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Rescatan tesoro del Océano Atlántico

Doscientos días después de haber partido desde un patagónico puerto argentino, una operación de rescate logró traer nuevamente a tierra el cargamento de oro y plata que transportaba el Polar Mist, un pesquero que se hundió en misteriosas circunstancias en el Atlántico.

Alianza BBC
BBC Mundo Argentina. Veronica Smink
4 de agosto de 2009

El barco chileno cargaba 474 lingotes de bullón dorado (una aleación de metales de las que se extrae oro y plata) cuando naufragó frente a las costas de la provincia argentina de Santa Cruz en enero.

En ese momento, el tesoro estaba valorado en cerca de US$18 millones, pero gracias al alza en el precio del metal se estima que hoy su valor ronda los US$20 millones.

Las extrañas circunstancias en las que se produjo el hundimiento y el alto valor de la carga llevaron a las autoridades argentinas a mantener un estricto hermetismo en torno a la investigación de la causa.

Por el mismo motivo, la llegada a tierra de las 9.5 toneladas de oro y plata del Polar Mist el domingo se produjo en medio de un fuerte operativo de seguridad en el puerto santacruceño de Punta Quilla.

La carga del pesquero hundido provenía de las minas argentinas Cerro Vanguardia y Minera Tritón, e iba a ser transportada por mar hasta la capital chilena, Santiago, desde donde se la llevarían por aire hasta su destino final: Suiza.

"Alivio"
En un comunicado, los dueños de Cerro Vanguardia –a la que pertenecen más de dos tercios del tesoro- dijeron estar "sumamente felices de que el incidente haya llegado a su fin con resolución positiva".

También afirmaron que el rescate les resultaba "un gran alivio" ya que pone fin a las "sospechas infundadas" trasmitidas por algunos medios, en las que se especulaba con que el hundimiento buscara encubrir un robo o una estafa.

Las misteriosas circunstancias que rodearon al naufragio dieron pie a toda una serie de interpretaciones.

El pesquero chileno había sido evacuado un día después de zarpar de las costas argentinas, luego de verse sorprendido por una tormenta.

Tras permanecer a la deriva 24 horas, el barco abandonado fue hallado por un remolcador chileno que intentó sin éxito llevarlo nuevamente a tierra.

Fue durante este confuso intento de salvamento que el Polar Mist se habría hundido, junto con su carga, cerca de la boca del Estrecho de Magallanes.

El hecho trascendió un mes después de haber ocurrido, un dato que alimentó las suspicacias en torno al naufragio del tesoro.

El lingote que falta
A pesar de la reserva que rodeó la operación de rescate, fuentes cercanas al operativo dejaron trascender que durante el mismo se habría perdido uno de los lingotes de metal precioso.

Cerro Vanguardia, dueña de la barra faltante, estimó que el costo de la misma ronda los US$60.000.

El lingote se habría caído del canasto en el que era izado desde el fondo del mar, durante el complicado proceso de recuperación.

Según los expertos, éste es uno de los riesgos del rescate a profundidad.

Sin embargo, el alto costo del operativo -estimado en cerca de US$200.000 diarios-, haría poco redituables los intentos de continuar con la búsqueda del lingote desaparecido.

Operación de rescate
La misión por traer a tierra el tesoro del Polar Mist fue organizada por la aseguradora de la carga, Lloyds de Londres.

El operativo, que habría costado más de US$4 millones en total, tardó tres semanas, y se realizó con ayuda de buzos argentinos y chilenos.

El barco que llevó a cargo el rescate fue el C-Sailor, de bandera de la isla de Vanuatu, y la operación se realizó a 80 metros de profundidad, donde yacía el buque hundido.

Por orden de la Justicia argentina, tras arribar a tierra el cargamento rescatado quedó bajo custodia de la Prefectura Naval y fue trasladado en un camión de caudales hasta la bóveda del Banco Nación de Santa Cruz.

Allí reposará hasta que las autoridades decidan sobre la última parte de este rompecabezas: ¿de quién es ahora el tesoro del Polar Mist? ¿De la aseguradora o de las mineras?

Sólo cuando se determine esto podrá la carga seguir con su destino original y partir –finalmente-, rumbo a Suiza, donde será refinada para su venta.