Home

Economía

Artículo

moneda

Por los cielos

El euro se ha valorizado 17 por ciento respecto al dólar en este año. Hay razones para pensar que en 2004 seguirá disparado.

15 de diciembre de 2003

iajar a Europa se ha vuelto casi imposible. No sólo por el dispendioso trámite de las visas, sino porque la valorización de su moneda la ha convertido en uno de los destinos más caros del mundo. Un euro cuesta hoy 3.440 pesos, 27 por ciento más que lo que vale comprar un dólar en una casa de cambio.

La moneda europea comenzó el año en 1,04 dólares y a finales de la semana pasada marcó 1,22 dólares, la mayor cotización desde su lanzamiento en 1999. Según como se mire, esto significa un aumento del 17 por ciento del valor euro en lo que va corrido del año, o una caída del 15 por ciento del valor del dólar.

Este fenómeno se produce justo cuando la economía estadounidense acaba de registrar un espectacular crecimiento del 8,2 por ciento en el tercer trimestre, la cifra más grande en dos décadas. La zona euro, en cambio, tuvo un tímido crecimiento del 0,3 por ciento en el tercer trimestre, y los pronósticos hablan de un pobre desempeño para 2003 del 0,5 por ciento.

¿A qué se debe, entonces, la permanente escalada alcista del euro? La respuesta a esta pregunta parece estar del otro lado del Atlántico, más que en los números de la zona euro.

En primer lugar, la decisión del gobierno estadounidense de mantener un dólar débil ha motivado la apreciación del euro. La devaluación de la moneda de Estados Unidos aumenta la competitividad de sus exportaciones, ya que abarata el costo de sus productos en el exterior, estimulando las ventas externas y la producción.

La idea de Washington es financiar su enorme déficit en cuenta corriente -exportaciones menos importaciones-, que equivale al 5 por ciento del Producto Interno Bruto y que el año pasado superó los 500.000 millones de dólares. Para financiar ese faltante, Estados Unidos toma prestados casi 2.000 millones de dólares diarios de inversionistas externos, especialmente del Asia.

La segunda razón por la cual la divisa única europea está por las nubes tiene que ver con que las inversiones en Estados Unidos ya no son tan atractivas como antes. Mientras que en Europa se paga 2 por ciento anual de interés, en Estados Unidos se paga 1 por ciento, la cifra más baja en 45 años. Multimillonarios estadounidenses y gestores de fondos como Warren

Buffet y George Soros han reducido sus posiciones en dólares y están comprando euros y libras.

También influye la situación de las tropas estadounidenses en Irak, los ataques terroristas en el Oriente Medio y la reaparición de Al Qaeda. Muchos ven el euro como una moneda refugio en época de crisis, atrayendo fuertes capitales hacia el Viejo Continente y fortaleciendo su valor.

De otro lado, varios bancos centrales del mundo -especialmente los asiáticos que antes tenían 76 por ciento de sus inversiones en dólares-- están apostando por el euro como manera de diversificar sus reservas. China, el país con las segundas mayores reservas del planeta -500.000 millones de dólares-, está vendiendo parte de esos dólares para cambiarlas por otras monedas, después de que Estados Unidos cerrara sus puertas a los textiles y confecciones chinas.

Para la economía colombiana la revaluación del euro es buena. Según datos de Asobancaria, 23 por ciento de las remesas que ingresan al país son euros. Las familias que reciben recursos en esta moneda -1,7 billones de pesos en 2003- recibirán 200.000 millones de pesos más gracias al encarecimiento del euro.

Por el lado del Banco de la República, el 11 por ciento de sus reservas están en euros. El Emisor recibiría 250.000 millones de pesos de más por la revaluación de la moneda europea. Los exportadores de flores y frutas a Europa también se benefician de una tasa de cambio más alta, contrarrestando en parte el impacto del arancel al que han sido sometidas desde el mes de noviembre.

A juicio de los expertos, la moneda única europea seguirá ganando terreno frente al billete verde hasta llegar a un cambio de un euro por 1,25 dólares. Incluso, algunos analistas como Merril Lynch prevén una tasa de cambio de 1,33 dólares para finales de 2004 y otros más osados hablan hasta de 1,40. La apuesta se mantiene.