4 por ciento.

26 de noviembre de 2011

No será fácil para el sector agropecuario marchar a toda máquina el próximo año. La carrilera por la que transita esta locomotora tiene muchos obstáculos que no permiten acelerar el ritmo.

El primer palo en la rueda es el mal estado de las redes secundaria y terciaria de carreteras, que como consecuencia del invierno están destrozadas y necesitan inmediata recuperación. De no hacerlo, dice el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, “entraremos encunetados al Tratado de Libre Comercio”. Y el presidente de la SAC, Rafael Mejía, señala que de nada sirve aumentar la producción si no hay forma de sacarla de las fincas.

Restrepo dice que el deterioro de la red terciaria no solamente está dificultando la salida de alimentos de los centros de producción a los de consumo, sino que los está encareciendo por los mayores fletes o costos del transporte. Se estima que para el cierre de 2011 la inflación de alimentos estará entre el 5 y el 6 por ciento. “Es mucho cuento que en este año, de tremendo invierno, la agricultura colombiana no haya sido factor disparador de la carestía y que haya contribuido a que la meta del Banco de la República no se haya salido de madre”, señala Restrepo.

El rezago en la infraestructura no será el único escollo que enfrentará el sector el próximo año. Las expectativas de crecimiento estarán en buena parte determinadas por lo que le suceda al café. Aunque el peso de la economía cafetera ya no es ni sombra de lo que fue en el pasado –hasta los años ochenta el café significaba el 55 por ciento de las
exportaciones nacionales–, todavía es una parte importante dentro del PIB agropecuario.

Según el Ministerio de Agricultura, en el segundo semestre de 2011 la producción cafetera se reducirá entre el 25 y el 30 por ciento, frente a igual periodo del año pasado. Así las cosas, el sector agropecuario pasará el año con un crecimiento del PIB sectorial de alrededor del 3 por ciento.

El gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, afirma que el ambiente climático afectó notoriamente la producción, que llegaría a ocho millones de sacos, frente a una meta de nueve millones de los años anteriores.

La buena noticia es que el ingreso cafetero no se ha resentido. Este año, el Fondo Nacional del Café compró el grano por encima del millón de pesos la carga, y en total la cosecha cafetera estará por encima de los 5 billones de pesos, un 25 por ciento de crecimiento frente al año pasado. “Es muy importante porque es dinero que irriga la economía rural en los municipios cafeteros”, dice Muñoz.

Lo importante, según el gobierno, es que el 20 por ciento de la caficultura está en renovación, más de 100.000 hectáreas se han renovado y se espera llegar a las 120.000 antes de terminar el año, una extensión sin precedentes en la historia del sector. Según la Federación, se está invirtiendo en el futuro.

Frente a las expectativas del precio internacional, los analistas afirman que hay factores externos que hacen pensar que se mantendrá por los lados de 2,15 dólares la libra porque el consumo viene aumentando y los inventarios están en un punto bajo.

En cuanto a la producción para el próximo año, no hay que ser muy optimistas. El clima afectará la cosecha del primer semestre de 2012, porque el exceso de humedad que dejará la ola invernal lesionará las floraciones.

Más allá del café, en el mediano plazo se ven perspectivas favorables en crecimiento de área cultivada en productos como el maíz. Con el programa País Maíz se aumentó en 20 por ciento el área sembrada. El ministro Restrepo dice que el país puede triplicar o cuadruplicar el área dedicada a la agricultura, que hoy es de cinco millones de hectáreas, sin necesidad de tumbar un solo árbol.

Para cumplir este sueño, el presidente de la SAC señala que hay que recuperar la rentabilidad del sector, que sigue afectada. La esperanza está en la velocidad con que se concrete el TLC con Corea, arranque el de Japón y se busque el de China. El dirigente afirma que para el futuro del agro estos acuerdos son muy importantes, pues son economías que demandan productos alimentarios.

El director de Anif, Sergio Clavijo, dice que el gobierno tiene serios desafíos para acelerar el crecimiento del sector siquiera a un 3 por ciento anual durante los años 2010-2014. En la última década, su crecimiento promedió un 2 por ciento anual y en los tres años anteriores fue negativo en -0,6 por ciento anual. “La esperanza es que el experimentado equipo del Ministerio de Agricultura logre darles un giro de 180 grados a las erradas políticas del pasado reciente”, señala Clavijo.