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¡PERO SIGO SIENDO EL REY!

El dólar se reafirma como la moneda más fuerte del mundo entero

1 de abril de 1985

"Febrero fue una pesadilla que duró 28 días". Con esas palabras calificó la semana pasada un ejecutivo del Morgan Guaranty Trust, el mes más agitado en la historia reciente de los mercados internacionales de dinero, cuando el dólar norteamericano pulverizó todas las marcas existentes y se erigió, aparentemente imbatible, como la divisa más fuerte del mundo. En sólo cuatro semanas la moneda estadinense superó límites que alguna vez fueron considerados como insuperables: más de 2.000 liras italianas, más de 10 francos franceses, más de 3.30 marcos alemanes y estuvo a punto de igualar a la libra esterlina, única divisa convertible que supera al dólar en valor. La fortaleza de "el verde" fue tal, que con la excepción de cuatro días del mes, rompió récords en cada rueda de negociación.
La disparada del dólar fue totalmente sorpresiva en los grandes centros internacionales que negocian con monedas. Si bien a comienzos de año su precio subió, se pensaba que la tendencia continuaría en forma moderada y no de la manera alocada que se observó en febrero,. Las proyecciones de las firmas interesadas indicaban que sólo hasta finales del año o mediados de 1986 se podrían esperar valores como los alcanzados. "El dólar se ha ido más allá de las expectativas de los economistas", fue lo único que pudo decir un banquero neoyorquino ante el impresionante avance de las divisas.
Lo sucedido refleja, en realidad, la gran diferencia que existe actualmente entre los Estados Unidos y el resto del mundo industrializado. De un lado, los norteamericanos siguen con una economía boyante que, pese a crecer a menor ritmo que en 1984, continúa con una fuerza que envidiaría cualquier otro país. En contraste, Europa no se ha podido recuperar de los males que la aquejan desde la década pasada y, con contadas excepciones, sigue teniendo problemas notorios de recesión, inflación y desempleo. Fuera de lo anterior, las tasas de interes en los Estados Unidos superan a las de países como Alemania, Inglaterra o Francia, lo cual hace mucho más atractiva una inversión en dólares, que una en marcos, libras esterlinas o francos.
Aunque los europeos se quejan de que todo el desequilibrio es causado por el abrumador déficit fiscal norteamericano, cuyo valor superará este año los 200 mil millones de dólares, hay especialistas que insisten en que lo que sucede se debe a un problema de falta de confianza en las economías del Viejo Continente. Con todo, se reconoce que la financiación del déficit fiscal ha apuntalado el nivel del Prime Rate, que hoy se encuentra en 10.5%, en uno o dos puntos porcentuales, haciendo más atractiva cualquier inversión en dólares.
Aparentemente, la gran demanda de dólares de los últimos dias fue causada por las corporaciones multinacionales, quienes debian comprar la divisa para satisfacer sus pagos en el extranjero. Esa actitud se complementó con el pánico de los especuladores que habian adquirido monedas europeas con la esperanza de que su precio subiera y, al no suceder, vendieron sus existencias, deprimiendo aún más el valor de éstas.
El ascenso del dólar ha hecho resurgir el debate en el mundo industrializado sobre cómo controlar cambios tan bruscos como los ocurridos. En tan sólo un mes las principa les monedas perdieron un 7% de su valor frente a la divisa norteamericana, creando trastornos a todos los niveles. Lógicamente siempre hay ganadores y perdedores. De un lado, los turistas estadinenses se apresuraron a viajar a Europa, la cual, según una agencia de viajes norteamericana, "está más barata que nunca", para quien lleva dólares. Del otro, el comercio exterior entre los países industrializados se vio sacudido ya que las exportaciones de los Estados Unidos al resto del mundo se encarecieron, mientras que las exportaciones europeas y japonesas se abarataron. Es así como por ejemplo una botella de champaña (puede costar 300 francos) equivalía, en 1980, a 65 dólares, mientras que el pasado 28 de febrero su valor fue de 29.5 dólares.
Casos como el anterior se multiplican y ello ha explicado un aumento descomunal en las exportaciones que se hacen desde el Viejo Continente.
La otra cara de la moneda la presentan los norteamericanos, quienes el año pasado importaron 123 mil millones de dólares más de lo que exportaron (dos veces la cifra de 1983).
Según los especialistas, las empresas americanas han perdido mercados internacionales porque sus productos no pueden competir. Compañías como Caterpillar y Motorola tuvieron millonarias pérdidas el año anterior como resultado del mal desempeño de sus ventas en el exterior. Una dosis similar recibieron los agricultores quienes, pese a ser los más eficientes del mundo, no pudieron competir en precios con países que han devaluado sus monedas. Si bien se insiste en que los consumidores estadinenses han sido los más beneficiados por lo sucedido, pues las importaciones baratas han limitado al aumento en la inflación, también se alega que se ha aumentado el desempleo y disminuído la producción, como consecuencia de la competencia externa. La discusión ha llegado hasta tal extremo que el Congreso norteamericano ha recibido propuestas de colocarle un arancel del 20% a todas las importaciones por espacio de tres años.
