Pasajero inesperado

La papa caliente está en manos del juez de Nueva York Allan Gropper, que lleva el proceso del Capítulo 11 de Avianca en la Ley de Quiebras de Estados Unidos y que el próximo martes tiene en sus manos la decisión de escoger entre dos propuestas para comprar la aerolínea cuál es la que más les conviene a la empresa y a sus acreedores.

La del grupo Sinergy del Brasil consiste en invertir 64 millones de dólares para estabilizar la empresa y sacarla del Capítulo 11, pero no ofrece una solución al pasivo pensional, que siempre había sido el principal obstáculo para una venta. Su presidente, Germán Efromovich, ofreció pagar el pasivo pensional mientras funcione la empresa, pero no si se acaba. Con este negocio él se quedaría con el 75 por ciento de las acciones de Avianca y la Federación Nacional de Cafeteros, con el 25 por ciento restante. Eso sí, los cafeteros tienen la posibilidad de ejercer una opción de venta de su parte dentro de tres años por un mínimo de 23 millones de dólares.

La propuesta de Copa-Continental es radicalmente diferente. El consorcio se compromete a inyectar una parte para capital de trabajo y otra parte para los acreedores negociables, cuyo monto no ha sido dado a conocer públicamente, pero que se sabe es un poco superior a los 100 millones de dólares. Y, más importante, garantiza la solución del pasivo pensional, que asciende a 120 millones de dólares.

La carta que se está jugando Copa consiste en pagar 80 millones de dólares de pasivo pensional a cambio de dos cosas: un paz y salvo de parte de los pilotos para que no pueda haber riesgo laboral contingente y, en segundo lugar, la condición de elevar en 2 puntos la tasa de descuento que se utiliza para hacer el cálculo actuarial de las pensiones de jubilación de aquí hasta el año 2023. Todo esto sujeto al visto bueno de las autoridades colombianas.

También garantiza a la Federación de Cafeteros una oferta parecida a la de Sinergy para que pueda seguir con el 25 por ciento de las acciones de la compañía. Lo importante es que el acuerdo al que se llegue garantice la viabilidad financiera de la empresa y el pago de los acreedores.

En Colombia ya se da por hecho que Copa le va ganando a Efromovich pues ha logrado el apoyo unánime de la junta directiva de Caxdac, el fondo para pensiones de jubilación de los pilotos de la compañía. Por eso se espera que su propuesta tenga mucho peso ante la Corte norteamericana. Sin embargo, al cierre de esta edición, ni el presidente de Avianca, Juan Emilio Posada, ni la Aeronáutica Civil daban por hecho ningún resultado. Nadie va a cometer el error de la vez pasada de cantar victoria anticipadamente.

El presidente de Sinergy, por su parte, no se mostró muy satisfecho con la evolución de las cosas en sus declaraciones de la semana pasada. Para Efromovich su empresa fue la única que se atuvo estrictamente a las reglas del juego mientras que Copa y Continental se beneficiaron de una propuesta que el empresario brasileño considera, si bien no ilegal, extemporánea.

Notificó que si perdía el negocio reclamaría una indemnización de 20 millones de dólares. No fue muy específico sobre cuáles serían las bases jurídicas de esta pretensión o quién la pagaría. A primera vista la pretensión de Efromovich no se ve muy viable pues ni ha desembolsado un centavo ni han tenido lugar incumplimientos jurídicos. Su acuerdo era un memorando de entendimiento sujeto a la aprobación de un tercero y no un contrato.

En todo caso la telenovela de Avianca sigue. Como en las películas de suspenso, el final continúa siendo un enigma.