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Pudo ser peor

Que la economía colombiana haya caído 0,6 por ciento en el primer trimestre del año es sorprendentemente bueno. La mayoría de analistas esperaba una reducción mucho mayor.

27 de junio de 2009

La semana pasada salieron las cifras oficiales de crecimiento económico para el primer trimestre del año en Estados Unidos y en Colombia. Curiosamente, los dos datos asombraron a muchos economistas. El PIB estadounidense se contrajo 5,5 por ciento, un ritmo menos malo de lo que se había calculado inicialmente, y el colombiano disminuyó 0,6 por ciento, mucho mejor de lo esperado.

Pero, el hecho de que las cifras hubieran podido ser peores en los dos países, ¿significa que ya la economía va camino al ascenso? La verdad es que no hay claridad al respecto. En Estados Unidos, en todo caso, se suman dos trimestres con las mayores caídas desde 1958 (en el último de 2008 el PIB cayó 6,3 por ciento). Y la semana pasada hubo señales confusas de distintos organismos. El Banco Mundial anunció un deterioro en las estimaciones de crecimiento, y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde) anticipó un mejor comportamiento de las economías desarrolladas, incluida Estados Unidos.

Con respecto a Colombia las opiniones son muy diversas. Para algunos, el dato del primer trimestre podría significar que todavía no se ha tocado fondo y que habría que esperar un efecto más negativo. Mauricio Cárdenas Santamaría, del Instituto Brookings, dice que el petróleo está rescatando la economía, pero que el resto de actividades todavía se ve muy débil. Cree que el año terminará en terreno negativo con una caída del 1 por ciento. El director de Anif, Sergio Clavijo, le apuesta a una contracción del 0,5 por ciento al final del año. Otros analistas piensan que la recuperación viene en camino. El director de Fedesarrollo, Roberto Steiner, opina que al final se compensará y el PIB terminará en positivo (0,4 por ciento). Para el ex director del DNP Juan Carlos Echeverry, todavía el segundo trimestre será de caída, para luego comenzar el ascenso. El gobierno y el Banco de la República se ratifican en que en el segundo semestre se verá una mejora de la economía.

Por el lado de los empresarios y los comerciantes hay más optimismo. La última encuesta de expectativa de los industriales, realizada por Fedesarrollo, muestra una mejora en la confianza de los empresarios, aunque los consumidores siguen en terrenos muy pesimistas.

Hasta ahora el petróleo está sosteniendo en buena parte la economía. En el primer trimestre la actividad que más creció fue la minería, con 10,6 por ciento. La banca también contribuyó bastante, lo cual ratifica que la crisis en Colombia no afectó el sistema financiero. Un dato importante es que la construcción de obras civiles creció 21,2 por ciento en el primer trimestre, lo cual es positivo porque este es un sector muy dinamizador y generador de empleo.

En todo caso, habrá que esperar qué pasa con la economía estadounidense, pues el mayor impacto sobre Colombia se recibe por cuenta de las exportaciones y en parte, esto se refleja en la caída que presenta la industria, que se contrajo 7,9 por ciento. El comercio y el agro también descendieron.

La verdad es que, después de ver el crecimiento económico en el primer trimestre, Colombia es el segundo mejor de los países más grandes de América Latina, después de Perú, que creció 1,8 por ciento. Aunque Venezuela aparece con un crecimiento de 3,2 por ciento, muchos analistas dudan sobre la certeza de este dato.

Al final de la semana hubo una gran discusión entre el gobierno y los economistas sobre si el país entró o no en recesión. Los técnicos se enfrascaron en un debate acerca de la manera de medir estrictamente este escenario económico. Para el FMI es difícil concluirlo ya. Habrá que esperar cómo se comporta el segundo trimestre del año.

Sin embargo, la discusión podría ser irrelevante porque los efectos sobre los colombianos y su bienestar no cambiarán. El desempleo sigue en ascenso. Y esto sí es crucial. Los economistas calculan que después de que el PIB, que mide todos los bienes y servicios producidos en la economía, toque el punto más bajo, siguen 12 meses de caídas en el empleo. Es decir, habrá que esperar mucho antes de cantar victoria.