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PONGALE LA FIRMA

AL FINAL DE ESTA SEMANA SE SABRA SI ACERIAS PAZ DEL RIO SE SALVA, UNA VEZ SE CONOZCA SI LOS TRABAJADORES ACEPTAN EL ACUERDO PRESTACIONAL QUE LES PROPUSO LA EMPRESA

24 de junio de 1996

Hay intranquilidad en las poblaciones boyacenses de Belencito y Sogamoso. Los trabajadores de Acerías Paz del Río se reúnen en corrillos para discutir qué sucederá con la empresa. No sólo temen perder su empleo sino que están inquietos porque antes de finalizar este mes, deberán votar un 'referéndum' del cual depende el futuro de la compañía. Lo cierto es que la situación de Paz del Río es muy delicada. Hace 13 meses está en concordato y según lo ha manifestado su presidente, Néstor Fernández de Soto, únicamente tiene recursos para operar hasta el 15 de junio. Es más, hasta hace unos pocos meses nadie daba un peso por la supervivencia de esta empresa, pero un estudio de factibilidad realizado por la firma austríaca Voest Alpine Industrial Services le dio un nuevo aire. El documento sostiene que la siderúrgica es viable si se acelera su reconversión y si se la recapitaliza. Gracias a esta luz de esperanza, los accionistas _el Sindicato Antioqueño es el mayoritario_, el gobierno, los acreedores y el sindicato de la empresa aceptaron suscribir el pasado 15 de mayo un acuerdo concordatario (ver recuadro). Sólo falta la firma de los trabajadores para que se inicie la puesta en marcha del convenio. En efecto, la vida de la empresa siderúrgica está sujeta a que los trabajadores acepten o no la propuesta de reestructurar el pasivo prestacional, que asciende a 21.000 millones de pesos. La fórmula prevé que los empleados suscriban el 40 por ciento de sus cesantías en bonos convertibles en acciones y que el otro 60 por ciento sea trasladado a un fondo de pensiones, de acuerdo como lo prevé la ley 50 de 1990. Se trata de una decisión muy complicada para ellos, pues las cesantías son su único patrimonio y temen arriesgarlo. Entre los empleados de Acerías Paz del Río hay posiciones bien diferentes sobre la propuesta prestacional. Un grupo opositor, conformado por los miembros de Sintrametálicos y por algunos militantes del Moir, argumenta que es injusto que los trabajadores tengan que sacrificar sus ahorros. Además, este grupo sostiene que las directivas no han escuchado otras propuestas: "Nosotros hicimos el 8 de mayo un ofrecimiento de capitalización de 56.000 millones de pesos, provenientes de la congelación de las cesantías por cinco años", aseguró el dirigente John Alejandro Caicedo a SEMANA. De otro lado está la línea conciliadora, con la que comulga la cúpula de la dirigencia nacional, que reconoce la necesidad de aceptar el acuerdo. Uno de los defensores de la inminencia de firmar el convenio es Hernán Sanabria, quien no duda en señalar que "los trabajadores debemos tener en cuenta que de tomar una decisión equivocada, algún día lo vamos a lamentar". Sin embargo, el grueso de los empleados no sabe qué hacer y, según un conocedor del proceso, "se mueve al vaivén de lo que va sucediendo". Esto es muy grave para la empresa, pues el 'referéndum' no es una votación ordinaria en la cual todos hacen lo que la mitad más uno decida, sino que cada trabajador debe firmar individualmente el acuerdo. Si bien para el presidente de Acerías el 100 por ciento de los trabajadores debe aceptar la propuesta, hay quienes consideran que si lo hace más del 75 por ciento de la fuerza laboral, la empresa sería viable económicamente. Al cierre de esta edición, cerca de 1.000 trabajadores se habían acogido a la propuesta, pero de acuerdo con el presidente del Sindicato Nacional, Fernando Bayona, "aún es aventurado señalar qué porcentaje de empleados va a pasarse a la ley 50". Por ahora lo único cierto es que el sí de los trabajadores, sería sólo el principio. La recuperación de Paz del Río depende de una multiplicidad de factores, entre los cuales están la conversión tecnológica, el cambio de mentalidad de la compañía y la renegociación de la carga pensional. Claro que todo depende de lo que pase esta semana en la cancha de los trabajadores.