Las grandes fortunas están en el negocio hotelero

El Grand Hyatt inaugurado esta semana en Bogotá se convirtió en una de las inversiones más grandes de la hotelería en el país. El industrial Luis Carlos Sarmiento Angulo invirtió alrededor de 180 millones de dólares en construir un hotel de lujo con 372 habitaciones, entre ellas 50 suites, distribuidas en 14 pisos, que además alojan un centro de convenciones con capacidad para 2.300 personas, un spa de 3.000 metros cuadrados con 11 salas de tratamiento y un fitness center entre otros servicios.

Una de las franquicias hoteleras más prestigiosas a nivel mundial, la cadena Hyatt, operará este nuevo establecimiento. Se trata de una multinacional presente en 55 países con unas 750 propiedades y un portafolio de 14 marcas entre las que se destaca Grand Hyatt, la marca de lujo.

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La inauguración de este hotel coincide con el crecimiento del turismo en Colombia. De acuerdo con cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en lo corrido del año hasta julio habían llegado 4,6 millones de visitantes del exterior, cifra que representa un crecimiento del 32,9 por ciento frente al mismo periodo de 2017. Solo en julio el flujo creció 17,8 por ciento. La tendencia ha generado un aumento sin precedentes en las inversiones hoteleras: de acuerdo con cifras de Cotelco, entre 2003 y 2017 los empresarios habían invertido 5,1 billones de pesos en nuevas instalaciones hoteleras que permitieron aumentar en 48.411 el número de habitaciones.

Sarmiento Angulo realizó en el Grand Hyatt la inversión más alta que se ha hecho en los últimos años en un hotel de lujo en el país. Le siguen en importancia las hechas para construir el Conrad Hilton Karibana, de Cartagena, que costó 110 millones de dólares; las del JW Marriott y del hotel W Bogotá, cada una con 60 millones de dólares; y del Hilton Bogotá, con 50 millones de dólares.

Luis Carlos Sarmiento Angulo ya había incursionado en este sector. Desde hace varias décadas el hombre más rico de Colombia, que según Forbes cuenta con una fortuna de 11.300 millones de dólares, posee la cadena Estelar, con más de 30 hoteles en Colombia, Perú y Panamá, y constituye una de sus unidades de negocio con mejores resultados.

_{Con esta inversión de 180 millones de dólares, el empresario busca posicionar a Bogotá como un destino turistico de lujo.} 

Otras grandes fortunas de Colombia también están en el negocio hotelero por el auge del turismo. Es el caso de la familia Santo Domingo, que a través de Terranum comenzó hace una década a desarrollar instalaciones hoteleras en Colombia y varios países de Centroamérica con la marca Aloft. En 2014 a través de Terranum Alejandro Santo Domingo, con una fortuna de 4.000 millones de dólares según Forbes, compró una participación mayoritaria en la cadena Decameron. Actualmente, participan en más de 40 hoteles ubicados en 9 países de América Latina, así como también en Marruecos.

Igualmente, la familia Gilinski está en este negocio. Comenzó hace cinco años con los hoteles Casa Medina y Charleston en Bogotá, así como el Santa Teresa de Cartagena. En 2015 la familia firmó un acuerdo por 100 millones de dólares con la cadena Four Seasons para operar los dos hoteles de Bogotá. Además de los hoteles en Colombia, el grupo también desarrolla proyectos en Costa Rica.

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Aparte de los hombres más ricos del país, otros inversionistas nacionales y extranjeros están apostando por este sector. En 2011 el empresario brasileño Germán Efromovich, mayor inversionista de la aerolínea Avianca, incursionó con la cadena Movich y ya tiene cerca de una decena de hoteles.

La presidenta de Procolombia, Flavia Santoro, cree que el buen momento que vive el país ha permitido la llegada de inversión extranjera al sector de turismo. En este momento están en desarrollo unos 58 proyectos del segmento hotelero y “los empresarios del sector siguen expandiendo sus operaciones, lo que fortalece la industria y genera empleos; nosotros los acompañaremos para asegurar el éxito de su inversión en el país”, dice. Una buena hora para el sector de la hospitalidad.