Por su parte, los europeos tampoco están contentos. El alto precio del dólar ha resultado en una descomunal salida de capitales, que este año podría llegar a los 200 mil millones de dólares, comprometiendo los sistemas financieros locales. Además, una alta devaluación le da mala imagen al gobierno y tiende a presionar alzas en los precios debido al mayor valor de los bienes importados. Sin embargo, lo peor es la incertidumbre que crea a la hora de realizar inversiones y que ha detenido el ritmo de gastos de las empresas más grandes en señal de cautela. "Todo está muy confuso para decidir un curso de acción", le dijo al Wall Street Journal un ejecutivo de la Ford en Bonn.
El dólar pues, está incontrolable.
Tradicionaimente la receta ha sido la intervención de los bancos centrales, quienes venden dólares, alimentando la oferta, para sostener el precio de sus monedas. Sin embargo, los especialistas arguyen que éste es sólo un remedio temporal que golo aplaza lo inevitable. Tal observación pareció comprobarse el miércoles anterior cuando en una acción conjunta, coordinada por el Bundes Bank alemán, lo bancos europeos y el Japón, vendieron unos 2.000 millones de dólares causándole a la moneda norteamericana pérdidas sustanciales. Con todo, el efecto sólo se sintió ese día, pues al siguiente el dólar volvió a subir sin que los esfuerzos germanos lo impidieran. Tal como dijera en esa ocasión un analista internacional: "Nueva York negocia 45 mil millones de dólares diarios y el resto del mundo entre 90 y cien mil millones. Ante esa cantidad no hay banco central, por más dinero que gaste, que pueda cambiarle la dirección al mercado".
La sensación de impotencia de los europeos era clara a finales de la semana anterior. Los analistas ya estaban hablando de niveles impensados, tales como un dólar a cuatro marcos, a 12 francos, a 2.500 liras, o a l.la libras esterlinas. No obstante, había un grupo que insiste en que el dólar "caerá como coco", ya que no existe la razón lógica para que siga aumentando. Cada una de esas afirmaciones fue hecha dentro de la total incertidumbre, pues lo único definitivo en los centros internacionales de dinerc la semana pasada era que nadie tiene la minima idea de lo que deparará e futuro. -
COLOMBIA: LOS PLATOS ROTOS
Aunque para un observador desprevenido lo sucedido con el dólar durante febrero en Europa podría interesarle sólo a los países industrializados, la verdad es que Colombia se ha visto y se verá afectada por la devaluacion de las monedas europeas.
Mientras la tasa de cambio del peso con respecto al dólar ha pasado de 50 a 120 pesos entre diciembre 31 de 1980 y febrero 28 de 1985, el franco francés sólo ha aumentado 50 centavos en el mismo intervalo (de 11.20 a 11.70), el marco 10 pesos, la libra nueve pesos y el yen 21 centavos. En caso de haberse devaluado a la par del dólar, el franco debería haber aumentado 15 pesos, el marco 36 pesos, la libra 166 pesos y el yen 34 centavos.
Como resultado, Colombia ha perdido buena parte del esfuerzo hecho por devaluar frente a las monedas del Viejo Continente, con el fin de promover las exportaciones nacionales cuya tercera parte se dirige allí. De hecho, si se toman en cuenta los índices de inflación, una exportación a Francia, Alemania o Inglaterra cuesta mucho más que hace cinco años, locual desestimula el intercambio comercial entre Colombia y Europa.
Aparte de lo anterior, el país también salió perdiendo con lo sucedido la semana anterior, cuando el precio del oro se desplomó hasta niveles cercanos a los 280 dólares la onza. Como es sabido Colombia se está convirtiendo en un fuerte productor del metal precioso y lo vende en el exterior para lograr la liquidez de las reservas internacionales. Sin embargo, el Banco de la República compra el oro a un promedio de 390 dólares la onza, con lo cual pierde apreciablemente en cada operación.
Los únicos que han ganado con lo sucedido siguen siendo los viajeros a Europa, pues, al igual que para los norteamericanos, un colombiano puede hacer rendir más su dinero en el Viejo Continente. Aparte de este grupo, el mayor beneficio lo ha sentido Sofasa (la cual compra las partes de los Renault en Francia y España), que aprovechando la diferencia cambiaria, ha detenido sus costos y el año pasado dio una utilidad de 150 millones de pesos. Sin embargo, en términos generales es evidente que la fortaleza del dólar tampoco le conviene a Colombia que está tratando de exportar a Europa en condiciones adversas.
Así mismo, se cree que el turismo europeo seguirá disminuyendo debido al encarecimiento de los viajes y, si a eso se suma la aversión de los norteamericanos por visitar Colombia debido a las amenazas de la mafia queda en claro que, asi no lo parezca el país paga los platos rotos de lo que hagan los banqueros de Zurich, Londres o Nueva York. -
VALOR DEL DOLAR POR UNIDAD MONETARIA
MARCO FRANCO LIBRA YEN LIRA PESO
80+ 1.96 4.54 0.418 203 930 50.92
81+ 2.26 5.72 0.521 220 1.193 59.07
82 2.38 6.74 0.617 235 1.371 70.29
83 2.73 8.35 0.689 232 1.661 88.77
84 3.15 9.64 0.862 250 1.928 113.89
85* 3.351 0.23 0.922 259 2.073 120.10 -